La semana pasada cumplimos un año con los colegios del país cerrados, vulnerando el derecho a la educación de los niños y de los jóvenes. Se ahondaron las terribles brechas sociales entre los pocos niños privilegiados y una gran mayoría que, en el mejor de los casos, “estudió” con guías educativas, sin apoyo, ni instrucción. Las pérdidas, tanto las de aprendizaje como las económicas, serán enormes y como sociedad sufriremos durante décadas las consecuencias de esta nefasta decisión.
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El poder de la información
24 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.