A partir de este miércoles 19 de junio, los aficionados podrán volver a reunirse en el salón principal de Corferias, en Bogotá, para vivir las emociones del vino, en un gigantesco espacio de más de 12.000 metros cuadrados donde se darán cita más de 50 importadores y comercializadores, quienes, a su vez, exhibirán ejemplares de casi todas las zonas productoras del mundo.
Esta octava versión de Expovinos será tres veces más grande que la versión inicial, realizada en Medellín en 2006, con una asistencia de algo más de 10.000 personas. A partir de la segunda muestra, en 2007, el encuentro se trasladó a Bogotá, con una concurrencia creciente, que este año puede superar los 30.000 asistentes.
Las ferias de vinos son interesantes porque se convierten en espacios donde se pueden encontrar vinos de diferentes procedencias, tipos, estilos y precios, y donde también podrán participar en foros, conferencias y degustaciones. Para disfrutar a plenitud de un evento de tal magnitud, siempre es aconsejable armar un mínimo plan de acción, que puede girar alrededor de los lugares de origen, de los tipos de vinos expuestos, de las variedades de uva empleadas en su elaboración, o de su estilo y complejidad.
Este año los organizadores han anunciado la presencia de dos respetados personajes: uno del Viejo Mundo y otro del Cono Sur. El primero de ellos es el español José Peñín, cuyos libros y guías de vinos ibéricos se han traducido a varios idiomas. El otro invitado de honor es el enólogo Alejandro Vigil, responsable de todos los vinos de Catena Zapata, la centenaria bodega argentina, que cambió el estilo de los vinos australes para siempre. Ambos dictarán charlas magistrales y también participarán en entrevistas y conversaciones de cara al público. A ellos se unirán hombres y mujeres del vino de distintos rincones del mundo, en eventos similares.
Peñín es el crítico español más respetado y su reconocimiento traspasa las fronteras peninsulares. Sus charlas están llenas de sabiduría y anécdotas, y yo las denominaría como imperdibles. Es la primera vez que visitará Colombia. A Vigil le corresponderá hablar del movimiento impulsado por las nuevas generaciones de enólogos argentinos, quienes han ido alejándose de las fórmulas clásicas y conservadoras de elaboración para abrir una verdadera caja de sorpresas, que sorprende y emociona. Vigil, por ejemplo, puede llegar a emplear hasta 150 distintos vinos elaborados en pequeñas partidas para construir un solo producto final. No cuesta trabajo imaginar la complejidad que encierra cada botella.
Igual ocurrirá con los demás conferencistas, quienes, dependiendo de su especialidad y origen, nos mostrarán las innumerables posibilidades que se esconden en una simple botella.
Así que bienvenida esta nueva versión de Expovinos 2013. Definitivamente es una cita que vale la pena honrar.
A partir de este miércoles 19 de junio, los aficionados podrán volver a reunirse en el salón principal de Corferias, en Bogotá, para vivir las emociones del vino, en un gigantesco espacio de más de 12.000 metros cuadrados donde se darán cita más de 50 importadores y comercializadores, quienes, a su vez, exhibirán ejemplares de casi todas las zonas productoras del mundo.
Esta octava versión de Expovinos será tres veces más grande que la versión inicial, realizada en Medellín en 2006, con una asistencia de algo más de 10.000 personas. A partir de la segunda muestra, en 2007, el encuentro se trasladó a Bogotá, con una concurrencia creciente, que este año puede superar los 30.000 asistentes.
Las ferias de vinos son interesantes porque se convierten en espacios donde se pueden encontrar vinos de diferentes procedencias, tipos, estilos y precios, y donde también podrán participar en foros, conferencias y degustaciones. Para disfrutar a plenitud de un evento de tal magnitud, siempre es aconsejable armar un mínimo plan de acción, que puede girar alrededor de los lugares de origen, de los tipos de vinos expuestos, de las variedades de uva empleadas en su elaboración, o de su estilo y complejidad.
Este año los organizadores han anunciado la presencia de dos respetados personajes: uno del Viejo Mundo y otro del Cono Sur. El primero de ellos es el español José Peñín, cuyos libros y guías de vinos ibéricos se han traducido a varios idiomas. El otro invitado de honor es el enólogo Alejandro Vigil, responsable de todos los vinos de Catena Zapata, la centenaria bodega argentina, que cambió el estilo de los vinos australes para siempre. Ambos dictarán charlas magistrales y también participarán en entrevistas y conversaciones de cara al público. A ellos se unirán hombres y mujeres del vino de distintos rincones del mundo, en eventos similares.
Peñín es el crítico español más respetado y su reconocimiento traspasa las fronteras peninsulares. Sus charlas están llenas de sabiduría y anécdotas, y yo las denominaría como imperdibles. Es la primera vez que visitará Colombia. A Vigil le corresponderá hablar del movimiento impulsado por las nuevas generaciones de enólogos argentinos, quienes han ido alejándose de las fórmulas clásicas y conservadoras de elaboración para abrir una verdadera caja de sorpresas, que sorprende y emociona. Vigil, por ejemplo, puede llegar a emplear hasta 150 distintos vinos elaborados en pequeñas partidas para construir un solo producto final. No cuesta trabajo imaginar la complejidad que encierra cada botella.
Igual ocurrirá con los demás conferencistas, quienes, dependiendo de su especialidad y origen, nos mostrarán las innumerables posibilidades que se esconden en una simple botella.
Así que bienvenida esta nueva versión de Expovinos 2013. Definitivamente es una cita que vale la pena honrar.