Los trabajos de los periodistas de opinión deben contribuir a formar ciudadanos comprometidos con los preceptos constitucionales.
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Complementando la columna anterior, he elaborado un conjunto de propuestas vinculadas al quehacer del periodismo de opinión y la democracia participativa contemporánea. Invito al lector a revisarlas con conciencia crítica constructiva.
El periodismo de opinión y la democracia. Propuestas. 1- Propiciar un mejor conocimiento en el público, sobre la importancia del periodismo de opinión, para el desarrollo de la democracia participativa. Esto implica organizar a nivel nacional, regional y local, actividades académicas, investigaciones, publicación de textos, encuentros, seminarios y concursos, que faciliten actualizar a nuestros periodistas en los temas y técnicas contemporáneos1.
2- Dinamizar el proceso de prácticas periodísticas -desde el primero hasta el último semestre- haciendo énfasis en el ejercicio de la libertad, la creatividad, la verdad, la responsabilidad, la ciencia, la tecnología y la innovación.
3- Convocar a las directivas universitarias, vinculadas a las facultades de periodismo y comunicación social y a las asociaciones periodísticas para que formen continuamente comunicadores y periodistas que estén a la altura de su misión. Esto conduce a una construcción interdisciplinaria que, impulsando comunidades académicas, les permita a sus miembros analizar la complejidad de la realidad. 4- Formular los nuevos planes de estudio aplicando los principios de integralidad, contextualidad e interdisciplinariedad que debe existir entre las áreas y entre cada uno de los espacios académicos.
5- Tener en cuenta que el periodismo de opinión debe ser, como sostuvo con precisión Alejandro Cortés: “independiente, justo, exacto, honesto, responsable y digno”2 e investigativo, complementó Gloria Vallejo3.
6- Organizar escuelas de periodismo y comunicación que integren: pregrado, especializaciones, maestrías, doctorados, postdoctorados, educación continuada y centros de investigación, asesoría y consultoría. Colombia es un taller maravilloso para ello, porque me consta, pero hay que hacerlo más fecundo. 7- Internacionalizar -con conciencia crítica- el proceso de formación, investigación y proyección social que constituyen el núcleo de una escuela de periodismo contemporáneo.
8- Preparar equipos de profesores-investigadores que estimulen el surgimiento de nuevos periodistas de opinión, frescos, éticos y dignos. 9- Capacitar a los educandos, educadores, investigadores y egresados de las facultades de periodismo y comunicación social, en inglés y sistemas, de tal manera, que les permitan manejar la información y la comunicación internacional en forma actualizada.
10- Impulsar la producción de textos que, utilizando los avances científico-tecnológicos e innovativos contemporáneos, consoliden la formación de periodistas con visión de futuro.
11. Preparar apropiadamente el cerebro para el ejercicio ético de la profesión; escribir con respeto por el lector, para que conozca y pueda recrear la realidad. En medio de limitaciones, hay que escribir más, de lo que se sabe, y con calidad4. 12. Manejar muy bien las relaciones tiempo y espacio, sin olvidar que el periodismo debe afianzarse como un servicio.
13. Conocer que la internet es un canal de distribución de todos los medios y que las nuevas tecnologías son, prioritariamente, flujos de información. 14. Fomentar una política pública comunicativa que no propicie la estructura duopólica de los medios; hay que buscar la polifonía de voces y abrir el espacio público a las soluciones pluralistas.
15. Tener un inmenso cuidado frente al poder seductor del dinero y del poder político5. No olvidar lo sostenido por Javier Darío Restrepo: “Cuán útil que un periódico llegue a ser más importante que el pan. En las crisis, la gente puede vivir sin pan, pero no sin esperanza”.
16. Propiciar que se conozcan las historias ocultas de Pinochet, Menem, Fujimori; Álvaro Uribe y compañía, con el objetivo de contribuir a formar una nueva cultura política que impida el ascenso al poder de políticos con orientaciones dictatoriales, fundamentalistas, caudillistas, populistas y con comportamientos corruptos. No olvidemos: nuestra juventud está ahíta de la corrupción politiquera. 17- Estar atentos a las actitudes narcisistas y ser vigilantes ante al peligro que encarna la información basura que, en vez de informar, oculta la realidad.
18. Hacer críticas constructivas a los poderosos. Los trabajos de los periodistas de opinión deben contribuir a formar ciudadanos y a fortalecer la existencia de equilibrio entre conocimiento y técnica; recordemos que, en el ejercicio profesional, es conveniente combinar conocimiento con valores. Esta fusión facilita un ejercicio ético de la profesión.
19. No olvidar que los jóvenes cibernetizados quieren hacer cosas nuevas. Quieren hacer historias y contarlas bien”6, como sostiene Alma Guillermo-Prieto; y 20. Abrir el espacio a las nuevas tendencias… “Usar las armas para hacerse oír, no tiene poder real para la democracia”7. roasuarez@yahoo.com
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Referencias
1 Estúdiese al respecto, la seria labor adelantada por la F.N.P.I. (Hoy, Fundación Gabo), desde su creación.
2 Gonzalo Celorio recordó el pensamiento de Alejandro Cortés sobre las características que debe tener el periodismo. Véase: Roa Suárez Hernando, elespectador.com, 26 de octubre de 2009.
3 Véase su intervención en la presentación del libro del autor: (2021). Periodismo para la democracia. Revista de la Academia Colombiana de Jurisprudencia. No. 373, pág. 681.
4 Véase: Roa Suárez Hernando. Nuevo periodismo: grandes temas. FNPI-Universidad Tadeo Lozano. El Mundo, 7 de julio de 2005.
5. Op cit.
6 Véase Alma Guillermo-Prieto en: Roa Suárez Hernando. Nuevo periodismo: grandes temas. Op. Cit.
7. Alma Guillermo-Prieto Op. cit.
