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¿Quién podrá defenderlas?

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Isabel Segovia
25 de agosto de 2021 - 05:30 a. m.
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Imágenes descorazonadoras como la del niño sirio ahogado en las costas de Turquía hace algunos años y la de los padres afganos desesperados, entregando sus bebés a través de alambres de púas a los soldados norteamericanos que están saliendo del país esta semana, sólo demuestran el absoluto fracaso de Occidente en promover y defender la justicia social y los derechos humanos alrededor del mundo, y la falta de empatía y solidaridad de quienes no vivimos en carne propia estas atrocidades.

Lo que pasa en Afganistán es un verdadero horror, uno más de un mundo que en pleno siglo XXI todavía permite que existan lugares donde los derechos se vulneran tan bárbaramente. Como en los divorcios, todos difíciles y tristes, el que al final toma la decisión, aunque esta sea la única salida, es quien termina siendo el responsable. Biden cargará con las consecuencias de haber ejecutado la decisión de salir de Afganistán y terminar una relación entre una pareja que nunca se conoció ni entendió, poniendo fin a décadas de intervencionismo y dejando a ese país en igual o peor estado al que encontraron hace 20 años.

Sin embargo, creer que su gobierno es el único responsable de la situación actual de Afganistán es una observación limitada y simplista. Claro que en parte lo es, pero lo son también por lo menos diez administraciones previas a la suya y muchos otros países de Occidente que no han logrado entender la cultura musulmana, y que, con sus acciones e intervenciones, cada día ahondan más su radicalización. Hoy los talibanes regresan al poder, y los afganos, víctimas de su propia corrupción e incapaces de protegerse a sí mismos, vuelven a ser sometidos por uno de los grupos más extremistas y vulneradores de los derechos humanos, principalmente los de las mujeres.

El mundo observa expectante, cruzado de brazos e indiferente, mientras los padres regalan a sus niños con tal de no dejarlos en un país donde saben que será imposible darles alguna oportunidad. Las mujeres vuelven a ser tratadas como animales, pierden todos sus derechos, son abusadas y maltratadas; regresan a tener que ver el mundo cubiertas de pies a cabeza y a través de una burka; se les prohíbe trabajar, estudiar y vivir de manera independiente. Además, son obligadas a cumplir unas leyes absurdas, que es absolutamente imposible creer que estén escritas, y que si se quiebran conllevan a severos castigos físicos y psicológicos que acaban con la dignidad de cualquier ser humano.

Soy madre de una niña, tengo sobrinas, primas y amigas, trabajo rodeada de mujeres profesionales, competentes y excelentes personas, y cuando pienso en todas ellas, no puedo dejar de sentir que algo está intrínsecamente mal en un mundo que permite que todavía existan sociedades que someten a las mujeres como lo hacen los talibanes. Al ver lo que sucede nuevamente en Afganistán, después de años de intervención de Occidente, sólo se puede concluir que los peores enemigos de la humanidad somos nosotros, los seres humanos, con capacidad infinita para hacer el mal, pero siempre limitados para evitarlo. Y entonces, ¿quién podrá defenderlas y defendernos de nosotros mismos?

Posdata. Bienvenidos los afganos y sobre todo las afganas que logren dejar ese infierno atrás. Esa será una pequeña pero importante contribución dentro de esta triste realidad.

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edgar(11732)26 de agosto de 2021 - 01:06 a. m.
Creer que Occidente promueve y defiende la justicia social y los derechos humanos alrededor del mundo, puede ser aceptado como una postura personal, eso sí: retrograda, ingenua e ilusa y finalmente propia de la ignorancia. Lo que es aún más lamentable, que se utilice ésta tribuna para hacer semejante apología. La columnista es de los que creen que el AVASALLAMIENTO Y EL SOMETIMIENTO SON VÁLIDOS.
Arturo(82083)25 de agosto de 2021 - 11:51 p. m.
Hay una contradiccion de fondo en el discurso: recrimina a Occidente por su fracaso en promover y defender (mas bien forzar) la justicia social y los derechos humanos alrededor del mundo y de no entender la cultura musulmana, y al mismo tiempo se queja porque el Mundo (Occidente) permita las atrocidades que estan ocurriendo. Las madres "occidentalizadas" de Kabul que regalan a sus hijos no....
  • Arturo(82083)26 de agosto de 2021 - 12:03 a. m.
    representan el Afganistan profundo. Habria que preguntarle a las madres en las provincias remotas si se sienten tratadas como animales,abusadas,obligadas a usar la Burka y a vivir bajo la Ley del Sharia. Si para nosotros esas condiciones son inaceptables, no podemos pretender que tambien a ellas les parezcan inaceptables.Podemos mostrarles otras formas sociales mas civilizadas pero no imponerselas
toribio(27030)25 de agosto de 2021 - 09:38 p. m.
El papa Francisco podría intentar negociar con el talibán los derechos de hombres y mujeres sin producir la "tercera guerra". Hay que entender que los talibanes son prácticamente iguales Occidente antes de la Ilustración.
  • María(60274)26 de agosto de 2021 - 02:46 a. m.
    No le importan sus curas pederastas, le va a interesar defender a las mujeres.
  • John(30701)25 de agosto de 2021 - 11:49 p. m.
    Es más fácil ver a Francisco en calzoncillos, a que esos sátrapas oscurantistas se sienten con él
Gilberto(4359)25 de agosto de 2021 - 06:09 p. m.
La culpa de esas estupideces es de las religiones, la biblia también contiene reglas absurdas contra las mujeres que afortunadamente no se aplican. Creo que para liberar a Afganistán y los musulmanes de ese flagelo no se necesitan ejercitos armados de fusiles, sino de ilustración y conocimiento para que entiendan que no existen Mahomas o Cristos que signifiquen ejemplos para las relaciones humana
  • María(60274)26 de agosto de 2021 - 02:45 a. m.
    Muy cierto, las religiones son las peores maldiciones del planeta. Nada para mantener y extender la ignorancia como las religiones.
  • John(30701)25 de agosto de 2021 - 11:51 p. m.
    Hasta el renacimiento, a las mujeres europeas no les iba mucho mejor que a las afganas de ahora y todo por culpa del catolicismo. La religión es el mejor medio para embrutecer y adormilar la gente
bernardo(19305)25 de agosto de 2021 - 05:06 p. m.
La religión es la peor desgracia de la humanidad. Ahora son los talibanes y algunos musulmanes. El cristianismo no menos manchado de sangre desde las cruzadas , los tribunales de la inquisición y el franquismo criminal importado a Colombia por el godolaureanismo. Es triste que la opresión religiosa solo se acabará, según ONU dentro de 50 años,cuando el calentamiento global se haga cargo del fin.
  • John(30701)25 de agosto de 2021 - 11:49 p. m.
    Tal cual
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