Publicidad

La educación presencial sí era vital

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Isabel Segovia
17 de mayo de 2023 - 02:05 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Hace unas semanas, profesores e investigadores de la Universidad de los Andes (Lucas Marín, Mariana Rodríguez, Darío Maldonado y Sandra García) publicaron un artículo que tristemente comprueba lo que repetimos constantemente quienes nos unimos a la campaña La Educación Presencial Es Vital durante la pandemia: cerrar los colegios de manera prolongada (e injustificada) traería consecuencias nefastas sobre el proceso de aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes, especialmente los más vulnerables, y, a mediano plazo, sobre el desarrollo social y económico del país.

El documento, titulado Desigualdad en el aprendizaje durante el COVID-19: evidencia para estudiantes de secundaria en Colombia, revela consecuencias verdaderamente preocupantes. Para estimar las cifras, los investigadores utilizaron los resultados de las pruebas Saber 11, obligatorias para todos los estudiantes de último grado de los colegios del país, y las cruzaron con información de los estudiantes en cuatro dimensiones: (i) individual (género y grupo étnico), (ii) nivel socioeconómico de la familia, (iii) tipo y ubicación del colegio (público/privado y urbano/rural) y, (iv) características del municipio donde habitan (nivel de pobreza y condiciones de violencia).

Todas las dimensiones muestran un crecimiento en la inequidad en el aprendizaje mayor al 48 %, siendo la diferencia entre los resultados de los colegios en las zonas rurales vs. los de las urbanas, la mayor (372 % de aumento). La única que disminuyó fue la de género, pero las cifras obtenidas en este caso deben ser estudiadas con mayor detalle, ya que podrían estar afectadas por los altos niveles de deserción escolar de las niñas y adolescentes. Investigaciones realizadas en otros países concluyen que, en épocas de cierres por razones como las limitaciones de movilidad, el cuidado a menores, el trabajo doméstico, el matrimonio forzado y el embarazo, las niñas y las adolescentes son las primeras en desertar. En Colombia, por ejemplo, entre el 2020 y el 2021 hubo un aumento de 13.81 %, según cifras del DANE, en los embarazos en niñas menores de 14 años, evidencia que contribuye a sustentar esta hipótesis.

Como lo concluye el estudio, los resultados incluso pueden estar subestimados porque falta la variable de deserción (jóvenes que ni siquiera presentaron el examen porque se retiraron del colegio antes de terminar), y porque para la prueba solo se consideraron los resultados de los dos últimos grados. Seguramente el impacto en el aprendizaje fue mucho mayor en niños y niñas que vivieron el cierre durante procesos críticos como el de lectoescritura.

No sorprende que todos queramos olvidarnos de los años de pandemia, pero recordemos que la generación de niños, niñas y jóvenes que vivió ese momento y que fue privada del derecho fundamental a educarse sufrirá las consecuencias durante toda su vida (y, por consiguiente, el país también) si no hacemos algo urgentemente para remediar esta realidad. Desde el Ministerio de Educación no se escucha mucho sobre el tema. No obstante, confío en que el nuevo viceministro, que fue parte del movimiento La Educación Presencial Es Vital (incluso fue quien le dio el nombre) y trabajó años con las instituciones educativas rurales (las más afectadas), nos sorprenda con una política y un plan para enfrentar esta grave y triste situación.

Conoce más

Temas recomendados:

 

PETER(t0n84)17 de mayo de 2023 - 11:52 p. m.
Grave tópico. Poco taquillero, pero fundamental para los engranajes del país y el futuro de esos jóvenes. Ignorarlo es un crimen de Estado.
Dagoberto(51763)17 de mayo de 2023 - 03:39 p. m.
Valiosa reflexión sobre la educación en Colombia. Muy preocupante la situación de la educación rural. Abandono del estado, ausencia de políticas de integración entre la escuela y las familias, sus economías. En el ámbito rural se repite el esquema de las escuelas urbanas, con pedagogías memorísticas, infraestructura desueta. Sería muy útil pensar en proyectos de desarrollo curricular pensados para el campo, atendiendo a las particularidades de las regiones, los enfoques por proyectos.
luis(89686)17 de mayo de 2023 - 03:25 p. m.
"La educación presencial es vital". Sí pero no así.
OMAR(26993)17 de mayo de 2023 - 03:24 p. m.
La pandemia no deja de ser un referente histórico caracterizado por agudizar las desigualdades en el acceso y en la calidad de la educación básica y media, no porque las haya creado. Estas se han perpetuado en la historia. Ciertamente no se vislumbra una política de fondo y el énfasis se mantiene en los 500 mil cupos para la superior. La reforma del SGP será vital, si la permiten. Hoy en día los recursos para la calidad no existen, se van en pagar servicios y tapar goteras.
Hugo(14000)17 de mayo de 2023 - 01:00 p. m.
Cuál podría ser ese plan "que nos sorprenda" una vez que al viceministro le llegue esa inspiración? Es fácil decir que "la educación presencial es vital" o sea muy importante .Sin embargo todo lo que suelen decir esos sabios parece obvio.Lo que casi no se menciona y ni se enfatiza siquiera en una columna es la incapacidad pedagógica de "entusiasmar" a los alumnos en los temas y en el estudio, cuando en medio de urgencias materiales y emocionales ,la sola presencia del maestro los aburre .
  • Jairo(07497)17 de mayo de 2023 - 03:39 p. m.
    No me parece tan obvio lo que dice el artículo. Prueba de ello es que durante la pandemia y después de esta, muchos profesores holgazanes y padres de familia con un cuestionable criterio, luchaban porque se mantuviera la virtualidad en las instituciones educativas. Por supuesto, la sola presencialidad no garantiza una educación de calidad, pero ese no es el tema de esta columna.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.