El ejército de Netanyahu, después de treinta mil muertos en la franja de Gaza, no manifiesta –como quisiera demostrar el corrupto primer ministro de Israel– fuerza y capacidad ofensiva al cometer sus masacres. Lo que manifiesta es un miedo paranoico y un impulso vengativo (treinta ojos por un ojo) que solo le hace daño a todos los ideales que impulsaron personas como David Ben Gurion o Golda Meir. Ben Gurion llegó a Palestina (entonces parte del Imperio Otomano) en 1906. Golda Meir, nacida nada menos que en Kiev, fue una sindicalista de estirpe socialista, y fundó con su marido un Kibutz en los años 20 del siglo pasado, cuando...
Conoce más
