El Covid-19 se está esparciendo por todo el mundo y en el momento de escribir estas líneas aún no existe la cura. Este año tiene lugar la elección presidencial en los Estados Unidos y parece que no será nada fácil para Donald Trump. Nombró a su vicepresidente Mike Pence para enfrentar la crisis del Covid-19. ¿Lo hizo pensando en que fracasará y necesariamente su fórmula será otra persona?
Trump quería que su rival demócrata fuera Berni Sanders, con quien puede diferenciarse fácilmente frente a la opinión pública, ya que Sanders está bastante cerca de la izquierda y es mucho más fácil diferir con él. CNN afirmó que Trump lo apoya por cuanto ve en él a un rival fácil que puede vencer, ya que sus posiciones son totalmente opuestas y bastante controvertidas, pues Sanders ofrece -entre otras cosas- un aumento enorme en los ámbitos medio ambientales y de atención médica, mientras la deuda del país crece cada segundo.
En el aspecto económico a nivel mundial se estima que la afectación por el Covid-19 será fuerte. El pasado 16 de febrero, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, advirtió sobre el crecimiento económico mundial proyectado en 3,3 % este año y el cual podría verse corto entre un 0,1 % y 0,2 %. Se estima que el brote baje las proyecciones cerca de 0,3 % en China y podría llegar a descender hasta 5,6 %. Solo el jueves, el índice Dow Jones perdió un 3,35 % y las bolsas europeas retrocedieron un 2 %. El petróleo también disminuyó su precio la semana pasada, el precio del Brent llegó a 46.54 USD por barril y el WTI a 42.69 USD. La consultora Capital Economics estima que el brote puede costar 280.000.000 millones de dólares solamente en el primer trimestre de este año. Esto que está pasando en la economía mundial se conoce como un cisne negro, es decir un fenómeno que ocurre por sorpresa y genera un gran impacto.
Mike Pence admitió, al salir de una planta de 3M en Minnesota, que el gobierno carece de suficientes pruebas para verificar si las personas padecen el virus. Es un tema sobre el cual ningún país estaba preparado, es decir no es negligencia ni falta de previsión. Pero tiene consecuencias políticas y eso es innegable, es decir su futuro político está en juego y él lo sabe. También la reelección de Trump podría estar en veremos y depende mucho de la evolución del virus, el cual parece -al menos por ahora- no ver una vacuna rápidamente desarrollada. El Congreso americano aprobó 8.300 millones de dólares para enfrentar la propagación del virus, lo cual denota la enorme preocupación del presidente sobre este asunto.
Si el rival de Trump no es Sanders, sino Biden, su estrategia definitivamente tiene que ser otra muy diferente. Es bastante probable que cambie a Pence por una persona menos radical en su manera de pensar. Es factible entonces que le encomendara a Pence manejar la crisis del Covid- 19, previendo que es un asunto casi imposible de controlar, lo que le permitiría buscar otro candidato menos radical para poder enfrentar a Biden y tratar de triunfar.
El Covid-19 se está esparciendo por todo el mundo y en el momento de escribir estas líneas aún no existe la cura. Este año tiene lugar la elección presidencial en los Estados Unidos y parece que no será nada fácil para Donald Trump. Nombró a su vicepresidente Mike Pence para enfrentar la crisis del Covid-19. ¿Lo hizo pensando en que fracasará y necesariamente su fórmula será otra persona?
Trump quería que su rival demócrata fuera Berni Sanders, con quien puede diferenciarse fácilmente frente a la opinión pública, ya que Sanders está bastante cerca de la izquierda y es mucho más fácil diferir con él. CNN afirmó que Trump lo apoya por cuanto ve en él a un rival fácil que puede vencer, ya que sus posiciones son totalmente opuestas y bastante controvertidas, pues Sanders ofrece -entre otras cosas- un aumento enorme en los ámbitos medio ambientales y de atención médica, mientras la deuda del país crece cada segundo.
En el aspecto económico a nivel mundial se estima que la afectación por el Covid-19 será fuerte. El pasado 16 de febrero, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, advirtió sobre el crecimiento económico mundial proyectado en 3,3 % este año y el cual podría verse corto entre un 0,1 % y 0,2 %. Se estima que el brote baje las proyecciones cerca de 0,3 % en China y podría llegar a descender hasta 5,6 %. Solo el jueves, el índice Dow Jones perdió un 3,35 % y las bolsas europeas retrocedieron un 2 %. El petróleo también disminuyó su precio la semana pasada, el precio del Brent llegó a 46.54 USD por barril y el WTI a 42.69 USD. La consultora Capital Economics estima que el brote puede costar 280.000.000 millones de dólares solamente en el primer trimestre de este año. Esto que está pasando en la economía mundial se conoce como un cisne negro, es decir un fenómeno que ocurre por sorpresa y genera un gran impacto.
Mike Pence admitió, al salir de una planta de 3M en Minnesota, que el gobierno carece de suficientes pruebas para verificar si las personas padecen el virus. Es un tema sobre el cual ningún país estaba preparado, es decir no es negligencia ni falta de previsión. Pero tiene consecuencias políticas y eso es innegable, es decir su futuro político está en juego y él lo sabe. También la reelección de Trump podría estar en veremos y depende mucho de la evolución del virus, el cual parece -al menos por ahora- no ver una vacuna rápidamente desarrollada. El Congreso americano aprobó 8.300 millones de dólares para enfrentar la propagación del virus, lo cual denota la enorme preocupación del presidente sobre este asunto.
Si el rival de Trump no es Sanders, sino Biden, su estrategia definitivamente tiene que ser otra muy diferente. Es bastante probable que cambie a Pence por una persona menos radical en su manera de pensar. Es factible entonces que le encomendara a Pence manejar la crisis del Covid- 19, previendo que es un asunto casi imposible de controlar, lo que le permitiría buscar otro candidato menos radical para poder enfrentar a Biden y tratar de triunfar.