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El perverso régimen político

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Indalecio Dangond B.
24 de junio de 2024 - 05:00 a. m.
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Qué inmensa falta le hace a Colombia el inmolado Álvaro Gómez Hurtado. Sin duda alguna, era el último estadista visionario que le quedaba a este país. Qué lástima que el partido Conservador no haya honrado su legado. Por el contrario, se dedicaron a fomentar lo que Gómez Hurtado atacó todo su vida: el régimen de los pactos, compromisos y complicidades.

Este perverso sistema de corrupción fue impulsado en el gobierno de Juan Manuel Santos a través de los famosos “cupos indicativos” que le otorgó a los congresistas que le ayudaron, junto con Odebrecht, a ser reelegido. En el gobierno de Iván Duque, los pactos y compromisos fueron diseñados por su vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, y ejecutados a través del Sistema General de Regalías, OCAD Paz, el Fondo de Fomento Agropecuario y el Departamento de Prosperidad Social -DPS- y ministerios. En el actual gobierno, donde existía la esperanza de acabar con este régimen corrupto, lo que hicieron fue multiplicarlo. Las facturas de la aprobación de varias reformas en el Congreso se cobran por ventanilla en la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos (UNGR), Fiduprevisora, Colpensiones y varios ministerios. La Corte Suprema de Justicia ya tiene en la mira a dos representantes conservadores costeños y a un senador paisa por esta retorcida práctica.

Este régimen de pactos y complicidades, entre el sector público y privado, comienza con los apoyos económicos a las campañas presidenciales, Congreso de la República, gobernaciones y alcaldías. Son aportes económicos que posteriormente se convierten en facturas o pagarés, que se canjean por altos cargos burocráticos, millonarios contratos o leyes que benefician los intereses de un sector específico de la economía. Para garantizar los recursos públicos que se van a robar durante los cuatro años, las coaliciones en el Congreso de la República, asambleas departamentales y concejos municipales, se ponen de acuerdo para aprobar los presupuestos, rubros de destinos y programas de inversión, al gobierno y entes territoriales.

En las regiones, el modus operandi para robarse los dineros públicos comienza con la aprobación de millonarios cupos de endeudamiento que terminan gastándoselos en cemento, ladrillos y concreto, a través de licitaciones amarradas, que, por lo general, terminan con adiciones presupuestales. Ellos destinan el presupuesto del primer año para pagar las deudas de sus campañas electorales y compromisos burocráticos; el presupuesto del segundo y tercer año lo destinan a pagar coimas a los diferentes actores en la cadena de corrupción; y el presupuesto del cuarto año lo reservan para gastos de la nueva campaña electoral, honorarios de abogados y coimas para sobornar a funcionarios que les abren alguna investigación disciplinaria, fiscal o penal.

Este perverso régimen político no solo logró legalizar la corrupción, también la convirtió en un tema cultural con status social. Además, cuentan con los mejores sistemas de testaferrato y lavado de activos. Prácticamente han instituido una nueva economía emergente formal basada en la ilegalidad. En Colombia, es más rentable ser político que narcotraficante.

Para erradicar este perverso régimen político y la bolea de bandidos que lo administran se requiere un Bukele colombiano y, por ahora, no lo veo en la baraja de precandidatos presidenciales para el 2026.

* Consultor en crédito de fomento agroindustrial.

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Alvaro(31173)26 de junio de 2024 - 12:13 a. m.
Siempre leo sus columnas, son importantes, aportantes y dan verdad, pero un emulo de Bukele, es desatinado, y aquí hay bastantes no los alborote. Siga siendo un buen liberal, "conservado"
Alicia(96078)25 de junio de 2024 - 08:13 p. m.
Es impensable que haya quienes como el columnista, invoquen un Bukele, otro sería mejor decir. Se le olvida que en el gobierno de la Seguridad democrática más de 6000 jóvenes fueron asesinados por el Estado, pero claro, a usted ninguno de ellos le duele, ninguno fue su hijo. Y ahora pretende que otro Bukele venga a incrementar el dolor por la violación de los derechos humanos de miles y miles de colombianos, violaciones que ya de por sí son innarrables
Andres(11973)25 de junio de 2024 - 03:28 p. m.
Aquí tenemos un Bukele. Se apellida Vargas Lleras y demostró ser un gobernante que sabe ejecutar y solucionar chicharrones que dejaron los Uribistas. La Carretera de la Línea, la via al Mar Buenaventura-Buga, la via Pasto+Ipiales, las Rutas Pacífico, la ruta del Sol y un millón de viviendas de interés social son unos pocos de su múltiples logros. Lo descalificaban como de derecha y trajo soluciones de izquierda. Pero en este país de peleles, solo eligen pendejos manipulables y débiles.
Ricardo(68260)25 de junio de 2024 - 04:41 a. m.
Siempre consideré muy serias las opiniones del Señor Dangond. Me parece un exabrupto abominable e imposible de entender que proponga la elección de un líder autoritario de ultraderecha como la solución para los problemas del país .
Carlos(92784)24 de junio de 2024 - 09:55 p. m.
Sr Dangond sus críticas selectivas le hicieron olvidar un escándalo de corrupción qué afectó a quienes UD dice defender : Agro Ingreso Seguro, que le quitó el dinero a los campesinos pobres para dárselo a terratenientes. Andrés Felipe Arias ministro y candidato presidencial de quien???? Y supongo que su voto fue por el impoluto Rodolfo Hernández.
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