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Construir democracia

Liderazgo político democrático VII. Benito Mussolini (1883-1945)

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Hernando Roa Suárez
22 de enero de 2025 - 05:00 a. m.
Mussolini
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“Para el Fascismo, el Estado es un ente absoluto, ante el cual individuos y agrupaciones son lo relativo”. B.M. La doctrina del Fascismo. 1932.

Notas iniciales. Nació en Dovia de Predappio (Romagna), hijo de herrero y maestra de escuela. A los 18 años se afilió al Partido Socialista Italiano. A los 22, regresa de Suiza, cumple el servicio militar y es encarcelado por sus ideas políticas.

Ejerce algunos años como maestro de escuela para lo cual había estudiado hasta los dieciocho años. Antes de convertirse en político beligerante, a partir de su intervención en el Congreso del Partido Socialista de 1912, ejerce como periodista en Giustizia; L’avvenire del laboratore; Popolo d`Italia; La lotta di clase; y Avanti. Anotemos que, teniendo en cuenta su temperamento rebelde, arribista y exhibicionista, encontró en el periodismo un espacio para expresar sus polémicos planteamientos y desarrollar, parcialmente, su ideología y prácticas políticas. En 1915 se casó por lo civil con Rachele Guidi y tuvo varios hijos.

El surgimiento del fascismo. Si pensamos en la época de entreguerras (1918-1939), encontraremos que en Italia se dan un conjunto de factores explicativos que facilitan la comprensión del proceso del surgimiento y consolidación del fascismo. Esos factores son:

i) El crecimiento industrial italiano. ii) La devaluación.

iii) El desempleo. iv) El deterioro de los sectores medios de la población.

v) El crecimiento de la beligerancia y del poder sindical. vi) Las luchas campesinas.

vii) La pérdida del poder y desorganización de los sectores políticos tradicionales. viii) La problemática campo-ciudad; y ix) El desarrollo del socialismo a nivel mundial.

En 1919, Mussolini funda los Fascios Italianos de Combate (Fasci di Combattimento) que se caracterizan por su pragmatismo, nacionalismo exagerado y la acción violenta como lucha política. El fascismo nace entonces, como una necesidad de acción, con respaldo de la pequeña y mediana burguesía, que utiliza hábilmente el descontento existente en amplios espectros sociales y el vacío político provocado por el fracaso organizativo de los más importantes partidos y movimientos políticos tradicionales.

El fascismo creció buscando combinar apoyos del campo y la ciudad, habiendo recibido la ayuda del gran capital industrial y agrario que emplearon las Escuadras de Acción para atacar las organizaciones sindicales obreras.

El fortalecimiento del fascismo. Es entonces que, con el respaldo del gran capital, Mussolini es elegido diputado en 1921 y transforma el movimiento de los Fascios en el Partido Nacional Fascista, orientado ideológicamente por Giovanni Gentile. Hacia 1922, la fuerza política de Mussolini le permite situarse como árbitro ante la división de la izquierda y las crisis del Estado y los partidos políticos. La famosa “marcha sobre Roma” de octubre de este año, fue decisiva para el ascenso de Mussolini al poder y Víctor Manuel III le encarga, al ya Duce, la formación del gobierno. En ejercicio de su responsabilidad política, va evolucionando lenta y seguramente de actitudes colaboracionistas, con liberales derechistas y el partido popular, hacia la fascistización de la sociedad.

La dictadura. El asesinato del diputado socialista Matteotti en 1924, marca abiertamente la vocación gubernamental hacia la dictadura y el totalitarismo. Gobernando con la cooperación del Gran Consejo Fascista de 1928, cristaliza su poder en 1939 con la creación de la Cámara de los Fascios y las veintidós Corporaciones presididas por él. El Duce deviene dictador y a continuación se prohíben los partidos políticos; la libertad de prensa y la libertad de organización sindical. Las medidas anteriores, son complementadas con la creación de un partido único y la policía política para el terror. Así mismo, “durante el régimen fascista en Italia, el retrato de Mussolini estaba en todas las escuelas con el lema: Mussolini siempre tiene razón”.

La política internacional del fascismo. En cuanto a la política internacional italiana, para esta época, fue orientada según la voluntad del Duce que se opuso al Tratado de Versalles y esperaba hacer devenir su país en una potencia, a pesar de sus limitaciones estructurales. Dentro de su estrategia global, esperaba mantener el no entendimiento entre Francia e Inglaterra y convertirse en la gran influencia a lo largo del Mediterráneo. Más aún, creía en la necesidad de consolidar un imperio colonial que proclama en 1926.

Hacia 1939, cuando estalla la segunda conflagración mundial, Italia es “no beligerante”. Sin embargo, hacia junio de 1940, se alía con Hitler y declaran la guerra a Francia y Gran Bretaña, con la solidaridad del Japón.

Al realizar un balance de lo que fue la participación de Italia en esta guerra, puede deducirse que fue altamente perjudicial en: pérdidas de vidas humanas; descomposición social; y desprestigio político y económico. Complementariamente, quedó clara la ineptitud estratégica militar del Duce y su sometimiento finalmente vergonzoso a los designios del Führer. Hubo improvisación y aventurerismo en el manejo de la política externa y en la conducción de la guerra.

Publicaciones. Revisando las publicaciones de Mussolini, se pueden destacar: El Diario de Guerra; Mi Vida; La Doctrina del Fascismo; Escritos y Discursos; y el Testamento Político.

Balance final. Observemos finalmente que, frente a la crisis del Estado italiano, se presenta como una alternativa que capta el descontento de los sectores mayoritarios de la población. Sin embargo, sus orientaciones ideológicas y prácticas políticas demostraron -a la larga- su inconsistencia e incapacidad histórica para dirigir y organizar un proyecto político que permitiera cristalizar el proceso de modernización que necesitaba Italia(1). No olvidemos que, como sostiene W. Ebestein: “Donde la democracia es fuerte, valerosa, con voluntad para aceptar el cambio, hay muy poco peligro de fascismo(2). roasurez@yahoo.com

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Referencia

1. Compleméntese con el análisis comparado Mussolini-Hitler, que se encuentra en el artículo VIII de esta serie.

2. Ebestein, William. (1965). Los grandes pensadores políticos. Revista de Occidente, Madrid.

Bibliografía mínima inicial

BALBO, Italo. (1933). La marcha sobre Roma. Alemania.

CIANO, Galeazzo. (1947). Diary 1939-47. Londres.

GRAMSCI, Antonio. (1947). Obras. Vol I. Turín.

KIRKPATRICK, Sir Ivone. (1965). Mussolini. Análisis de un demagogo. España.

NOLTE, Ernest. (1970). El Fascismo. De Mussolini a Hitler. Luis de Caralt. Barcelona.

POULANTZAS, Nicos. (1975). Fascismo y dictadura. Siglo XXI. México D.F.

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Ángel(62526)22 de enero de 2025 - 05:15 p. m.
Ummm le faltó la principal: CRECIMIENTO DE BOLCHEVIQUES INVADIENDO EUROPA CON IDEOLOGÍAS COMUNISTAS, ¡BASURA QUE EMPOBRECE! Como sucede con Hispanoamérica HOY desde el Rio Bravo hasta la Patagonia, bulto de naranjas podrido por culpa de UNA ÚNICA NARANJA PODRIDA, LAMADA CUBA. 😡😡😡 Ing en Dubai
Gines(86371)22 de enero de 2025 - 04:40 p. m.
Hay muchas semejanzas entre el petardo Mussolini y el “matarife” colombiano: ambos incultos, ambos con sed de poder, narcisos ambos, con visiones muy limitadas de la realidad histórica que les tocó vivir. Mussolini fue en lacayo de Hitler al igual que duque del matarife. ¡Ni más ni menos!
Carlos(71824)22 de enero de 2025 - 11:33 a. m.
Muy interesante. Gracias por su artículo.
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