Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Quiero agradecer la cantidad de comentarios recibidos, a raíz de la propuesta sobre el nombre de Leonel Álvarez como técnico de una futura selección de Colombia.
Hubo de distintos matices, como edad senil, despropósito e inmadurez. Curiosamente estando viejo, considero que un joven relativamente tiene derechos, como seguramente habrá otros. Sin embargo, pocos de los escribientes sugirieron otros nombres y por el contrario se empeñaron en señalar lo biche que está Leonel y los muchos partidos por dirigir que le faltan.
Curiosamente encontré alguno descalificando por el sólo hecho de ser paisa. Quiero recordar que los últimos tres fueron, dos del Valle y otro de Santander, lo cual significa la poca importancia del sitio de nacimiento.
Solamente quiero agregar dos detalles: ninguno de los tres anteriores fue jugador profesional. Leonel jugó durante 20 años, pues comenzó en 1983 en el Medellín y terminó en el Quindío (en total 463 partidos en el país). Después de jugar unos años en España, fue jugador campeón en Colombia y en la Copa Libertadores, lo cual algo debe representar en su hoja de vida. Acepto que otros nombres del medio estén tan capacitados como él o más si se quiere. Mi petición abrió el camino sano a la discusión y ojalá lleguen más correos sobre el asunto, aclarando si debe ser foráneo o nacional.
Viendo la fecha, pobre en goles y con asistencias discretas, sólo Bogotá y Medellín exhibieron el blindaje que los hinchas lucen después de la eliminación. Vi a Júnior en buen arranque de juego, quedándose después dormido y dejar escapar el triunfo. Me gustó la buena intención del Real de jugar a ras de piso y el excelente sentido de asociación. Confirmé el excelente momento de Jackson Martínez y la recuperación de Luis Fernando Mosquera, un jugador que debe convencerse de sus condiciones y no jugar a cuentagotas, hecho que ocurrió en su paso por Santa Fe.
Giovanny Moreno hace jugadas aisladas para el aplauso y hasta inventa remates para gol. Es un jugador extraño, tiene todo para ser más influyente en el juego, aunque parece no tener presente el principio de asociación tan necesario en el juego. Nacional, por lo visto, depende de los pelotazos o cobros de costado del brasileño Bahiano, que los hace bien, sin que prosperen los cabeceadores en su aporte.
Quiero finalmente recordar a César Rubens, un señor kinesiólogo. Vino a Bogotá traído por Santa Fe. Después vivió en el vestuario de Millos por muchos años hasta su merecida jubilación. Sus remedios caseros, agua caliente con sal y sulfato y sus infiltraciones oportunas fueron reconocidas en su época. Paz para quien se quedó a vivir entre nosotros y nunca aprendió a hablar castellano, pero se ganó el corazón de sus amigos, porque fue un hombre bueno.
