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Colombia tiene una relación distante con Argentina. Por nuestra ubicación y aspiraciones decidimos que los países del norte son el ejemplo a seguir, y por esta razón la punta sur del continente nunca ha sido un referente. Sin embargo, considerando las tendencias políticas de las últimas décadas en la región, analizar su situación cobra mucha relevancia. Hace pocos días se llevó a cabo la primera vuelta electoral para presidente, y salieron favorecidos dos personajes bastante cuestionados: Sergio Massa, actual ministro de economía del país, y Javier Milei, candidato de extrema derecha, sin trayectoria política y con una fuerte bandera antiestablecimiento. Lo interesante de este resultado es entender cómo se llegó a él, pues tristemente ninguna de las alternativas parece ser la indicada para empezar a sacar a Argentina de la terrible crisis económica en que se encuentra (algunos expertos opinan que es peor a la del 2001, cuando se partió la historia moderna del país en dos).
Argentina, país de gran extensión, con baja densidad poblacional (excepto por la región de Buenos Aires), con tierras extremadamente fértiles y con abundantes recursos naturales y minerales, era, a comienzos del siglo XX, uno de los Estados más ricos del mundo. Los malos manejos macroeconómicos de las últimas décadas llevaron a que una de las economías más fuertes del continente alcanzara los índices de pobreza más altos de su historia moderna (40 % de su población), igualando así a la de países como Colombia, que, aunque sigue siendo muy alta, su tendencia es a la reducción y no al aumento, como tristemente sucede en Argentina.
La historia económica de esta nación durante el siglo XX está marcada por hitos políticos importantes: una democracia frágil que se alterna con periodos de gobiernos militares que dan pie al surgimiento del famoso movimiento político conocido como peronismo (denominado así por Juan Domingo Perón), cuyas banderas han recogido políticos de centro-izquierda y centro-derecha durante los últimos 40 años de democracia. Analizar los gobiernos de Perón y de sus inmediatos descendientes tomaría un libro, pero lo importante de resaltar es que la característica más representativa replicada por los gobiernos de las últimas décadas es el populismo, cuyo nacimiento en la región muchos lo adjudican a Perón y que, sin duda, es el responsable del pésimo manejo económico que tiene sumido a este país en una gran crisis social.
Argentina, otrora la más rica de la región, ahora, con esos terribles índices de pobreza y una inflación por encima del 100 por ciento, tiene como opciones para elegir a su próximo presidente al Ministro de Economía del kirchnerismo, movimiento político que la controla hace 20 años (con una corta interrupción) y que a todas luces es uno de los principales causantes de la crisis económica o a un desconocido, que raya con la locura y cuyo posible gobierno sería tan incierto que podría terminar de llevar al país a una completa debacle.
La realidad gaucha es trágica. Es difícil aprender de los demás, pero no sobra analizar qué pasa en nuestro continente para evitar caer en situaciones como la de Argentina. Tristemente hace un año Colombia se encontró con una circunstancia electoral similar, cuyas consecuencias todavía no terminamos de conocer.
