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#LaEducaciónPresencialEsVital

Isabel Segovia
27 de enero de 2021 - 03:00 a. m.

¿Qué pasaría si el personal de la salud decidiera que su trabajo es demasiado riesgoso y optara por atender la emergencia sanitaria en forma virtual y ocasionalmente? Es justamente lo que está pasando con la educación. El sindicato de maestros Fecode decidió que enseñar presencialmente es una actividad de alto riesgo, ignorando la evidencia que se ha divulgado desde hace meses. Su estrategia para no regresar a las aulas ha sido esparcir temor entre maestros y padres de familia, dejando a los niños en casa, encerrados, solos y obligados, en el mejor de los casos, a sentarse horas frente a una pantalla, para al final no aprender prácticamente nada.

A finales de octubre pasado escribí en una columna titulada “¡Abran los colegios YA!”: “Sospecho que el rebrote del virus (que sucederá) será la excusa para mantenerlos así (encerrados) y los niños pasarán otro año sin educación. Para empeorar el escenario, Fecode, egoísta y mezquino, aprovechó la situación para cobrarle al Gobierno las ‘deudas’ con los maestros. Lindo hubiera sido verlos protestar por el derecho de los niños a una educación en sus colegios”. Desafortunadamente, esto es exactamente lo que pasó. Hoy los colegios siguen cerrados en la mayor parte del país, no sólo en Bogotá que está en alerta roja, sino también en municipios sin COVID o donde está controlado. No se trata de abrir irresponsablemente, pero no se puede generalizar el cierre; tenemos que aprender a convivir con el virus y eso incluye a las instituciones educativas, que deben ser las últimas en cerrar y las primeras en abrir.

Sin embargo, en su última circular Fecode insiste en “intensificar la campaña de NO a la alternancia en las actuales circunstancias y reivindicar la escuela de, en y para la vida”. Justamente lo que no hacen es defender la escuela para la vida. Para los niños, ir a sus colegios es vital; el encierro, en cambio, es maltrato, violencia y depresión. Adicionalmente, los están estigmatizando, convirtiéndolos en una amenaza para la sociedad al sugerir que debemos encerrarlos porque contagian y matan a sus papás y abuelos. Me niego a creer que los maestros piensen que enseñar virtualmente sea efectivo y gratificante, y que sus condiciones laborales actuales son aceptables.

Un médico infectólogo me dijo que el sector educativo se acomodó, sin importar las consecuencias ni el compromiso ético que implica ser profesional de la educación. Quienes hemos abogado por mejorar las condiciones laborales de los maestros y reconocemos que no existe una profesión más importante para la construcción de un mejor país no podemos aceptar que ahora su sindicato los motive a ser insolidarios. Como miembro del sector educativo, me da vergüenza con nuestros colegas del sector salud.

No nos quedemos con los brazos cruzados, pongámosle freno a una tragedia silenciosa que tendrá repercusiones educativas, sociales y económicas. Obligar a los niños a mantenerse en casa retrasa su desarrollo emocional y cognitivo, y amplía la brecha de desigualdad que ya existía en nuestro país. Invitamos a los maestros, directivos docentes, padres de familia y todos aquellos líderes y ciudadanos comprometidos con la niñez y con la educación a unirse a la campaña #LaEducaciónPresencialEsVital. Ya somos muchos, pero necesitamos más para poder hacer contrapeso a un insolidario sindicato que perdió su norte.

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Mar(60274)28 de enero de 2021 - 12:02 a. m.
Señora columnista, la vida es todo, sin vida no hay nada, hay que cuidarla, si las bombas se vieran no estaría usted escribiendo esta columna, esta guerra es más peligrosa porque las bombas no se ven, demos gracias que el internet existe, lo que hay que hacer es perfeccionarlo y adecuarnos al momento que estamos viviendo, si no, no sobreviviremos.
  • Mar(60274)28 de enero de 2021 - 12:38 a. m.
    Mientras aquí nos estamos rebelando, el virus se está haciendo más eficiente. No somos pues "seres humanos" los todo poderosos, de algo nos ha de servir "tanta inteligencia" hay que utilizarla, el virus se contagia en medio de la propotencia.
ALBERTO(84624)27 de enero de 2021 - 06:33 p. m.
Esta respetable señora, mientras ataca a fecode, gremio en el que mucha parte de su personal es altamente propenso a contagiarse por su edad, porque no pregunta a este gobierno inepto, por las VACUNAS, con las cuales creo yo en mi infinita ignorancia, se resolveria la mayor parte de los problemas,todos tan importantes,: EDUCACIÓN, SALUD, ECONOMIA, TURISMO, INDUSTRIA, COMERCIO.
Japonte(20769)27 de enero de 2021 - 04:38 p. m.
La autora hace una serie de comparaciones entre el sector salud y educación que no son lógicas. Empezando porque los pacientes no van al hospital y vuelven todos los días a sus casas, ni tienen contacto directo entre ellos. De otra parte, las condiciones de bioseguridad en un hospital no son para nada comparables a los de una escuela, donde a veces ni agua tienen. La salud está primero que todo.
Nelson(11961)27 de enero de 2021 - 01:54 p. m.
Los médicos y personas de primera línea hacen frente a una emergencia sanitaria, para ello se preparan y es su profesión, cosa muy distinta es convertirse en fuente de contagio, inicia la columnista con una falsa (mal intencionada?) Analogía. Cómo preguntan en el foro: acaso la vida no es vital? La insolaridad es con quién? La vida y salud de la niñez es prioridad y responsabilidad de todos.
Hannibal(11732)27 de enero de 2021 - 01:18 p. m.
Las medidas de bioseguridad consistirán en jabón. No cubrirán instituciones en zonas de "difícil acceso" en las que, no se alarme, ni siquiera agua tienen. Al poco tiempo se hablaría de sobrecostos y cartel del jabón. En las urbes, el suministro de las exiguas dotaciones para la bioseguridad, cesarían. Criterios falaces, malintencionados, desconectados con la realidad, lo de esta columnista.
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