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Construir democracia

El Estado y los medios de comunicación

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Hernando Roa Suárez
24 de diciembre de 2025 - 05:02 a. m.
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Es un gran riesgo para la institucionalidad democrática colombiana elegir inexpertos para la dirección y el manejo de lo público.

Quien examine incisivamente el papel de los medios de comunicación en los procesos electorales, encontrará que, para el intervalo (1990 – 2025), su importancia en Colombia ha sido cada vez más decisiva.

Conocemos que de acuerdo a las orientaciones de quien guíe al Estado, estaremos en presencia de sociedades en búsqueda de autonomía, libertad, cohesión, originalidad y creatividad ó de sociedades dependientes, opresivas, desintegradas, repetitivas o tiránicas.

¿Cuál es el papel del Estado en relación con los procesos comunicativos? A través del mensaje del conjunto de los medios de comunicación, hay muchas transmisiones y contenidos velados y mensajes subliminales que impiden, a una proporción muy significativa de la población, el que se puedan construir sociedades autónomas; donde la desintegración de la sociedad se impulse o donde se transmitan valores para que seamos solamente, repetidores e increativos1.

Todas las veces que distintos modos y medios de comunicación, sean usados para cosificar nuestras conciencias, se está atentando contra la consolidación de nuestra democracia2 y la gobernabilidad. Me inclino a pensar que, si ese es el mensaje que se trasmite, en el futuro de Colombia, no será posible la democracia participativa.

La experiencia nos indica que en nuestro país, se trata de que los medios de comunicación sean usados para tener sociedades en búsqueda de más autonomía y de más libertad. Libertad y responsabilidad para enfrentar la anomia y la atonía; las conductas desviadas y la pérdida de tejido social.

Estos medios, deben ser empleados también, para producir más cohesión social; más conciencia de lo que importa ser colombiano hoy y más información sobre las dificultades e injusticias en que se encuentra la mayoría de la población.

Debemos estar atentos sobre los sectores que han pretendido desprestigiar la democracia colombiana en una forma irresponsable y malintencionada. Irresponsable y malintencionada porque se ha querido desinstitucionalizar a Colombia, para entrar a saco en el proceso industrial y en el proceso financiero; tenemos que meditar sobre sus efectos.

Promover una Nación más cohesionada, implica reflexionar a fondo en torno a lo que demócratas como Rafael Uribe Uribe y Alberto Lleras Camargo, por ejemplo, llamaron los grandes proyectos nacionales. En este mismo sentido, es necesario que retomemos el pensamiento de colombianos como los dos citados y Jorge Eliécer Gaitán, Gabriel Turbay, Alberto y Carlos Lleras, Virgilio Barco y Luis Carlos Galán...

Los medios de comunicación, por su parte, deben contribuir a una mirada integral de la historia de Colombia, que también está llena de arbitrariedades; irracionalidades; despojos; e iniquidades. Y al mismo tiempo, está llena de grandeza y de presidentes que fueron estadistas. Nuestra Nación está llena de acciones espléndidas; de esfuerzos magníficos; de proyectos de desarrollo viables; de industrias eficientes y de realizaciones histórico-democráticas significantes.

Es a la totalidad compleja de nuestra población, en sus diversos territorios y culturas; a sus organizaciones sociales; a los universitarios, profesionales y líderes de la comunidad, a los que estamos invitados a comprender, que debemos transformarnos, de verdad, en una sociedad más cohesionada y realmente libre. Una Colombia donde la originalidad y creatividad, por ejemplo de: García Márquez; de Grau y de Obregón; y de Rodolfo Llinás…, sean espacios para que la mayoría de nuestra población esté en posibilidad de desarrollar el arte, la cultura y la política, para fortalecer su vocación democrática y defender sus valores con eticidad.

Nuestro país no necesita de advenedizos que, de la noche a la mañana, pretenden presentarse como abanderados de una patria nueva. Nuestras Fuerzas Armadas han sido formadas para la defensa de la democracia y no necesita la presencia de esos presuntos líderes sin experiencia en el complejo manejo de lo público.

Como puede observarse, la problemática del Estado y los medios de comunicación es interdisciplinaria3 y compleja. Necesitamos ahora, para el 2026, gobernantes formados en el conocimiento teórico y práctico de la política como arte y ciencia; no deseamos más politiqueros ineptos e incapaces. Los gobernantes actuales y futuros, deben prepararse para el ejercicio de su cargo, mediante el conocimiento y la práctica de la política, para ser ejercida éticamente.

roasuarez@yahoo.com

Referencias

1. Estúdiese cuidadosamente el proceso de selección de Presidente, durante la primera elección del Señor Donald Trump…; también, el proceso que se siguió en Colombia, cuando más de 10 millones de colombianos votaron por uno, realmente inepto e incapaz para el ejercicio del cargo.

2. Véase GIRALDO, Fabio (1999). De la religión, del almendrón y del agua. En: ¿Para dónde va Colombia?. Tercer Mundo, Santa Fe de Bogotá, págs.126-139.

3. Porque la economía, la política, la historia, la filosofía, la antropología, el derecho, la sociología, la psicología, el psicoanálisis, la lingüística, la geografía y el trabajo social, trabajados rigurosamente, facilitan la observación, descripción, explicación y predicción de los problemas vinculados al papel del Estado y los medios de comunicación en nuestros días.

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