Francisco Maturana aceptó el razonamiento que se hizo en su momento cuando se daba como un hecho la llegada del preparador físico uruguayo Alejandro Riccino a la selección...
Francisco Maturana aceptó el razonamiento que se hizo en su momento cuando se daba como un hecho la llegada del preparador físico uruguayo Alejandro Riccino a la selección: “Si pedimos un técnico colombiano porque se cree en el material que existe en el país, no es lógico contratar un preparador físico foráneo. Sería incoherente y contraproducente”.
Por esa razón, Gómez terminó llamando a Elkin Sánchez como su compañero de fórmula, pese a que hace pocos días había declarado que no llevaría ni a Sánchez ni a su hermano al cuerpo técnico. Volver a trabajar con Sánchez es una decisión respetable y que sólo le compete al técnico que debe ser el encargado de nombrar sus colaboradores. Se podría pensar que la idea de contratar a Riccino era de Maturana, pero no fue así, era de Bedoya. A veces suda más la tapa que la olla.
Sobre la llegada de Leonel Álvarez hay diferentes puntos de vista. Algunos creen que Leonel se equivocó al aceptar su ingreso al cuerpo técnico, pues es el titular del Medellín e ir de segundo a la selección es un retroceso. Eso tiene tanto de largo como de ancho.
Dos factores animan al análisis. En la parte económica, Leonel debe pensar que es mejor un contrato a cuatro años con la Federación que una vinculación inestable con el Medellín, donde hoy es el rey pero mañana puede ser cuestionado y despedido por los resultados. La continuidad en un club es relativa y depende de ganar y ganar. Leo hoy es vencedor, ¿pero mañana? En la parte financiera no hay duda, Álvarez se protege y está en todo su derecho.
Ahora, en la parte profesional es evidente que a Leonel le faltan partidos, rodaje, dirigir y dirigir, reaccionar a las diversas circunstancias y eso sólo lo dan los partidos. En el Medellín tiene la oportunidad de estar todo el día en el campo, todos los domingos en la raya, metido en el cuento, agarrando experiencia a punto de vivencias, acertando y equivocándose.
En la selección dirigirá muy poco, el titular es Gómez, aportará un poquito en lo táctico pero el conductor es Gómez, no tendrá rodaje y a Leonel no se le ve de ninguna manera metido en la oficina planificando y “administrando” viajes-concentraciones-amistosos. Allí, en la parte profesional, Leonel pierde mucho y pospone la recolección de experiencias por una seguridad laboral.
Luis Bedoya sostiene que en la selección Leonel aprenderá mucho. Se juega tan poco, se compite esporádicamente, el trabajo de campo es tan limitado por las fechas Fifa, que la realidad es bien diferente.
Claro, Leonel quiere estar junto a Maturana y Gómez, les tiene confianza y cree en lo que ellos están proponiendo. Además, el único que debe tomar esa decisión, irse de segundo o quedarse de primero, ser cola de león o cabeza de ratón, es Álvarez, y él tomó su determinación.
Si usted, respetado lector, fuese Leonel, ¿qué hubiera hecho?