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Complicidad y sanación

Jaime Arocha
28 de marzo de 2023 - 02:00 a. m.

“Tierra abonada por la sangre de los mártires” es la sobrecogedora pintura de doña María Brígida González, líder de la comunidad de paz de San José de Apartadó. Escogencia apropiada para la carátula de un libro que relieva los diálogos entre sufrientes de la violencia y personas adiestradas en etnografía, a quienes unió la esperanza de que afectos y complicidades contribuyan a explicar sucesos difíciles de comprender, y por lo tanto, a sanar sus efectos.

Su título, “Antropología, violencia y actores sociales en América Latina”. Lo editaron Myriam Jimeno, Andrés Góngora, Marco J. Martínez-Moreno y Antonio Olmos, miembros del Grupo Conflicto social y violencia de la Universidad Nacional de Colombia y lo lanzaron el 17 de marzo en el teatro Teresa Cuervo del Museo Nacional de Colombia.

Dos capítulos hacen énfasis en heterodoxias que desdeñan los estudios canónicos. Camilo Ruíz escribió “De secreto, apariciones y remedios en la guerra: otras narrativas de magia, violencia y resistencia en el Cauca”. Le interesan hombres y mujeres sabias que la gente Nasa denomina The Wala. Hacen remedios a partir de plantas de la región o idean secretos mediante frases u oraciones que no revelan para contrarrestar “…la presencia de grupos armados, […el] cultivo de marihuana y coca con fines ilegales, […] la militarización de sus resguardos y […] la inserción de jóvenes indígenas […]”. Entonces, no es de extrañar que The Wala y objetivo militar sean sinónimos que amenazan la reproducción de “los sistemas de conocimiento articulados a las necesidades actuales de la gente”. Ni más ni menos, la paranoia guerrera deriva en daño cultural, con efectos sobre la noción de ser individual y colectivo que pueden ser irremediables.

Mi interés por el segundo de los ensayos tiene que ver con esa misma anomalía, y además con pensamientos de la gente yoruba que atesoro: “estamos más despiertos en nuestros sueños. Oímos lo que susurran los espíritus, vemos lo que los dioses ven en nuestras vidas, nos convertimos en lo que de verdad somos”[1]. De esas formas de entendimiento fue consciente Angélica Franco cuando aproximó relatos de apariciones de víctimas de muertes horripilantes. Los consignó en “Narrativas plurales del sufrimiento y la reconstrucción de la vida: relatos del sueño y reivindicaciones morales entre víctimas del pueblo del pueblo awa en Colombia”. Incluye un difunto que se introduce en la vigilia para señalar sendas felices que palien su ausencia. Un quejoso de que su tumba siga sin cruz, además del mutilado por una mina, aún esperanzado en su curación. ¿Y qué tal quien se quejó de hambre? La esposa consultó por qué dejaba los platos intactos. Es que los muertos solo lamen la comida. Quienes así le explicaron, ¿eran intérpretes de sueños y quizás depositarios de la memoria awa? La pregunta surge porque Franco también hace un inventario de las leyes reparativas, pero las halla en falta con respecto a las urgencias de las comunidades indígenas. Ese déficit, ¿depende de la condescendencia? Por benevolente, esa manifestación de racismo persiste. Que los espíritus nos susurren su pronta erradicación.

* Miembro fundador, Grupo de estudios afrocolombianos, Universidad Nacional.

[1] Ben Okri. Riquezas infinitas, Barcelona, El Cobre, 2005, 339.

 

Atenas(06773)28 de marzo de 2023 - 02:52 p. m.
Ey, Arocha, ¿por qué callas y nada dices de lo brocha q’ resultó ser la vice, y por lo cual muchos, muchos, de su misma etnia le reclaman al poner la raza negra en tan indígnate posición al vivir y presentarse ella en posición tan lastimera y hablando de tan procaz manera?¿O acaso ignoras u olvidas q’ los negros en USA han pasado x más grandes tragedias pese a lo cual Michelle Obama siempre ha estado altiva y bien puesta en su sitial o Kamala Harris tan discreta y eficiente?
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)28 de marzo de 2023 - 08:39 p. m.
    Kamala es abogada de la Universidad de California e hija de académicos. Michelle Obama, aunque nació enel sur de Chicago, estudió en Princeton y Harvard. En Colombia enaltecen las ignorancias ancestrales y la viveza de presidente para abajo; ¿qué más se puede esperar?
  • Atenas(06773)30 de marzo de 2023 - 12:13 a. m.
    Empero no se amilanan por el hecho de ser de piel oscura y del hecho de haber sentido cierta discriminación x raza o color. Leo la extensa autobiografía de B. Obama y sus inicios en política en compañía de Michelle con muchas afugias económicas y no pocas burlas x su color de piel y pelo quieto, q' ellos digna/ asimilaban tragandose su orgullo herido y sin guardar recelo pa otros mejores momentos q' han tenido y han llevado con suma dignidad, y así han enaltecido su etnia con discreta altivez.
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