Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Homenaje a Mario Bunge (1919-2020): hacia una nueva conciencia científica en América Latina (I)*

Hernando Roa Suárez

04 de marzo de 2020 - 12:00 a. m.

“La ciencia sobrevivirá su crisis actual si así lo desea la generación que hoy tiene las riendas del poder político, económico y cultural. Sobrevivirá si esta generación hace algo por superar la cuádruple crisis cultural, energética, económica e internacional. Todo cuanto sabemos es que o bien encaramos la crisis de manera racional o realista, o nuestra civilización, o aun nuestra especie, se extinguirá. El gran dilema de nuestro tiempo es, pues, racionalidad y realismo o extinción”. Mario Bunge.

PUBLICIDAD

Recordando que Mario Bunge es considerado el más importante epistemólogo de la ciencia latinoamericano y como un homenaje a su vida, es inmensamente grato retomar la siguiente entrevista. El lector cuidadoso tendrá en cuenta el alcance de los planteamientos aquí expuestos, observando que fueron desarrollados hace 30 años.

El fortalecimiento de los sistemas científico-tecnológicos latinoamericanos.

Hernando Roa. La revisión histórica del proceso de enseñanza-aprendizaje latinoamericano indica que nuestra calidad intelectual, salvo excepciones, no ha sido adecuadamente potenciada. ¿Qué recomendaciones haría a los gobiernos democráticos latinoamericanos para fortalecer sus sistemas científico-tecnológicos y favorecer así el advenimiento de nuevos científicos?

Mario Bunge. Creo que habría que tomar muchas medidas a todos los niveles: mejorar la enseñanza de las ciencias en las escuelas primarias y secundarias. Crear muchísimas escuelas técnicas y secundarias. Tendría que haber más estudiantes de escuelas secundarias que de universidades. La única manera de hacer las cosas, me parece, es organizando centros de excelencia, plantas piloto, que sirvan de modelo para otros. Por ejemplo: escuelas primarias y secundarias públicas, donde se reúna a los mejores maestros. Hay que ir por partes, estableciendo plantas piloto y simultáneamente reforzando los centros universitarios, los primarios y los secundarios.

Read more!

Obsérvese que los niños tienden a malgastar su tiempo en las escuelas primaria y secundaria y son motivados en contra de las matemáticas, de las ciencias naturales, y de las ciencias técnicas porque suelen tener malos profesores. O sea que les enseñan a odiar esas disciplinas. La repetición, el trabajo poco interesante, el aprendizaje de memoria en estas áreas, siguen siendo la regla en los países latinoamericanos, aunque parezca mentira. ¿A quién le gusta ese tipo de aprendizaje?

En cuanto a la técnica, es inútil seguir teniendo ingenieros si no van a ser empleados del país. Hay que invertir más en las industrias y tecnificar el sector agropecuario. Esto no quiere decir reemplazar a los campesinos por máquinas, sino enseñarles a utilizar ciertas técnicas que mejoren el rendimiento del suelo, el abono, la selección de semillas, etc. Creo, en suma, que nuestros países están atrasados en todo y que el atraso científico y técnico no se va a corregir con sólo impulsar la investigación.

Démonos cuenta de que no puede haber una técnica avanzada si no hay ciencia básica avanzada. Para mejorarla hay que dar becas a los estudiantes de ciencias y técnicas porque es la gente que evidentemente va a ganar menos que los abogados o los contadores. De modo que hay que darles esa pequeña ventaja, de acuerdo con un riguroso proceso de selección.

Read more!

Hay que preparar la gente antes de salir, no hay que mandarla para que haga estudios elementales, sino una vez que se hayan graduado. Ese es el consejo que daba el argentino Alberto Houssay, Premio Nobel en fisiología. Él decía: «Primero formar la gente en el país» porque cuesta enviarla afuera y segundo, porque si la gente se acostumbra a investigar utilizando los grandes recursos de que disponen los laboratorios norteamericanos, por ejemplo, al regresar al país lo primero que van a querer hacer es volverse al primer mundo en lugar de quedarse aquí.

Complementariamente, no mandarlos solamente a los Estados Unidos. Enviarlos a muchos lugares incluyendo países de América Latina. Debe haber un intercambio. ¿Por qué no hacer un intercambio entre los países hermanos? Se podría venir a Colombia a aprender periodismo científico. Todos podemos aprender de los demás y en particular de los países hermanos que hemos solido despreciar siempre, o algo peor, que hemos solido odiar. ¿Qué hacer entonces? Cooperación en todos los sentidos. En física, se viene haciendo en el Club Latinoamericano (CLAF) que es una organización muy importante, con veinte años de existencia. Después, está el Club Latinoamericano de Biología (CLAB), que funciona bien. Habría que fundar otros clubes semejantes y darle cabida a los investigadores ya formados y a estudiantes graduados.

No ad for you

La satisfacción de las necesidades básicas.

H.R. Pensando en un aspecto de nuestra realidad ¿cómo cree que la ciencia y la tecnología pueden contribuir a la satisfacción racional de las necesidades básicas?

M.B. La ciencia, en forma indirecta, satisfaciendo la curiosidad; enriqueciendo la cultura científica popular que es muy pobre, no solamente aquí sino también en todo el mundo. También, mejorando la técnica que a su vez sirva para la industria de bienes y servicios, realmente útiles, no simplemente cosas vendibles. Dar prioridad a las necesidades básicas, por ejemplo: alimento, habitación, salud, transporte público, en lugar de dar prioridad a las carreteras para uso de automovilistas particulares. En ese sentido, la ciencia y la técnica sirven en forma indirecta ya que todo depende de las decisiones que tomen la empresa privada y el Estado. Desde luego que, por ejemplo, en el terreno de la salud, para que haya buenos médicos, tienen que aprender, en buenas facultades de medicina, biología, fisiología, anatomía y química. Para que haya buenos científicos y además gente que haga las dos cosas al mismo tiempo.

No ad for you

En ese sentido, algunos hospitales de Inglaterra y de Canadá, son modelo. Por ejemplo, en Canadá en los hospitales asociados a la Universidad de McGill, hay gente como el argentino Aguayo, que es jefe del servicio de neurología y al mismo tiempo es un experto mundial en cultivo de tejido nervioso del sistema nervioso central. Hay, de otro lado, en Londres gente que hace a la vez psicología experimental, psiquiatría y neurología. Es decir, ven no solamente ratas sino también pacientes humanos y de esa manera hacen avanzar el proceso. Así mismo, en el National Institute of Health, hay gente como Mortiner Mishkin que hace neurociencia y medicina y de esa manera, al unir la ciencia básica con la técnica, se genera conocimiento nuevo.

Una de las necesidades fundamentales del hombre es la de saber y la verdad es que sabemos poco. Se acaba de hacer una encuesta en los Estados Unidos y en Inglaterra que muestra que la mitad de la población norteamericana no sabe que la tierra gira entorno al sol; cree que es al revés, que el sol gira en torno a la tierra. También, la mitad de la población de los Estados Unidos rechaza la biología evolucionista, porque no se ha enterado o la rechaza por motivos religiosos. En todo caso, no la reconoce. Preguntados si la astrología es una ciencia, el 88% respondió que sí. Esto aparece en el último número de la revista Science. Nos enteramos por la misma revista que países tales como Corea, Japón y Canadá están muy por encima de los Estados Unidos en formación científica, ciencias naturales y matemáticas.

No ad for you

roasuarez@yahoo.com

Referencia

* La presente publicación es un extracto de la entrevista que me fue concedida por Mario Bunge a raíz del seminario sobre El futuro de la ciencia, realizado en Bogotá en febrero 23-25 de 1989, Universidad Javeriana - Fundación para el Avance de la Psicología. El profesor Bunge fue autor de Treatise on Basic Philosophy. 8 vols. McGill University, Montreal (1974, 1979, 1983, 1989, 2012). Tratado de filosofía. 4 vols. Gedisa editorial, Barcelona, y múltiples artículos en revistas indexadas de la más alta calidad académica, a nivel mundial. Profesor honorario y exdirector de la Unidad de Filosofía de la Ciencia de la Universidad de McGill, Canadá, y 52 títulos honoris causa en importantes universidades de diversos continentes.

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.