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Las consultas a los cocaleros

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Hernán González Rodríguez
11 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
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La inefable Corte Constitucional prohibió el pasado 19 de enero la aspersión aérea de los cultivos de coca con el herbicida glifosato al fallar cuatro tutelas presentadas por organizaciones campesinas, indígenas y afro, por incumplimiento del Gobierno de las reglas que la misma Corte estableció en 2017 para poder volver a asperjar, a saber: violación a “los derechos fundamentales, a la participación, a la consulta previa y al acceso a la información de los demandantes”.

“La consulta previa es el derecho fundamental de los grupos étnicos para poder decidir sobre medidas administrativas, legislativas, proyectos, obras o actividades que se vayan a realizar dentro de su territorio para proteger su integridad cultural, social y económica y para garantizar su derecho a la participación”.

Cultivar coca masivamente está totalmente prohibido por la ley. No entiendo cómo pudieron considerar los dos desacertados magistrados como un derecho fundamental celebrar consultas previas con unos “cocaleros violadores de la ley”. ¿Cuál integridad les protegieron? A los campesinos les pagan poco los narcotraficantes por sus hojas. ¿Acaso no protege el fallo a los narcos? Entiendo, además, que las consultas previas sí se han realizado, solo que han sido consultas virtuales en tiempos de Covid-19.

No soy abogado, pero como ciudadano del común, me ha llamado la atención que tan solo dos de tres magistrados de la nociva Corte hayan fallado sin tener en cuenta ni al Legislativo y al Ejecutivo, ni a 50 millones de colombianos. Coincido con quienes estiman que decisiones de esa trascendencia deberían tomarse con el voto de todos los magistrados, en Sala Plena.

El narcotráfico es el origen de los mayores males y atrasos de Colombia: Violencia en el campo y en las ciudades, desplazamientos, contrabando, dólar barato para importar barato e imposibilitar con este las labores agropecuarias, para desindustrializar el país, para elevar el desempleo y la miseria… Asperjar con glifosato es una valiosa herramienta del Gobierno para combatir los plantíos ilícitos.

De acuerdo con la Constitución, el encargado de la seguridad del país es el presidente, no esos dos magistrados que pasarán a la historia como grandes usurpadores de los derechos del Ejecutivo y obstaculizadores del progreso de los colombianos.

Sospecho que muy pocos colombianos justifican la ineficaz y lenta erradicación manual de los cultivos de coca ejecutada por los soldados. Decenas de ellos resultan asesinados y mutilados por las minas antipersona. Entiendo que no trascurre mucho tiempo para volver a replantar la coca erradicada en forma manual. Con el glifosato no es tan rápido y las matas no son tan fértiles.

Quien esto escribe asperjó con glifosato un pequeño cultivo de naranjas durante 23 años y no recuerdo efectos nocivos entre mis colaboradores o entre los de mis vecinos también cultivadores.

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Gabriel(7913)12 de febrero de 2022 - 04:16 a. m.
Por lo menos reconoce su ignorancia jurídica, la cual le permite escribir tantas insensateces juntas. Por otro lado, también hace evidente su ignorancia en cuestiones sanitarias cuando compara el riego de un pequeño cultivo de naranjas con la aspersión aérea indiscriminada. Además, con que derecho se toma la vocería de la mayoría de los colombianos.
Ernesto(8914)11 de febrero de 2022 - 10:38 p. m.
Ahora entiendo: cuando asperjaste tus naranjas, el glifo te hizo daño en tu raciocinio y en tu manera de pensar. El narcotráfico es solo uno de los problemas grandes de este país, además aupado por la clase dirigente. La aspersión no ha solucionado nada en 50 años de narcotráfico.
Alex(50448)11 de febrero de 2022 - 08:29 p. m.
Qué no tuvo efectos? Mírese al espejo. Para no hablar de las serias lesiones cognitivas, a juzgar por lo que escribe
Iader(95891)11 de febrero de 2022 - 05:56 p. m.
Totalmente fuera de contexto, el gran causante del narcotrafico y la violencia asociada es el abandono estatal, que no se suple fumigando veneno.
DANIEL(93244)11 de febrero de 2022 - 05:54 p. m.
El gobierno debe definir las políticas para combatir el narcotráfico, sí, pero eso no puede significar, de ninguna forma, envenenar a los campesinos y sus tierras, así como combatir la inseguridad en Bogotá no puede ser bombardear la ciudad. Creo que, al menos a usted, sí le afectó la aspersión usada en su finca, quitándole buena parte del buen juicio.
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