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El empresario Juan Armendaris habla sobre los desafíos que enfrentan debido al avance de los medios digitales.
Con el avance de los medios digitales ha surgido una insistente pregunta sobre el rumbo y destino de todas aquellas empresas cuyas marcas se construyeron alrededor del mundo del papel y los procesos químicos, como Xerox y Kodak, por ejemplo. La respuesta, sin duda, está en la transformación, si se busca evitar una muerte súbita.
Pero las transformaciones pueden hundir o catapultar. En los casos de Xerox y Kodak, los procesos de “reinvención” les han dado un nuevo aire. Sin embargo, ambas se niegan a matar aquellos sistemas y productos que las vieron nacer, crecer y hacerse grandes y poderosas. Por esa razón, el tema inicial de la conversación con el ecuatoriano Juan Carlos Armendaris, gerente general de Xerox Colombia, giró en torno al sostenimiento y mejoramiento de algunos de sus medios tradicionales, dado que la mutación generacional de usuarios aún no se ha completado. Al calor de un bife de chorizo y de una copa de vino tinto, Armendaris fue desgranando los principales vuelcos dados por su compañía para mantenerse en pie.
Ante la sugerencia de que el uso del papel parece estar llegando a su fin, la reacción de Armendaris fue contundente: “Pienso que está ocurriendo todo lo contrario. El consumo del sustrato físico ha crecido, debido al aumento de nuevos clientes digitales, quienes todavía necesitan implementos físicos para dejar constancia de los cientos de millones de documentos de estudio y de trabajo que generan diariamente”.
Según Armendaris, sólo los consumidores nacidos durante la revolución digital se circunscribirán a canales electrónicos para cubrir esas mismas necesidades. “Por ahora, ni el papel ni la impresión están condenados a desaparecer”, recalca.
Lo que sí ha cambiado es la base de clientes. Xerox, por ejemplo, ha puesto su mira en los hogares y las pymes, donde el papel todavía impera. Para atender esos segmentos ha lanzado impresoras y equipos multifuncionales (teléfono, fax, impresora, escáner y fotocopiadora en un mismo caparazón), con precios que compiten con los demás productos en oferta. “Nuestro diferencial se llama sello de calidad y vocación de servicio, los mismos valores que cautivaron al mundo corporativo”.
Armendaris también destaca varias evoluciones interesantes en la impresión a color, que no sólo abaratará los costos sino que dejará posiblemente obsoleta la impresión en blanco y negro. La tecnología recibe el nombre de tinta sólida, que, junto con el nuevo tóner, se elaboran hoy bajo el principio de respeto al medio ambiente. Otro avance dentro del mismo rubro es el nuevo ‘papel’ de impresión, que no es otra cosa que una hoja plástica con capacidad de mantener visible la información por un tiempo estipulado y luego borrarla automáticamente, haciéndola reutilizable.
