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¿Cómo tratar a las pandillas?

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Hernando Gómez Buendía
16 de julio de 2023 - 02:00 a. m.
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Las ideologías nos inducen a creer que hay un remedio simple para cada problema complicado. Y por eso ninguna ideología resuelve los problemas que quiere resolver.

Un ejemplo perfecto de este tipo de falacias se está dando a raíz de la propuesta del Gobierno para combatir la criminalidad mediante el pago de un subsidio a los jóvenes que se dedican al hurto o a la violencia callejera.

La idea ha merecido burlas y rechazos de la ciudadanía, porque implica nada menos que premiar las conductas criminales: los jóvenes delincuentes serán mejor tratados que los millones de jóvenes que viven dentro de la ley. La senadora Cabal o Enrique Peñalosa añaden que la verdadera intención del presidente es financiar una milicia petrista, una especie de “primera línea” que le ayude a realizar su secreto proyecto autoritario.

Pero las cosas en realidad no son tan simples. Para no enredarnos demasiado, recordaré que la idea ya fue aplicada en Bogotá… y que no fue el fin del mundo como teme la derecha ni fue el remedio eficaz que dice ahora el Gobierno.

Precisamente porque en Colombia se gobierna con ideologías —y no con evidencias—, el programa de Jóvenes en Paz que subsidió a miles de pandilleros bajo la alcaldía de Petro nunca fue evaluado: nadie sabe qué tanto redujo la delincuencia o qué tanto estimuló a los delincuentes. Lo que sabemos es que, según algunos testimonios, hubo jóvenes que sí dejaron de delinquir y que las tasas de hurto o de violencia en general no cambiaron. Es decir que tal vez el programa sirvió para algo, pero no para tanto que digamos.

Las ideologías, entonces, se limitan a exagerar los beneficios de sus propias recetas y a subestimar los daños que les advierten sus críticos. Lo malo es que ninguna de las dos ideologías hace lo que en efecto debe hacerse para tratar algún problema real, porque los problemas reales son problemas complicados.

En este caso hay cientos de estudios que muestran la relación entre juventud marginada y pandillerismo. No hay duda de que los hombres entre 15 y 24 años que no estudian, ni trabajan, ni tienen futuro, ni esperanza en una ciudad dura y una cultura insolidaria son la reserva que alimenta a las pandillas en cualquier país del mundo. Esta es la evidencia que toma y que deforma el presidente Petro para inferir que la marginalidad es causa de la violencia y que “pagar para no robar” es el remedio perfecto.

Pero también hay cientos de estudios que muestran la relación entre probabilidad efectiva de ir a la cárcel y reducción de la delincuencia. No hay duda de que el castigo previene la criminalidad en todas sus variantes. Esta es la evidencia que toma y que deforma la derecha para pedir mano dura como remedio perfecto contra la delincuencia.

Bukele, en El Salvador, es el ejemplo de moda en la derecha, del simplismo que aplica la mano dura, pero ignora las causas reales del pandillerismo… y acaba por hacer más mal que bien. Petro, su ministro de Justicia y su comisionado de Paz son el ejemplo de moda en la izquierda, del simplismo que aplica la mano blanda, pero ignora que la impunidad es el caldo de cultivo de la delincuencia… y acaba por hacer más mal que bien.

¿Cuándo tendremos un gobierno maduro, una oposición madura y una opinión madura para entender que los problemas no se arreglan con ideologías, sino con el conjunto de herramientas disponibles, utilizadas de manera racional, en función de circunstancias específicas y sobre la base de las evidencias?

* Director de la revista digital “Razón Pública”.

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FRANCISCO(61977)17 de julio de 2023 - 02:25 a. m.
Por qué tenía que meter a Maduro en este baile?
jairo(7137)16 de julio de 2023 - 11:38 p. m.
Por lo dicho por el columnista, el que está madurito para poner en marcha el horizonte correcto es el. Dejemos que las iniciativas maduren y en ese momento se evalúan y validan para bien o mal. Dejen trabajar al mamerto.
Sigifredo(51538)16 de julio de 2023 - 09:40 p. m.
Puede ser muy simple la estrategia de Bukele en El Salvador o la de Lee Kwan Yew en el Singapur de los 60 hasta los 90, pero hay que ver sus resultados. Resultados, no retórica, maestro.
Sergio(3490)16 de julio de 2023 - 06:25 p. m.
Que artículo tan superficial y maniqueo en su concpetualización. que pereza mental y abulia para intetar una profindización del tema desde todos los elementos que la propuesta contiene. Hay deshonestdad intelectual en el columnista.
Humberto(12832)16 de julio de 2023 - 05:37 p. m.
Titula con las pandillas y habla de ideologías. ¿qué son los partidos políticos sino burbujas de ideologías? Esta vez no paso de ser una columna con disparos de escopeta de regadera. ¿cuando tendremos un gobierno maduro? cuando tengamos personas maduras con las posibilidades que ha tenido el autor de la columna de madurar y logren comunicarlo con madurez.
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