Lamentablemente, no todos los medios pueden darse el lujo periodístico de actuar de manera independiente, pues para muchos conglomerados esta característica no prima.
A raíz de que se hicieron públicos algunos trinos de la periodista Érika Zapata de Caracol Televisión en los cuales abiertamente muestra su apoyo a Álvaro Uribe, se formó un escándalo sobre si los medios de comunicación deben ser abiertamente de derecha, de izquierda o de centro.
En el mundo, los diferentes medios de comunicación generalmente tienen una ideología que los identifica y sus audiencias son en su gran mayoría las personas afines a esta tendencia. Es así como, por ejemplo, CNN es más de izquierda y FOX News más de derecha. De tal suerte, la información que transmiten juega un rol fundamental en el sistema democrático y es apenas natural que las diferentes tendencias ideológicas tengan uno o varios medios en los cuales puedan informar desde su(s) punto(s) de vista, con los candidatos de dicha tendencia política y personas afines para que tengan una tribuna adecuada en la cual puedan manifestar sus ideas.
Muchos de los medios de comunicación pertenecen a grandes conglomerados multinacionales, de la misma manera varios medios locales pertenecen a importantes a grupos económicos nacionales, los cuales tienen el músculo financiero para resistir las malas rachas económicas (como la del momento actual). Hace un tiempo la gran mayoría de medios de comunicación pertenecían a familias, pero la situación fue cambiando poco a poco, hasta que llegó el momento en cual los más grandes empezaron a ganar la batalla a los más pequeños y estos grandes, que generalmente eran grupos económicos, prevalecieron.
Lamentablemente, no todos los medios pueden darse el lujo periodístico de actuar independientemente, pues para muchos conglomerados esto no prima, sí el interés económico, el cual muchas veces está en el gobierno de turno que les pauta e insta a algunos empresarios a hacer lo mismo. Los medios de comunicación también responden al mercado, que en algunos casos se contrapone al principio de informar acerca de lo que realmente creen, es decir, se mueven en algunos casos por un asunto económico. Este aspecto puede parecer menor, pero no lo es, pues algunos medios de comunicación podrían desaparecer por ausencia de pauta.
Creo que los medios tienen no solamente el derecho sino también la obligación de precisar su tendencia política claramente y el conjunto de principios y valores que defienden; el cual los ubica a un lado, al otro o al centro. Generalmente desde su nacimiento es clara la posición ideológica de un medio de comunicación, pero en los últimos años la situación cambio bastante con el nuevo esquema de conglomerados, el cual puede cambiar de acuerdo a la tendencia política del gobierno de turno.
Érika Zapata no actuó ni bien ni mal, es simplemente una persona que tiene, al igual que la gran mayoría, una opinión sobre el tema político. Los medios deben dejar clara y abiertamente su tendencia política, lo cual no es ni mucho menos un pecado, es simplemente la democracia de la cual disfrutamos.
Lamentablemente, no todos los medios pueden darse el lujo periodístico de actuar de manera independiente, pues para muchos conglomerados esta característica no prima.
A raíz de que se hicieron públicos algunos trinos de la periodista Érika Zapata de Caracol Televisión en los cuales abiertamente muestra su apoyo a Álvaro Uribe, se formó un escándalo sobre si los medios de comunicación deben ser abiertamente de derecha, de izquierda o de centro.
En el mundo, los diferentes medios de comunicación generalmente tienen una ideología que los identifica y sus audiencias son en su gran mayoría las personas afines a esta tendencia. Es así como, por ejemplo, CNN es más de izquierda y FOX News más de derecha. De tal suerte, la información que transmiten juega un rol fundamental en el sistema democrático y es apenas natural que las diferentes tendencias ideológicas tengan uno o varios medios en los cuales puedan informar desde su(s) punto(s) de vista, con los candidatos de dicha tendencia política y personas afines para que tengan una tribuna adecuada en la cual puedan manifestar sus ideas.
Muchos de los medios de comunicación pertenecen a grandes conglomerados multinacionales, de la misma manera varios medios locales pertenecen a importantes a grupos económicos nacionales, los cuales tienen el músculo financiero para resistir las malas rachas económicas (como la del momento actual). Hace un tiempo la gran mayoría de medios de comunicación pertenecían a familias, pero la situación fue cambiando poco a poco, hasta que llegó el momento en cual los más grandes empezaron a ganar la batalla a los más pequeños y estos grandes, que generalmente eran grupos económicos, prevalecieron.
Lamentablemente, no todos los medios pueden darse el lujo periodístico de actuar independientemente, pues para muchos conglomerados esto no prima, sí el interés económico, el cual muchas veces está en el gobierno de turno que les pauta e insta a algunos empresarios a hacer lo mismo. Los medios de comunicación también responden al mercado, que en algunos casos se contrapone al principio de informar acerca de lo que realmente creen, es decir, se mueven en algunos casos por un asunto económico. Este aspecto puede parecer menor, pero no lo es, pues algunos medios de comunicación podrían desaparecer por ausencia de pauta.
Creo que los medios tienen no solamente el derecho sino también la obligación de precisar su tendencia política claramente y el conjunto de principios y valores que defienden; el cual los ubica a un lado, al otro o al centro. Generalmente desde su nacimiento es clara la posición ideológica de un medio de comunicación, pero en los últimos años la situación cambio bastante con el nuevo esquema de conglomerados, el cual puede cambiar de acuerdo a la tendencia política del gobierno de turno.
Érika Zapata no actuó ni bien ni mal, es simplemente una persona que tiene, al igual que la gran mayoría, una opinión sobre el tema político. Los medios deben dejar clara y abiertamente su tendencia política, lo cual no es ni mucho menos un pecado, es simplemente la democracia de la cual disfrutamos.