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El año 2022 será recordado como uno de los mejores años del departamento del Atlántico. No solo logró superar el PIB nacional (7,3 %), también ocupó el primer lugar en crecimiento económico (9,3 %) entre los 32 departamentos del país.
Cuando uno revisa los factores que tuvieron incidencia en este crecimiento económico encuentra dos razones fundamentales: la buena escogencia de sus mandatarios y la continuidad de los planes de desarrollo. Este un proceso que inició en el año 2008, con Eduardo Verano en la gobernación y Alex Char en la alcaldía de Barranquilla, quienes por cosas del destino o de Dios, vuelven a hacer fórmula catorce años después para terminar la tarea que comenzaron.
El Atlántico y su capital Barranquilla han sido, al igual que Antioquia y Medellín (antes de Quintero), los mejores ejemplos de gestión y planeación pública del país. Ellos entendieron que la competitividad es el arma más poderosa para lograr el desarrollo económico y social de una región. Por ello, enfocaron sus presupuestos a mejorar la infraestructura vial, servicios públicos, conectividad a internet, amoblamiento urbano, educación y reducciones fiscales, para atraer la inversión nacional y extranjera. De esa manera, lograron tener una economía mayor, más gente trabajando y una mejor calidad de vida en su población. Si tuvieran bajo su mando la fuerza policial, hace rato hubieran resuelto los problemas de extorsión a comerciantes, el robo de tierras y el lavado de activos en el mercado de la finca raíz.
Volviendo al tema de los buenos resultados del desarrollo económico del departamento, esta semana me puse a analizar el informe del Sistema Integrado de Información Societaria (SIIS) de la Superintendencia de Sociedades del año 2022, y encontré que, en un muestreo de las 10.000 empresas más grandes del país, en el Atlántico hay instaladas 408 de esas compañías, de las cuales el 82 % están en los sectores de comercio, servicios y manufacturas con ventas superiores a los $ 20 billones. Le siguen los sectores de la construcción, con ventas de $ 2,6 billones; agropecuario con $ 522 mil millones y el minero con $ 486 mil millones. Claramente, la Cámara de Comercio, ProBarranquilla y los gremios locales han contribuido mucho en la promoción, gestión y competitividad de los negocios.
Los que están en deuda con los barranquilleros y el resto de la población caribe son los 61 congresistas de la bancada costeña. A pesar de contar con presidentes en Cámara de Representantes, Senado de la República y Comisión Económica, no ha sido posible contar con los recursos del Presupuesto Nacional para garantizar la profundidad del canal de acceso a los terminales portuarios ni recuperar la navegabilidad del río Magdalena a lo largo de 668 kilómetros hasta Barrancabermeja; terminar rápidamente los tramos que hacen falta de las dobles calzadas de Ciénaga-Barranquilla-Cartagena, mejorar las instalaciones del aeropuerto Ernesto Cortissoz e iniciar la construcción de la línea férrea para el tren de pasajeros entre Santa Marta, Barranquilla y Cartagena, para dinamizar el turismo. Si se logran estos objetivos, Barranquilla se convierte en el clúster empresarial y el nodo de transporte multimodal para carga internacional más importante del país.
* Consultor en crédito de fomento agrícola.
