Reflexiones político-jurídicas (I)

Cuán útil es pensar, planear y actuar en torno al futuro de nuestra democracia.

Notas introductorias. Como una contribución al desarrollo político nacional y orientado por los preceptos fundamentales de la Constitución, me permito observar que las reflexiones recogen aspectos del ejercicio de mi labor académica, pedagógica, investigativa, innovadora y administrativa, desarrollada en el intervalo 1964-2021. Ante la crisis política (del Estado, los partidos políticos, los movimientos sociales, los liderazgos políticos…) estamos invitados a tomar distancia y a pensar -con dimensión de profundidad- en el destino de nuestra democracia; debemos ser previsivos y adelantarnos a los acontecimientos.

Quienes se han enriquecido ilegalmente, especialmente en los últimos decenios (paramilitares, pseudoguerrilleros, narcotraficantes, politiqueros, delincuencia organizada y sus diversas combinaciones), mediante el empleo de las armas, las amenazas, el tráfico de influencias y la astucia, y ante la falta de presencia del Estado -”tenemos más territorio que Estado”-, van a continuar dando sus batallas y ejerciendo su poder, para seguir acrecentando su riqueza e influencia, adquiridas ilegítimamente.

Teniendo en cuenta que, en el corto plazo, vamos a elegir los primeros Consejos de Juventud y nos aprestamos a la renovación de los cuerpos legislativos y de la Presidencia de la República en 2022, la siguiente serie de reflexiones político-jurídicas, tienen como objetivos: Primero. Presentar un conjunto de aportes que contribuyan a la comprensión de la problemática colombiana y latinoamericana. Segundo. Invitar al lector a realizar ejercicios de correlación múltiple entre ellas y a construir pensamiento democrático participativo; y Tercero. Ser una mediación entre la academia y el periodismo de opinión.

Estas reflexiones se ocuparán de los siguientes temas: La política como arte y ciencia; la política y la antipolítica; el Estado; el liderazgo político; la paz; la gobernabilidad democrática; liberalismo y neoliberalismo; democracia y social democracia; administración pública y ciencia política; y planeación y política. Iniciemos hoy, con el primer tema.

La política como arte. Sabemos que la política en nuestros días es arte y ciencia. Como arte, es el de gobernar para el bien común. Deliberando en esta especificidad, sabemos que el ejercicio de la política es fundamental para la realización de todo ser humano, en la medida en que es una de las concreciones de su ser social. Porque somos seres sociales debemos realizarnos con los otros; y ello es viable en la medida en que contribuyamos a nuestra realización política.

Serios pensadores y escritores de la talla de Sócrates, Platón, Aristóteles, Gaio, Cicerón, Ulpiano, Papiniano, Justiniano, San Agustín, Santo Tomás, Dante, Maquiavelo, Lutero, Calvino, Hobbes, Kant, Locke, Montesquieu, Rousseau, Burke, Bentham, Tocqueville, Jhon Stuart Mill, Descartes, Hegel, Marx, Burdeau, Hauriou, Prélot, Vedel, Capitant, Josserand, Loewenstein, Keynes, Weber, Lenin, Kautsky, F.D. Rooselvelt, Freud, Einstein, Bachelard, Habermas, Fromm, Arendt Anna, Sen Amartya, Nusbaunn Martha, Machado de Assis, Freire Paulo, Lagos Ricardo, Kundera Milan, García Márquez, Gómez Buendía Hernando, Vidal Perdomo, Hinestrosa Forero, Tirado Mejía, Sáchica Luis Carlos, Pérez Escobar, Younes Moreno, Melo Jorge Orlando, Rocha Cesáreo, Trujillo Muñoz Augusto, Cépeda Manuel José, Leal Buitrago Francisco, González Salas Edgar, Restrepo Juan Camilo, Vargas Alejo, Herrera Berbel Eduardo, Carrizosa U. Julio, Rodríguez Becerra Manuel, De Roux Francisco, Cifuentes Eduardo, Velásquez Magdala, Barreto Juanita, Puyana Yolanda, Thomas Florence, Martínez Carreño Aida, Gutiérrez de Pineda Virginia, Moreno de Ángel Pilar, Rawls, Sachs, Jeffrey, Harari… se han constituido con sus reflexiones, aportes y tratados, en fuentes sustantivas de las ciencias políticas y jurídicas(¹).

Ahora bien, para cristalizar la política como arte, es necesario en nuestros días: estudio, dedicación, cuidado, compromiso y conciencia crítica, frente a una realidad cambiante que se nos presenta, ingenuamente, como acabada, definida y organizada(2).

Revisemos entonces, ejemplos condensados donde estas cualidades fueron practicadas en los siglos XX y XXI, en diversas latitudes occidentales. Recordemos, en primer lugar, que Charles De Gaulle fue un gobernante que demostró, desde sus años juveniles, la importancia de combinar el estudio con la inteligencia, la disciplina y el amor a Francia para llegar a ser un estadista y humanista, con magnífico dominio de la palabra hablada y escrita(3).

Consagrados a la reconstrucción de los ideales cimeros alemanes, es edificante recordar la dedicación de Konrad Adenauer, Ludwig Erhard y Wilhelm Röpke, con que actuaron para avanzar en la concreción de su proyecto político designado como “La sociedad formada” (Formierter gesellschaft). Así mismo, es digna de estudio la vida consagrada de la más importante política alemana y europea, en el intervalo 1945-2021: Ángela Merkel. Ella aprendió y practicó –como pocas, en nuestros días- la gran significación que tiene la interdisciplinariedad de las ciencias, al aplicarla en el ejercicio de la política (4).

¿Cómo olvidar el cuidado y la responsabilidad política con que trabajaron John F. Kennedy (5) y Nikita Kruschev en 1961(6), frente a la crisis de los misiles que amenazó seriamente con desatar la Tercera Guerra Mundial? Así mismo, se me presenta sustantivo el estudio de esta gran personalidad, de la segunda mitad del siglo XX, que fue Mijail Gorbachov(7). Él fue significante en la evolución de las tradiciones de la Unión Soviética. Con sus orientaciones en torno a la Perestroika y el Glasnot –apertura y transparencia- trazó nuevos derroteros que incidieron en la estructura del poder mundial.

Otra personalidad política de gran trascendencia para el siglo XXI es Barack Obama(8). Su triunfo democrático, significó el ascenso al poder del primer afroamericano que triunfó al interior de la primera potencia mundial en ciencia y tecnología. La revisión de su vida nos indica que es un ciudadano inteligente, prudente, responsable y visionario. Es un líder político carismático –en la acepción contemporánea del término- llamado a marcar un hito, no solo en Norteamérica, sino ante las naciones democráticas del mundo. Su actitud, el contenido de su discurso, sus convicciones e ideales, permitirán visualizar nuevas alternativas para impulsar procesos de paz y equidad en la tierra.

Ahora, ocupémonos, en forma sintética, de cuatro estadistas colombianos. Cuando hacemos memoria del proceso de descomposición de las costumbres democráticas, en que desembocó la dictablanda rojista (1953 - 1957), está para la historia el compromiso con los ideales de la democracia encarnado por el liderazgo político y ético de Alberto Lleras Camargo(9). Él descendió de los riscos Uniandinos para convocar a un proceso que permitió recuperar la institucionalidad y transparencia de las que deben estar dotados los procesos políticos.

En tratándose del estudio de estadistas colombianos, tenemos el magnífico ejemplo de Darío Echandía Olaya (1897-1989)(10). Él nos legó su testimonio de jurista, humanista, académico, político y diplomático liberal-social demócrata. El conocimiento de su vida ejemplar se me presenta de una gran utilidad para la juventud contemporánea, tan necesitada de conocer la riqueza de personalidades como la del maestro Echandía.

Y por supuesto, como fue rememorado en diversos textos y eventos en 2008, tenemos el ejemplo de la conciencia crítica ejercida por el Señor Presidente Carlos Lleras Restrepo(11) en su ejercicio del poder. (1966-70). Sabemos que se preparó desde joven para gobernar y, conociendo los graves errores cometidos por sectores elitistas de la política colombiana, elaboró y concretó la más importante reforma político-administrativa del siglo XX (1968), que permitió actualizar al Estado y acercarse -con eficiencia y eficacia- a la práctica de la política social, diseñando un plan de desarrollo que buscaba la redistribución del ingreso y el fortalecimiento de la más importante institución política: el Estado.

Complementando las breves semblanzas anteriores, se me presenta de una gran utilidad, para las generaciones presentes y futuras, el conocimiento de los procesos internacional, latinoamericano y nacional, dentro de los que trascurrió la vida y obra de Luis Carlos Galán. Él nos legó: su autenticidad; la coherencia entre sus ideales y sus prácticas; y su proceso progresivo de compromiso con los preceptos de la democracia participativa y la integración latinoamericana. Y también: una cualidad muy importante frente a ciertos arribismos, pragmatismos y asensos fáciles: la perseverancia acompañada de la elaboración de grandes proyectos (políticos, económicos, culturales, sociales, ecológicos e internacionales) e imaginar alternativas de progreso y justicia social que están pendientes de realización en nuestros días. Recordemos: Luis Carlos Galán(12) fue un socialdemócrata moderno.

roasuarez@yahoo.com

Referencias

1. Obsérvese cuidadosamente que estos autores son solo algunos ejemplos significantes.

2. Véase del autor: La política: arte y ciencia. Aplicaciones a Colombia. (2020). Procuraduría General de la Nación, Academia Colombiana de Jurisprudencia, Compensar, CPB y Siglo del Hombre. DGP Editores. Bogotá, pp. 27-57.

3. Véanse sus Memorias de guerra. (1960). Luis de Caralt. Barcelona, Tomo III, pp. 318-321.

4. Véase la columna del autor en elespectador.com, agosto 11 de 2021.

5. Estúdiense: Arthur Schlesinger. Los mil días de Kennedy. (1966). Aymá. Barcelona, pp. 69-96; 734-749; y Theodore C. Sorensen. Kennedy. (1965). Grijalbo. Barcelona, pp. 435-463; 496-503.

6. Nikita Krushev. Véanse: Su mensaje al 20º Congreso del PCUS; y su intervención en Naciones Unidas en 1961.

7. Véanse sus Memorias. (1996). Plaza y Janés. Barcelona, Tomo I, pp.307-351; 667-727. Tomo II 1333-1337.

8. Véase: Barack Obama. Una tierra prometida. (2020). Penguin Random House. Grupo Editorial Panamericana. Formas e Impresos. Bogotá, pp. 399-515: 755-795.

9. Véase de Alberto Lleras: Obras selectas. (1987). Biblioteca de la Presidencia de la República. Bogotá, vol. 1, pp. 3-137; 215-280. Vol. 2, pp.5-31; 161-180; 234-276. Vol. 3, pp. 5-97; 213-274. Vol. 4, pp. XIII-131; 283-360. Vol. 5, pp. 5-69; 99-143; 197-267. Vol. 6, pp. 69-212; 249-330. Vol. 7, pp. XIII-291. Vol. 8, pp. 3-151; 303-362. Vol. 9, pp. XV-126; 247-272; 499-5.

10. Véase del autor: Darío Echandía Olaya. Colombiano ejemplar. (2017). Prólogos: Fernando Dejanón y Carlos Gustavo Cano. Academia Colombiana de Jurisprudencia, Universidad Libre, Panamericana. Bogotá, pp. 49-62; 143-179.

11. Estúdiense sus Obras Selectas (2008), en V tomos, patrocinadas por la Escuela de Administración Pública (ESAP) con motivo del centenario del Señor Presidente y los 50 años de la ESAP. Imprenta Nacional. Bogotá, Tomo I, pp. 145-158; Tomo IV. pp. 18-32; 110-123; 162-293; 368-447. Tomo V. pp. 108-123; 276-384. También es muy útil, la lectura del libro de Guillermo Perry (2019). Decidí contarlo. Debate. Bogotá, pp. 25-53.

12. Véase del autor: Luis Carlos Galán. Un demócrata comprometido. Prólogo Carlos Gustavo Cano. 2da. Ed. Universidad Javeriana, Grupo Editorial Ibáñez. Bogotá, pp. 77-92; 147-288; 311-397.