Nadie puede asegurarnos que no padeceremos una espantosa demencia senil al finalizar nuestros días. Por tal motivo me he aventurado a escribir sobre un video que publicó la Deutsche Welle en español (ver modo de verlo al final). Contiene este la solución inteligente de los alemanes para un creciente problema en todos los países del mundo.
Durante tres meses viaja Donata para cuidar 24 horas a Adolfo, un exempleado ferroviario, anciano de 80 años que padece demencia senil hace cinco años y vive en Baden, Alemania. Adolfo camina, se para y se sienta solo, pero desconoce a sus tres hijos.
Cada tres meses sube Donata al autobús y viaja 17 horas hasta una ciudad polaca cerca de Cracovia, allí la esperan su marido, Pedro, que requiere diálisis y no puede trabajar, y su hijo Alexander de 19 años, quien cuida de su padre en ausencia de su madre. Pese a todo, sostiene Donata que se toma la vida como le viene y le da gracias a Dios por los beneficios recibidos.
Como Pedro no puede ni podrá trabajar por culpa de su grave enfermedad del riñón, ni cuenta con alguna asistencia estatal en su Rumania, entonces decidió Donata viajar a Alemania e integrarse con las 200.000 mujeres de Europa Oriental que trabajan allí en labores similares y regresan a sus países a vivir con sus esposos e hijos unos pocos meses.
Estas mujeres se trasladan a vivir de tiempo completo, día y noche, durante dos a cuatro meses, por lo general, en la vivienda de los ancianos. Esto, con el fin de encargarse de las provisiones, los servicios públicos, el aseo, la alimentación y la compañía, y tras unos cuantos meses las reemplaza otra para continuar la tarea.
Los gastos corren por cuenta, seguramente, de la pensión de jubilación del anciano. O de sus tres hijos, que lo visitan con frecuencia. Nada comenta al respecto el video, salvo que no es un programa con dinero oficial.
Sospecho que bien podría llegar a ser este un buen servicio futuro de salud de los colombianos dementes y una fuente de buenos ingresos para no pocas mujeres colombianas solteras o casadas.
El problema de la soledad en que perviven nueve de los 66 millones de habitantes de Reino Unido, o sea el 14%, tanto jóvenes como ancianos, de acuerdo con el censo de la Comisión de la Soledad, condujo a su Gobierno, a comienzos de 2018, a crear un nuevo ministerio: el Ministerio de la Soledad, para enfrentar esta triste realidad en la vida diaria de nuestros días de las personas que no tienen con quién hablar ni compartir experiencias ni opiniones. Muchos de nosotros vivimos con alguno de nuestros abuelos cuando niños. Pero tal convivencia es hoy poco frecuente en Colombia.
(Digitar en Google: “El reportero - Donata viaja para cuidar ancianos”).
Nadie puede asegurarnos que no padeceremos una espantosa demencia senil al finalizar nuestros días. Por tal motivo me he aventurado a escribir sobre un video que publicó la Deutsche Welle en español (ver modo de verlo al final). Contiene este la solución inteligente de los alemanes para un creciente problema en todos los países del mundo.
Durante tres meses viaja Donata para cuidar 24 horas a Adolfo, un exempleado ferroviario, anciano de 80 años que padece demencia senil hace cinco años y vive en Baden, Alemania. Adolfo camina, se para y se sienta solo, pero desconoce a sus tres hijos.
Cada tres meses sube Donata al autobús y viaja 17 horas hasta una ciudad polaca cerca de Cracovia, allí la esperan su marido, Pedro, que requiere diálisis y no puede trabajar, y su hijo Alexander de 19 años, quien cuida de su padre en ausencia de su madre. Pese a todo, sostiene Donata que se toma la vida como le viene y le da gracias a Dios por los beneficios recibidos.
Como Pedro no puede ni podrá trabajar por culpa de su grave enfermedad del riñón, ni cuenta con alguna asistencia estatal en su Rumania, entonces decidió Donata viajar a Alemania e integrarse con las 200.000 mujeres de Europa Oriental que trabajan allí en labores similares y regresan a sus países a vivir con sus esposos e hijos unos pocos meses.
Estas mujeres se trasladan a vivir de tiempo completo, día y noche, durante dos a cuatro meses, por lo general, en la vivienda de los ancianos. Esto, con el fin de encargarse de las provisiones, los servicios públicos, el aseo, la alimentación y la compañía, y tras unos cuantos meses las reemplaza otra para continuar la tarea.
Los gastos corren por cuenta, seguramente, de la pensión de jubilación del anciano. O de sus tres hijos, que lo visitan con frecuencia. Nada comenta al respecto el video, salvo que no es un programa con dinero oficial.
Sospecho que bien podría llegar a ser este un buen servicio futuro de salud de los colombianos dementes y una fuente de buenos ingresos para no pocas mujeres colombianas solteras o casadas.
El problema de la soledad en que perviven nueve de los 66 millones de habitantes de Reino Unido, o sea el 14%, tanto jóvenes como ancianos, de acuerdo con el censo de la Comisión de la Soledad, condujo a su Gobierno, a comienzos de 2018, a crear un nuevo ministerio: el Ministerio de la Soledad, para enfrentar esta triste realidad en la vida diaria de nuestros días de las personas que no tienen con quién hablar ni compartir experiencias ni opiniones. Muchos de nosotros vivimos con alguno de nuestros abuelos cuando niños. Pero tal convivencia es hoy poco frecuente en Colombia.
(Digitar en Google: “El reportero - Donata viaja para cuidar ancianos”).