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Construir democracia

Liderazgo político democrático XXXI. Cualidades básicas del líder

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Hernando Roa Suárez
16 de julio de 2025 - 05:01 a. m.
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Ahora es un momento apropiado para seguir contribuyendo al surgimiento de líderes políticos democráticos y estadistas…

Notas introductorias. En campaña electoral adelantada, gracias a las intervenciones prematuras del Señor Presidente de la República, dedicaré las próximas columnas a presentar cualidades, actividades, reflexiones psicosociales y prácticas para la vida cotidiana, que faciliten el ejercicio democrático del liderazgo y la formación de estadistas para Colombia. Para tal efecto, buscaré ilustrar con ejemplos precisos, cómo ellas han sido ejercidas por políticos demócratas colombianos, latinoamericanos y europeos de los siglos XX y XXI1.

Ante la situación política mundial contemporánea y su influencia entre nosotros, como columnista de El Espectador, considero mi deber poner en conocimiento de la opinión pública que efectivamente nuestra democracia está en peligro, gracias a la falta de presencia del Estado; la descoordinación y desprogramación intra e inter ministerios e institutos descentralizados; la corrupción; el narcotráfico; el paramilitarismo; el empleo de la minería ilegal; los llamados partidos tradicionales convertidos en empresas electorales dirigidos prioritariamente por gamonales nacionales y regionales deshonestos, corruptos e ineptos para la realización de grandes proyectos.

Son manifestaciones complementarias de nuestra crisis: La falta de líderes políticos demócratas y éticos, que congreguen amplios sectores de la opinión nacional; las bandas criminales; la deficiente participación política electoral especialmente en los sectores mayoritarios de la población; algunos grupos de presión, sin conciencia política y responsabilidad histórica con el país; la ausencia de formación política apropiada en las facultades de ciencias naturales y sociales; la insuficiente formación en torno a la problemática ambiental; la reducida participación de la juventud en el proceso político; la deficiente calidad en la participación de programas que promuevan la importancia de una formación política actualizada; el exiguo porcentaje del PIB dedicado a la ciencia, la investigación, la innovación y la inteligencia artificial; y las serias amenazas a la institucionalidad y la gobernabilidad democrática.

Tratándose del análisis interdisciplinario2 que conduce al conocimiento de los procesos que dan origen al liderazgo político, deben notarse las correlaciones existentes entre los procesos históricos y el surgimiento de los líderes y estadistas. Me inclino a pensar que su advenimiento no es fruto del azar. El líder nace y se hace, en la medida en que responda creativamente a lo socio-histórico en que le corresponde vivir y realizar su existencia y vocación.

Frente a la configuración actual del poder mundial (2025)3, se impone actuar con conciencia latinoamericana solidaria. Seguir fragmentados y divididos es funesto para el destino de nuestros pueblos. Los esfuerzos dirigidos a concretar múltiples formas de cooperación horizontal entre los distintos grupos –gubernamentales y no gubernamentales- que se han ido creando al interior de la América Latina y Colombia, abren posibilidades para una acción que facilite su participación más igualitaria, dentro de la nueva configuración mundial.

Me inclino a pensar que nuestra democracia se verá fortalecida si el proyecto político que estamos construyendo los colombianos –a partir de 1991- permite cristalizar formas de participación y control que amplíen la intervención de los sectores mayoritarios, a través de los partidos políticos, movimientos sociales, formas asociativas, redes sociales y grupos de presión.

Creo que el futuro líder político debe ser un estadista. Es decir, un hombre de Estado con la capacidad comprensiva, teórica y práctica, de las variables económica, política, social, cultural y ambiental, a nivel nacional e internacional de la que hace parte.

Si el líder político quiere acertar históricamente en Colombia, debe plasmar un plan gubernamental que siente las bases para realizar un proceso de desarrollo económico, social, político, cultural y ambiental, que tenga en cuenta los derechos fundamentales de la mayoría de la población. El liderazgo futuro para nuestro país, lo entiendo no como un juego entre las élites o una respuesta populista, sino como el resultado de un proceso en que se cuente con un proyecto y una estructura para la acción, con miras a establecer una sociedad justa, pacífica, libre y con posibilidad de organizar un desarrollo sostenible.4

Ahora bien, si pensamos en el proceso histórico colombiano, en las dimensiones aquí enunciadas –dentro de los contextos latinoamericano y mundial de nuestros días- más los factores biológicos y psicológicos, que inciden en la formación de los líderes, presentaré a continuación una serie de cualidades, actividades, orientaciones psico-sociales y prácticas para vida cotidiana, que deben poseer y practicar cuidadosamente en el futuro los líderes y estadistas demócratas.

Repensemos el compromiso político. Cualidades básicas.

1.- Estar dotados de confirmada inteligencia; consagración al estudio; pasión por el ideal político; equilibrio psico-afectivo; firmeza de carácter y profundas convicciones solidarias.

Cuando examinamos las biografías de Uribe Uribe, Alfonso López P., Darío Echandía, Charles De Gaulle, Winston Churchill, Felipe González, Pepe Mujica, Barak Obama, Ángela Merkel y Michel Bachelet, para referirnos a líderes políticos de los siglos XX y XXI, se presenta evidente: su lucidez mental; capacidad de estudio y trabajo; realización personal afectiva y el móvil de la solidaridad con las mayorías políticas de su tiempo.

2.- Conocer las condiciones históricas fundamentales de los ambientes internacional y nacional, donde deba ejercer su labor (Virgilio Barco y Pepe Mujica).

Virgilio Barco Vargas. Este fue un presidente nortesantandereano, que desde muy joven, se consagró al servicio público. Perteneciente a una familia muy adinerada, recibió excepcional formación, en la Universidad Nacional de Colombia y el MIT, de Boston.

Al regresar a Colombia, inició su consagrada labor como concejal de Cúcuta, siendo reemplazo de Jorge Eliécer Gaitán. Posteriormente, ocupó los ministerios de Obras Públicas y Agricultura. También fue Alcalde de Bogotá y perteneció al Directorio del Banco Mundial.

En el ejercicio de su labor pública, fue reconocido como “un político avezado, experimentado y audaz”, que actuó con independencia creativa, recio carácter y eticidad.

Después de triunfal campaña política, fue electo Presidente de la República, para el periodo 1986-90- Estuvo acostumbrado a trabajar por proyectos, y como Presidente, hizo un uso tecno-político del DNP. En ejercicio de la Presidencia, tuvo que enfrentar la etapa más violenta del narcotráfico de Pablo Escobar y compañía, habiendo enfrentado con entereza su organización delictiva.

A pesar de sus dificultades de salud, especialmente, en el último tramo de su labor presidencial, supo trabajar responsablemente con su Secretario Privado, Germán Montoya. Él interpretó, profesionalmente, las directrices del señor Presidente. Según el veterano periodista Leopoldo Villar, el señor Presidente Barco, fue el último estadista liberal.5

Pepe Mujica. Teniendo en cuenta la situación de América Latina en los decenios de los sesentas y setentas con sus limitaciones estructurales y la incidencia de ellas en el Uruguay, optó por hacer parte y liderar el grupo guerrillero urbano mejor organizado de América Latina: los Tupamaros. En su labor revolucionaria, sufrió con su esposa Lucia Topolansky varios años de cárcel y torturas.

Pasado el tiempo, optó por la vía democrática y fueron electos con su esposa Presidente y Vicepresidenta de Uruguay (2010-15). Su labor como gobernante se constituyó en un ejemplo de eticidad, vocación de servicio público y solidaridad, especialmente, con los más pobres de sus compatriotas.

Como Presidente y Expresidente, se hizo acreedor al reconocimiento y respeto de los gobernantes a nivel mundial y latinoamericano hasta el fin de su existencia. En sus últimos días y como un testimonio maravilloso de su vida, recomendó encarecidamente a las juventudes, comprometerse con ideales políticos democráticos que justifiquen sus existencias…Fue un Presidente y Estadista ejemplar para el siglo XXI.

3.- Comprender las distintas culturas regionales; sus respectivos valores y formas de ver, vivir y sentir la existencia (Jorge Eliécer Gaitán).

Conocemos que su viaje de estudio a Italia le permitió acercarse al conocimiento de la evolución política europea, particularmente la italiana y francesa. La perspectiva internacional le abrió los ojos para realizar una acción política nacionalista, con conocimiento de la variable internacional. Al regresar al país y enterarse de la Masacre de las Bananeras, se desplaza directamente a la región y en su debate sobre el tema, como parlamentario, obtiene su primer triunfo de resonancia nacional.

Para la campaña presidencial que debería culminar en 1950, realizó un conjunto de viajes a diversas regiones de Colombia, que le permitió conocer mejor nuestra riqueza nacional, la variedad de las regiones y la complejidad de sus problemas. En el momento de su asesinato (9 de abril de 1948), poseía importante respaldo popular en regiones claves de Colombia, que presagiaban su triunfo inobjetable.6

4.- Tener presente el significado político del principio de legalidad que guía sus acciones, para evitar arbitrariedades (Alberto Lleras Camargo).

Habiéndose consagrado desde su juventud al ejercicio del periodismo, después de largas, intensas y selectas jornadas de lectura y escritura, comenzó a intervenir seriamente en política a partir de 1930. A raíz del triunfo lopista de 1934, se comprometió plenamente con su opción de cambio, siguiendo los procedimientos legales de la democracia.7 Es sabido que para la segunda elección de López (1942-46), se convirtió en un personaje político que contaba con la confianza plena del Presidente de la República.

Al acceder al Solio de Bolívar en 1945 y presidir el debate por la Presidencia de 1946, dio plenas garantías a los contrincantes (J. E. Gaitán, Gabriel Turbay y Mariano Ospina P.). En 1946, entregó el poder al triunfador legítimo: Mariano Ospina Pérez.

Como Presidente constitucional, para el periodo 1958-62, buscó que sus actos estuvieran investidos del imperio de la ley y así fue reconocido por sus compatriotas en la manifestación de agradecimiento que le tributamos en 1962, frente al Palacio de San Carlos, en los últimos días de su ético, responsable y restaurador gobierno. 8

5. – Observar una vida individual y social que confirmen la personificación del ideal; su autenticidad, honestidad y el compromiso con los intereses de la mayoría de la población (Alfonso López Pumarejo).

Por su vocación y consagración a los valores democráticos, contó con el fervor popular, y su intervención fue clave, especialmente, en las orientaciones políticas colombianas durante treinta años: 1930-60. Hasta el ejercicio de su primera Presidencia (1934,38), López demostró –de manera original- una personalidad autónoma como conductor del Partido Liberal.

Asesorado por una equilibrada combinación de políticos experimentados e inteligentes jóvenes, profundizó la obra iniciada por Olaya y afianzó la inserción de Colombia a la modernidad democrática. Grandes avances sociales se alcanzaron en su primera administración. Una prueba significante de ello, fue la ley 200 de 1936, sustentada magistralmente por Darío Echandía; y sus gestiones administrativas-públicas, para el fortalecimiento de la Universidad Nacional de Colombia.9

6- Fortalecer el valor personal y la confianza en sí mismo; la versatilidad; la perspicacia; el sentido del humor; y la consagración tenaz al trabajo, de tal manera, que le permita ampliar las bases populares que respaldan el ideario propuesto (Carlos Lleras Restrepo).

Desde temprana edad, comenzó a ejercer su vocación política y a prepararse responsablemente para el ejercicio del poder. Quien analice incisivamente la historia de Colombia en el intervalo de su Presidencia (1966-70), encontrará que la riqueza de su personalidad y su consagración al trabajo, le permitió acceder a la cúpula del poder y realizar una de las más completas gestiones como estadista colombiano y latinoamericano del siglo XX.10

En el ejercicio de su Presidencia, quedaron claras sus dotes de carácter, conocimiento teórico-práctico de las políticas públicas y capacidad de comunicación con los ciudadanos.11

A raíz de los problemas generados por los resultados del proceso electoral de 1970, demostró que estaba capacitado para intervenir con firmeza en los momentos críticos.

Quienes pudimos tratarlo en privado, conocimos su espléndida agudeza, capacidad de comprensión del interlocutor, magnífico sentido de la ironía y del fino humor, y profunda vocación de servicio público. 12

Si algún lector tiene dudas sobre el real carácter de Estadista del Presidente Carlos Lleras, lo invito cordialmente, a leer el texto de Guillermo Perry: Decidí contarlo (2019). Penguin Random House, Bogotá, Páginas (5-53).

En la próxima columna, me ocuparé de las actividades sustantivas.

roasuarez@yahoo.com

Referencias

1. La propuesta presentada en estas columnas es el resultado de los estudios publicados a partir del 11 de abril de 1971, con la publicación sobre: “Los jóvenes, los partidos y el país”. Lecturas Dominicales de El Tiempo, pp.1-2; y culminada con la 6a edición que contiene el prólogo del Señor Ex Procurador Fernando Carrillo Flórez, que fue editada por Tirant Lo Blach. La presentación del texto se realizó en las aulas del Externado de Colombia, con la intervención del Señor Rector Hernando Parra Nieto y la participación de importantes representantes de la comunidad académica universitaria.

2. Entiendo por interdisciplinariedad un proceso por el cual nos acercamos al conocimiento de la compleja realidad, a través de la convergencia de las ciencias sociales y naturales.

3. Como latinoamericano, analizo con inmensa preocupación los conflictos bélicos que se adelantan en: Rusia-Ucrania; Israel-Franja de Gaza; y la problemática migratoria en Irán y Estados Unidos-México… Así mismo, y según información confiable, es muy preocupante, como demócrata, la elección en Norteamérica, del señor Presidente Trump (2022-2026). Véase, por ejemplo, su intervención pública en la Oficina Oval, el día 1° de marzo de 2025, frente a su invitado, el Presidente Volodymyr Zelensky…

4 Véanse los documentos de Naciones Unidas sobre el tema (2017-25).

5. Véase su texto: Virgilio Barco. El último liberal. Intermedio editores. Nomos. Bogotá. 2018. Aquí podemos concretar el testimonio de su vida integral, pp. 162-175; 234-357; 358-364.

6. Como un reconocimiento a su liderazgo político, ténganse en cuenta los múltiples movimientos que se erigieron en su nombre, aunque ninguno supo conducir apropiadamente el proyecto político del ético caudillo social demócrata.

7. No debe olvidarse que Alberto Lleras fue un gran lector del pensamiento de Uribe Uribe, que buscó aplicar –con limitaciones- en los dos gobiernos de López Pumarejo y en sus gobiernos (1945-46; 1958-62).

8. Revísese cuidadosamente el papel político fundamental que, como Expresidente, Alberto Lleras desempeñó para fortalecer la institucionalidad democrática a raíz de la toma del Palacio de Justicia, en 1985.

9. Véase del autor Darío Echandía. Colombiano Ejemplar. (2017) Universidad Libre – Panamericana. Academia Colombiana de Jurisprudencia. Bogotá, pp. 143-166.

10. Como un símbolo de su responsabilidad con el ejercicio del cargo y con la República, a partir de su posesión, como Presidente (7 de agosto de 1966), no volvió a fumarse un cigarrillo, ni a tomarse un trago de cualquier licor. No hizo alarde de ello… simplemente: le sirvió a la Nación, con consagración, porque amaba a Colombia. Es sabido, que su jornada de trabajo permanente, excedía las doce horas.

11. Como ha sido reconocido por serios analistas, su Reforma Administrativa, fue la más importante e integral adelantada en Colombia, durante el siglo XX y lo que va del XXI (2025).

12. Si alguien desea conocer información apropiada sobre los resultados del 19 de abril de 1970, lo invito a estudiar el libro del Tigrillo Noriega, Ministro de Gobierno: Fraude en la elección de Pastrana Borrero. Carlos Augusto Noriega. La Oveja Negra, Santa Fe de Bogotá. 1998.

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jose ignacio lopez gonzalez(33220)16 de julio de 2025 - 09:24 p. m.
Dr Roa suàrez un favor . por el amor y bienestar de colombia espero que algùm día nos regale una columna sobre los peores presidentes de colombia .los que llegaron sin meritos , los màs mentirosos y los màs corruptos . recuerdo una frase de la senadora cabaL : uRIBE ESCOGE PRECANDIDATOS Y MONTA PRESIDENTES COMO SI ESTUVIERA EN UN REINADO DE BELLEZA . esta frase lo dice todo.
Rafael Méndez Lozano(35496)16 de julio de 2025 - 06:06 p. m.
Gracias doctor Hernando Roa por su valioso artículo que nos permite identificar las características de ex-presidentes que le aportaron con su concimiento y práctica al desarrollo del país. Cómo se ha degradado el ejercicio presidencial en Colombia.
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