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Las propuestas de Donald Trump en su manera extrema de llegar a los votantes tiene gran similitud con el miedo que utilizó el senador republicano Joseph McCarthy en la década de 1950 para lograr popularidad y votos en los Estados Unidos. El lazo que une a McCarthy y Trump se llama Roy Cohn, quien fue asesor de McCarthy. Años más tarde actuaría como mentor del vendedor de bienes raíces y quien se convirtió en presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Joseph McCarthy desde el año de 1953 presidió la Subcomisión Permanente de Investigaciones del Senado, mediante la cual azuzó una campaña anticomunista, haciendo creer a muchos que protegía los valores americanos. Su modus operandi consistía en acusar a diferentes ciudadanos de deslealtad, traición a la patria, comunismo naturalmente y subversión, entre otros. Afirmó que cientos de comunistas habían logrado infiltrarse en el Departamento de Estado, al igual que en muchas otras agencias federales. Su caída se atribuye a que atacó al ejército duramente y además fue expulsado de la subcomisión que presidía. Durante cerca de seis años tuvo éxito, luego su enorme prestigio disminuyó notablemente y sus últimos dos años en el Senado no son nada bien recordados. Murió cuando apenas contaba con 48 años.
Algo bien parecido se vive hoy en día en los Estados Unidos y que está influyendo en la manera de actuar de muchos norteamericanos, que indudablemente tendrá una gran repercusión en la elección del presidente este 5 de noviembre. Trump como candidato está asumiendo en esta elección una posición más radical que cuando ejerció como presidente. Entre las promesas de campaña están: en cuanto a una cuestión tan sensible como es el aborto, manifestó el 8 de abril de este año, que se sentía “orgullosamente responsable” de revocar la ley Roe versus Wade, la cual reconoció el derecho a interrumpir el embarazo hasta la semana 24. En esta elección cambió y ahora ha moderado bastante sus argumentos, pues tiene miedo de perder esos votos. Se comprometió a acabar con el Departamento de Educación aduciendo que este ha sido infiltrado por “fanáticos radicales y marxistas”. En cuanto al programa energético, acabará con la meta de tener un 54 % de que los vehículos nuevos sean eléctricos para el año 2030. Repite que acabará con la invasión de Rusia a Ucrania en veinticuatro horas; lo que no dice es que Ucrania debe ceder a los caprichos de Putin. Lo otro que dice es que se puede venir una tercera guerra mundial, lo cual es populismo del más básico y, lo peor, es que algunos incautos le creen.
El estilo de exagerar las cosas y en muchos casos mentir como lo hizo McCarthy, tanto como lo hace Trump actualmente, es evidentemente una manera de buscar que un número suficiente de ingenuos le crean y naturalmente voten por él. Es triste que la potencia mundial cuente con un candidato tan básico en lo intelectual. McCarthy acudió al miedo para movilizar a las personas y Trump lo está haciendo ahora. La diferencia es que hoy en día las personas pueden verificar los hechos mucho más fácilmente. Pero de todos modos algunos le creen a Trump, pues las personas que lo apoyan son muy básicas y no cuestionan nada; son como una secta, simples borregos, lamentablemente.
