Rodearse bien

No es un descubrimiento alguno, cuando un político o un director técnico de fútbol se equivoca y nombra asesores de discreto aporte. En las elecciones que se avecinan habrá un ganador. Sea cual fuere, el mayor riesgo que encontrará en su gestión de comienzo es elegir bien a los ministros que lo van a acompañar. Es increíble, por lo visto, que muchos de los llamados a esos cargos ni saben y menos se interesan por saber de la materia a manejar. Por eso, como en el fútbol, en un período de cuatro años se dan tantas rotaciones en esos cargos.

Fue una invención histórica o una leyenda que dos historiadores de Roma y sus emperadores aseguraron que Calígula, perverso y dueño de un extraño sentido del humor, quiso nombrar cónsul y senador a su caballo favorito, Incitato. Se asegura que la reacción de los senadores fue mandar a asesinar a Calígula.

No creo que lleguemos algún día a tanto. pero lo cierto, entrando al campo que nos atañe del fútbol, sí vemos con tristeza, en el afán de levantar el nivel de juego y espectáculo, cómo la gran mayoría de equipos solo piensan en el negocio, sin hacer las inversiones requeridas para armar genuinos equipos. Vender y vender es la motivación exclusiva.

Entiendo que existen equipos orientados a ese fin: Cortuluá, Envigado y podría incluir al Quindío. Es preciso entenderlos. Otros llamados grandes cuentan con buen respaldo económico y en ese rubro están Nacional, Júnior y alcanzan Tolima, Millonarios, así no haya logrado ubicar a su goleador, aunque figuran en su nómina Valencia, Herazo y Márquez. Nadie vive del recuerdo, aunque Millos tuvo nombres ilustres, comenzando por Di Stéfano, Funes, Irigoyen, Maglioni, Paniagua. Esto para anotar que es casi obligación conseguir un definidor, antes que emigre Daniel Ruiz y termine su ciclo David Mackallister Silva.

Ahora bien, equipos como Cali, Santa Fe, Medellín, Once Caldas y Bucaramanga deben hacer el esfuerzo de montar mejores planteles y no conformarse con préstamo de jugadores, que resultan aves de paso. Mucho se habla de las divisiones inferiores. Allí, despojados de intereses particulares y recomendaciones, alguien debe encontrar la manera de potenciar a quienes pinten mejor para el futuro.

Rodearse bien es lo que requiere el presidente por llegar. Ganar es para celebrar. Gobernar es para trascender en ese puesto. Lo mismo para Néstor Lorenzo, el nuevo orientador de la selección de los dueños de los equipos. Él debe saber que hay un ejercicio de nepotismo en su empleador y hasta empresas constituidas en el exterior que lo van a rodear y fustigar, a estar pendientes de la liquidación del contrato, porque eso da utilidades a ese entorno.