George Saunders (Amarillo, 1958) ha tenido la fortuna de construir una carrera fulgurante en la que ha ganado premios por sus cuentos, premios por su única novela, premios por las hazañas probadas y probables de su genio, premios por teclear. Pero su solvencia de escritor laureado es inútil ante el tráfico fulgurante que debe de tolerar mañana tras mañana de camino a la Universidad de Siracusa, donde dicta desde hace más de veinte años, ante un grupo de sólo seis estudiantes, un curso sobre cuentistas rusos del siglo XIX. Su método pedagógico evoca más una clase de mecánica que una de exégesis literaria: Saunders concibe el cuento...
Conoce más
