Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              16 de noviembre de 2020 - 10:00 p. m.

                                                                                                                              Los juegos del hambre

                                                                                                                              Las guerras y las pestes ponen de manifiesto el hambre que desatan. Pero hay un hambre que no es la protagonista en las noticias ni en la historia oficial; un hambre perniciosa, enquistada, que mata poco a poco: la del estómago henchido de comida procesada y mustia —la única que puede conseguir con sus flacos ingresos el pueblo soberano—. Mata de obesidad y de diabetes; condena a la desnutrición; deteriora el sistema inmunológico y conduce a la alienación y al desespero. Así sucede aquí, en uno de los países con más privilegios biológicos e hídricos del globo, en donde la pesca, las frutas domesticadas y silvestres, los granos ancestrales y las verduras podrían ser abundantes, locales, accesibles y una fuente cercana de los requerimientos mínimos para tener el cuerpo y la mente saludables. ¿Y por qué no es así?

                                                                                                                              La respuesta es compleja, pero hay factores obvios y estudiados. A grandes rasgos: una cosa es la predicada seguridad alimentaria —en la que los países más pudientes producen industrialmente su chatarra y se la venden a las malas a los famélicos de otras latitudes—, y otra muy distinta la soberanía alimentaria —en la que los países son dueños y señores de lo que producen y consumen, localmente, con una adecuada distribución de las tierras productivas, preservando las semillas ancestrales, en condiciones mínimas de paz y promoviendo agriculturas limpias—. En la primera, la “dieta neoliberal” es el verdugo indiscutible que desangra la vida gota a gota y homogeneiza globalmente la hambruna disfrazada. En la segunda —como anhela el nuevo vicepresidente de Bolivia David Choquehuanca en su discurso sabio— cambiamos al verdugo por las bondades que ofrece la madre tierra recobrada para un colectivo de personas, conectadas entre sí y con sus territorios, con su cultura material y espiritual, honrando sus raíces.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              El régimen alimentario corporativo es una de las estructuras modernas que adopta el capital. Su imperio alimentario, una verdadera dictadura no tan soslayada, se afinca en los defectos de un carácter criminal: el ser humano vale menos que el dinero; la agricultura es de monocultivos y agrotóxicos letales o granjas de animales maltratados y tierras fértiles destinadas al ganado, sin escrúpulo ecológico, político o moral. Los intercambios comerciales son leoninos y así, escudados en el concepto de una “seguridad alimentaria” sin otras condiciones, arrasan a su paso selvas, tierras y aguas. Su contraparte, la soberanía alimentaria, un concepto nacido de los campesinos (a los que hoy tenemos vendiendo su papa a duras penas), considera que es un derecho de los pueblos tener “alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles…sostenibles y (sobre todo) el derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo”.

                                                                                                                              Si no fuera porque hubo y hay ejemplos de soberanía alimentaria como el de Bhutan o como el que Bolivia está ahora empeñada en reconstruir una vez más, se diría que es un ideal inalcanzable. Sin embargo aquí, en los sesudos Acuerdos de Paz que se firmaron ante los ojos del mundo —y que los capataces de las dietas neoliberales quieren bombardear a toda costa— este concepto ya está desmenuzado y con soluciones viables, realistas y graduales que comienzan con una urgente y aplazada Reforma Rural Integral, que cobija los aspectos más benéficos de una nueva economía más circular y justa. Se complementa con las Zonas de Reserva Campesina, diseñadas además para detener la deforestación que se devora los recursos del planeta; los colombianos hemos pensado y repensado estos asuntos; debemos actuar ya bajo la guía de lo que los negociadores que con tantos esfuerzos, inteligencia, audacia y buena voluntad acordaron como una posible solución para el hambre de este pueblo y su salud individual y colectiva. Hay tiranías de tiranías, pero la de la codicia, la del hambre y la actual dictadura alimentaria socavan los cimientos de la vida. Hay que defender y poner a marchar esos acuerdos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Las guerras y las pestes ponen de manifiesto el hambre que desatan. Pero hay un hambre que no es la protagonista en las noticias ni en la historia oficial; un hambre perniciosa, enquistada, que mata poco a poco: la del estómago henchido de comida procesada y mustia —la única que puede conseguir con sus flacos ingresos el pueblo soberano—. Mata de obesidad y de diabetes; condena a la desnutrición; deteriora el sistema inmunológico y conduce a la alienación y al desespero. Así sucede aquí, en uno de los países con más privilegios biológicos e hídricos del globo, en donde la pesca, las frutas domesticadas y silvestres, los granos ancestrales y las verduras podrían ser abundantes, locales, accesibles y una fuente cercana de los requerimientos mínimos para tener el cuerpo y la mente saludables. ¿Y por qué no es así?

                                                                                                                              La respuesta es compleja, pero hay factores obvios y estudiados. A grandes rasgos: una cosa es la predicada seguridad alimentaria —en la que los países más pudientes producen industrialmente su chatarra y se la venden a las malas a los famélicos de otras latitudes—, y otra muy distinta la soberanía alimentaria —en la que los países son dueños y señores de lo que producen y consumen, localmente, con una adecuada distribución de las tierras productivas, preservando las semillas ancestrales, en condiciones mínimas de paz y promoviendo agriculturas limpias—. En la primera, la “dieta neoliberal” es el verdugo indiscutible que desangra la vida gota a gota y homogeneiza globalmente la hambruna disfrazada. En la segunda —como anhela el nuevo vicepresidente de Bolivia David Choquehuanca en su discurso sabio— cambiamos al verdugo por las bondades que ofrece la madre tierra recobrada para un colectivo de personas, conectadas entre sí y con sus territorios, con su cultura material y espiritual, honrando sus raíces.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              El régimen alimentario corporativo es una de las estructuras modernas que adopta el capital. Su imperio alimentario, una verdadera dictadura no tan soslayada, se afinca en los defectos de un carácter criminal: el ser humano vale menos que el dinero; la agricultura es de monocultivos y agrotóxicos letales o granjas de animales maltratados y tierras fértiles destinadas al ganado, sin escrúpulo ecológico, político o moral. Los intercambios comerciales son leoninos y así, escudados en el concepto de una “seguridad alimentaria” sin otras condiciones, arrasan a su paso selvas, tierras y aguas. Su contraparte, la soberanía alimentaria, un concepto nacido de los campesinos (a los que hoy tenemos vendiendo su papa a duras penas), considera que es un derecho de los pueblos tener “alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles…sostenibles y (sobre todo) el derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo”.

                                                                                                                              Si no fuera porque hubo y hay ejemplos de soberanía alimentaria como el de Bhutan o como el que Bolivia está ahora empeñada en reconstruir una vez más, se diría que es un ideal inalcanzable. Sin embargo aquí, en los sesudos Acuerdos de Paz que se firmaron ante los ojos del mundo —y que los capataces de las dietas neoliberales quieren bombardear a toda costa— este concepto ya está desmenuzado y con soluciones viables, realistas y graduales que comienzan con una urgente y aplazada Reforma Rural Integral, que cobija los aspectos más benéficos de una nueva economía más circular y justa. Se complementa con las Zonas de Reserva Campesina, diseñadas además para detener la deforestación que se devora los recursos del planeta; los colombianos hemos pensado y repensado estos asuntos; debemos actuar ya bajo la guía de lo que los negociadores que con tantos esfuerzos, inteligencia, audacia y buena voluntad acordaron como una posible solución para el hambre de este pueblo y su salud individual y colectiva. Hay tiranías de tiranías, pero la de la codicia, la del hambre y la actual dictadura alimentaria socavan los cimientos de la vida. Hay que defender y poner a marchar esos acuerdos.

                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar