En el programa radial La Hora de la Verdad (LHDV), dirigido por el señor Fernando Londoño Hoyos, se entrevistó al representante Óscar Darío Pérez, quien calificó como equilibrados los ingresos y los gastos de los $314 billones de nuestro presupuesto para 2021. El señor Sergio Calderón, también en LHDV, y Sergio Clavijo, en el diario La República, plantearon la necesidad de una nueva reforma tributaria para recaudar los $28 billones de ingresos que nos faltan en el presupuesto mencionado. A continuación, la propuesta de Calderón y Clavijo.
1. El IVA del 19% se cobra sobre el 45% del total de los bienes que se facturan a la fecha. La propuesta radicaría en extender su cobertura al 30% no gravado hoy de la canasta básica, con el fin de recaudar unos $10 billones adicionales por año. Un colombiano pobre que se gaste el 40% de su salario en alimentación resultará tributando por IVA el producto de 0,40 x 0,19 = 7,6%. Injusto impuesto para la clase pobre que, sospecho, no tiene similares en el mundo democrático.
2. Los salarios entre los $3 millones y los $5 millones/mes se gravarían del 1% al 5%; entre los $5 millones y los $10 millones/mes, del 5% al 10% para recaudar cerca de $3 billones/año.
3. Las pensiones de jubilación de más de $6 millones/mes se gravarían con el 5%, y las superiores a los $15 millones/mes con el 15%, para recaudar unos $5 billones/año. Recordemos que las pensiones de jubilación no aumentan año tras año a la par con el aumento del costo de vida, siempre les roban entre un 1% y 2%.
4. El confiscatorio impuesto a la riqueza seguiría siendo del 1% vigente hoy para quienes posean activos sobre los $5.000 millones. Pero en adelante se cobraría el 0,25% sobre los activos superiores a los $750 millones. Bien, si un capital de $5.000 millones rentara un 6%/año, interés razonable para una inversión que no sea especulativa. Con el fin de calcular su rentabilidad neta, al 6% debemos restarle en Colombia una inflación del 4%/año, más el 1% del impuesto a la riqueza, arrojando como interés neto el exiguo 1%/año. Y me pregunto: ¿acaso no se le justifica a ese ciudadano marcharse de Colombia?
5. Las gabelas y demás exenciones tributarias para 66 artículos le cuestan a la DIAN $80 billones por año, de acuerdo con el Instituto Colombiano de Contadores Públicos. Gabelas o exenciones tenemos para la importación de maquinaria, la agricultura, la salud humana, los arrendamientos… No me cabe la menor duda de que debemos reducir estas gabelas para lograr los inaplazables $38 billones/año necesarios para que una calificadora de riesgos como Fitch Ratings no afirme más que existe una probabilidad del 50% de rebajarnos la calificación, o sea, informarle al mundo que invertir en Colombia entraña grandes riesgos para los inversionistas.
Otras posibilidades para la marcha. Vender activos del patrimonio del sector financiero del Gobierno por $12 billones. Congelar algunos gastos del Gobierno, en especial los gastos para sobrellevar el coronavirus. Elevar nuestro modesto PIB per cápita con el fin de aumentar la tributación por medio de la mayor producción. Debemos dejar de figurar entre los bobalicones que creen que podemos competir en un comercio mundial libre con países que pagan salarios de hambre, que se apoderan de nuestros mercados tanto domésticos como extranjeros, por medio de sus competencias desleales con monedas devaluadas y elevados subsidios monetarios y tributarios para sus exportadores.