Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Cuatro consejos para escribir una novela perfecta

J. D. Torres Duarte

12 de febrero de 2020 - 12:00 a. m.

Los consejos para escritores se han convertido en una rama de la autoayuda: apuntan al éxito, tienden a aniquilar cualquier traza de lirismo (es decir, a recordarle al escritor que debe tener los pies sobre la tierra) y se sustentan sobre la idea de que obedecer una serie de instrucciones basta para dominar el arte literario.

PUBLICIDAD

Es falso, por supuesto.

Es, además, dañino. Suponer la existencia de un método uniforme para las obras literarias tiene un efecto tóxico: todo termina pareciéndose a todo. En general, una obra de peso es la suma de una voz y una estructura particulares, casi únicas, extrañas, cuya repetición sólo podría resultar en parodia. Quiero decir: es posible que cada clásico determine sus reglas, armónicas sólo en su caso. En cada libro, podría decirse, la literatura empieza de cero.

En el mercado literario de Estados Unidos, los libros de consejos para escritores abundan a tal punto que uno se pregunta si quizás la creación literaria se ha convertido para ellos en un sucedáneo de la producción automotriz en masa. Todos tienen, por regla, entre diez y quince palabras entre título y subtítulo: Trama y estructura: técnicas y ejercicios para crear una trama que agarre a los lectores del principio al final, Asumiendo al personaje: siete secretos que un novelista puede aprender de un actor o el extenso Stein habla de la escritura: el editor magistral de algunos de los escritores más exitosos de nuestro siglo comparte sus técnicas y estrategias artísticas. Es pura coincidencia si existe una similitud de tono entre esos títulos y Los siete hábitos de la gente altamente efectiva: lecciones poderosas de cambio personal.

Quisiera ejecutar el examen fugaz de uno de esos libros, escrito por Kris Spisak. La extensión de su título es inesperada: Guía para editar novelas: 105 trucos y consejos para revisar tu manuscrito de ficción (es esencial tratar al lector de tú porque sólo un amigo puede decirte qué hacer). En una banda roja sobre el título hay una oración breve: “Lo hiciste. Ahora termínalo”. Nada mejor que una orden para animar la creatividad.

Read more!

En una entrada de blog, Spisak resume cuatro de sus consejos para potenciar el manuscrito de cara a su publicación. En el primero, “Asegúrate de que tu protagonista tiene voluntad”, Spisak dice que los protagonistas “deben tomar decisiones por sí mismos, deben tener poder de decisión, deben ser jugadores activos en su historia”. “Leer un recuento diario de alguien no es tan excitante como leer la historia diaria, giro a giro, cambio a cambio de un personaje que se hace cargo de cualquier situación para bien o para mal”, escribe.

Spisak tiene razón: no existe personaje sin un twist en la trama, sin la acumulación constante de eventos. Qué estúpido fue Samuel Beckett al creer que Molloy y Malone, dos de sus personajes más recordados, podían vivir impunes sin que nada les sucediera. Y qué tonto fue García Márquez al suponer que la barahúnda del destino podía convertir a los personajes en simples títeres sin voluntad: todos los Buendía son, en su construcción literaria, un fracaso generacional.

En su segundo consejo, “Revalora tus escenas de ‘sentarse y hablar’”, dice esto: “El diálogo puede ser en ocasiones la mejor parte del libro, pero la historia necesita guiar el camino, no los personajes contándola de manera repetitiva”. Cuando habla de historia, Spisak se refiere a la trama: deben suceder cosas, es fútil poner a dos o a tres a conversar sin cesar. Es incomprensible por qué Hemingway cometió una y otra vez ese error en cuentos clásicos como Colinas como elefantes blancos o Los asesinos o por qué dedicó la mayoría de Por quien doblan las campanas a los intercambios de sus personajes.

Read more!

Spisak agrega que hay que destruir esas escenas que sean sólo “diálogo socrático”. Pobres J. M. Coetzee y Sándor Márai: están obligados a borrar de su obra unos cuantos libros, casi todos sus libros.

El tercer consejo, “Revisa la escala emocional”, es más sencillo: se trata de cuidar los cambios emocionales de los personajes, que no pueden estar exultantes y de repente caer en la ira. Deben ir de un estado al otro paso a paso, por momentos, como suele suceder. Es una barbaridad, por ejemplo, que el Quijote se lance contra los molinos de viento sin juicio previo, sin haber razonado ni transitado por las etapas necesarias para alcanzar la rabia. Es desatinado el asesinato repentino que comete Josef Bloch, ese personaje de El miedo del portero al penalti de Peter Handke, que hasta ese entonces se nos ha mostrado como un hombre vivaz y, pese a todo, divertido. La vida debe rendirse ante la lógica activa de la narración.

No ad for you

“Encuentra los ‘descubrió’” es el último consejo de Spisak. Consiste en eliminar los momentos en que el autor expone las epifanías de sus personajes: “Fulano descubrió entonces que Mengano era su única opción para salvarse”. Es mejor, continúa Spisak, que el lector obtenga esa misma revelación a través de una descripción de los hechos, no de una mera explicación del autor. Tolstói, Austen y Dickens nos deben una explicación certera sobre por qué utilizan tantas veces descubrió y otras variantes (notó, se dio cuenta, encontró…) de manera impune, poniendo un énfasis innecesario en exponer el fondo de la escena. Un curso de escritura creativa, sobre todo en una universidad estadounidense, les habría venido bastante bien.

Basta de filosofar: escribir se trata de mostrar.

CODA

Hace poco le devolvieron la nacionalidad checa a Milan Kundera. Hay otro autor de su país que suscita mi interés: Bohumil Hrabal. Dos libros suyos deberían estar en toda biblioteca pública: Una soledad demasiado ruidosa y Trenes rigurosamente vigilados.

No ad for you

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.