Es necesario contribuir a profundizar una democracia participativa y reflexiva.
Con este subtítulo, María Isabel Rueda acaba de publicar el libro: Casi toda la verdad, que recoge cuatro importantes entrevistas y la semblanza de un político periodista: Álvaro Gómez Hurtado. Continuando la tradición de los buenos textos publicados sobre entrevistas, recoge una intensa labor realizada en pocos meses, debidamente apoyada por Planeta.
El trabajo realizado permite conocer aspectos variados del ejercicio profesional del periodismo de Enrique Santos Calderón, Juan Gossaín, Yamid Amat y Felipe López, facilitando un acercamiento al conocimiento de personalidades que hicieron de su trabajo una profesión.
Deseo entonces destacar algunos aspectos en torno a la utilidad del texto:
i. Conocer aspectos significantes del desarrollo del arte y el oficio del periodismo, en los últimos cincuenta años en Colombia.
ii. Tener ejemplos específicos de relaciones entre el periodismo y la política que no se reducen, por supuesto, solo a relaciones con el poder.
iii. Apreciar, de cerca, momentos estelares de quienes manejaron información cualificada para la opinión pública y la conducción política.
iv. Realizar ejercicios analíticos que relieven la labor del reportero en la misión de conocer y divulgar la verdad.
v. Mostrar la necesidad, para quienes deseen triunfar en el bello oficio, que deben ser inteligentes, cuidadosos, disciplinados, estudiosos, audaces, responsables, y “buenas personas” (Kapuscinski).
vi. Invitar a los periodistas y comunicadores a dedicarse a la construcción de democracia reflexiva y participativa, en una Nación donde hoy existen grandes vacíos de opinión pública bien informada y donde, algunas personalidades, que han recibido los máximos honores que la democracia concede a los colombianos, han abusado de la impreparación y desinformación de sectores mayoritarios, ampliamente necesitados de información oportuna, analítica, veraz y ética.
vii. Analizar el peso histórico que ha tenido el periodismo investigativo en la comprensión de hechos políticos claves en el proceso colombiano en los últimos cinco decenios.
viii. Debatir sobre las responsabilidades políticas que tienen los medios de comunicación en los regímenes democráticos.
ix. Propiciar, especialmente en América Latina, el surgimiento de nuevos periodistas y comunicadores que sepan ejercer la libertad de prensa con conocimiento y responsabilidad; y x. Pensar en el futuro, y no olvidar una de las grandes lecciones de Alberto Lleras: “Sin prensa libre no hay democracia”. Hoy, al terminar el primer decenio del siglo veintiuno, este criterio tiene un profundo sentido de sabiduría para los gobernantes que deseen contribuir a la humanización de la política, mediante la profundización de una democracia reflexiva.
Es necesario contribuir a profundizar una democracia participativa y reflexiva.
Con este subtítulo, María Isabel Rueda acaba de publicar el libro: Casi toda la verdad, que recoge cuatro importantes entrevistas y la semblanza de un político periodista: Álvaro Gómez Hurtado. Continuando la tradición de los buenos textos publicados sobre entrevistas, recoge una intensa labor realizada en pocos meses, debidamente apoyada por Planeta.
El trabajo realizado permite conocer aspectos variados del ejercicio profesional del periodismo de Enrique Santos Calderón, Juan Gossaín, Yamid Amat y Felipe López, facilitando un acercamiento al conocimiento de personalidades que hicieron de su trabajo una profesión.
Deseo entonces destacar algunos aspectos en torno a la utilidad del texto:
i. Conocer aspectos significantes del desarrollo del arte y el oficio del periodismo, en los últimos cincuenta años en Colombia.
ii. Tener ejemplos específicos de relaciones entre el periodismo y la política que no se reducen, por supuesto, solo a relaciones con el poder.
iii. Apreciar, de cerca, momentos estelares de quienes manejaron información cualificada para la opinión pública y la conducción política.
iv. Realizar ejercicios analíticos que relieven la labor del reportero en la misión de conocer y divulgar la verdad.
v. Mostrar la necesidad, para quienes deseen triunfar en el bello oficio, que deben ser inteligentes, cuidadosos, disciplinados, estudiosos, audaces, responsables, y “buenas personas” (Kapuscinski).
vi. Invitar a los periodistas y comunicadores a dedicarse a la construcción de democracia reflexiva y participativa, en una Nación donde hoy existen grandes vacíos de opinión pública bien informada y donde, algunas personalidades, que han recibido los máximos honores que la democracia concede a los colombianos, han abusado de la impreparación y desinformación de sectores mayoritarios, ampliamente necesitados de información oportuna, analítica, veraz y ética.
vii. Analizar el peso histórico que ha tenido el periodismo investigativo en la comprensión de hechos políticos claves en el proceso colombiano en los últimos cinco decenios.
viii. Debatir sobre las responsabilidades políticas que tienen los medios de comunicación en los regímenes democráticos.
ix. Propiciar, especialmente en América Latina, el surgimiento de nuevos periodistas y comunicadores que sepan ejercer la libertad de prensa con conocimiento y responsabilidad; y x. Pensar en el futuro, y no olvidar una de las grandes lecciones de Alberto Lleras: “Sin prensa libre no hay democracia”. Hoy, al terminar el primer decenio del siglo veintiuno, este criterio tiene un profundo sentido de sabiduría para los gobernantes que deseen contribuir a la humanización de la política, mediante la profundización de una democracia reflexiva.