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Dátiles raizales

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Jaime Arocha
01 de julio de 2025 - 05:00 a. m.
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Los dátiles crecen en palmas de semidesiertos como los del Medio Oriente, pero no de regiones tropicales como San Andrés, Providencia y Santa Catalina. En 1971, el poeta Eduardo Carranza incluyó a esa fruta en el himno que concibió para celebrar el sesquicentenario de la adhesión voluntaria del pueblo isleño a la Gran Colombia. ¿Se le fue la mano en su licencia literaria o más bien reconoció el aporte cultural de los inmigrantes de Líbano y Siria que han impulsado el comercio en San Andrés? Para una tierra de mentos, mazurcas y calipsos caribeños, la partitura marcial del maestro José Rozo Contreras también parece anacrónica. Sin embargo, el pasado 17 de junio, en la sede del Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, representantes de la comunidad raizal entonaron su himno con una emotividad contagiosa. A ese pueblo homenajeaba el número 33 de la Nueva Revista Colombiana de Folclor, de cuya presentación yo era responsable, después de haber sido su editor. Sin habérmelo propuesto, apelé a la palabra patria por la incertidumbre de que quizás desde el 7 de junio entráramos en una amenazante y nueva etapa de violencia. Metáforas de Carranza, como la de darles a las islas carácter angelical y al mar un silencio azul, también influyeron en superar la antipatía por una noción que la derecha ha trivializado y hasta profanado. Dentro de esa idea de patria quise resaltar nuestra poco reconocida, pero magnífica pertenencia a la Krioland, esa enorme extensión de islas y maritorio a la cual sujeta aquella lengua criolla, tesoro lingüístico compuesto de palabras inglesas y raíz gramatical de la familia africana Akán de Ghana y Costa de Marfil. Además, ese idioma excepcional, sustenta una densa red de parientes que se extiende hasta Jamaica, Barbados, Bluefields (Nicaragua), la costa limonense (Costa Rica), Colón (Panamá) e islas Caimán entre otros ámbitos caribeño-occidentales. Los de los valles y montañas interandinos estamos en mora de integrarnos a esa Anancyland a la cual también le da sentido la mitología alrededor de Anancy, la astuta deidad Akán, encarnada en una araña que a los humanos les entregó la sabiduría y el fuego que el dios Nyamen atesoraba en un cántaro. La divinidad de agudo ingenio, también extendió esa patria por el Pacífico, desde el valle del río Baudó, hasta Mulatos en el sur. Allá hay gente que reclama ascendencia vasca, pero cuenta historias de un Anancio que ostenta la misma creatividad que la gente raizal le atribuye a la araña.

Además de la resignificación raizal del dátil, la celebración también era por la reinterpretación que ese mismo pueblo ha hecho de fiestas que los continentales han impuesto allá, como la del 20 de julio. Ya la gente isleña acepta la parada militar, pero los hombres desfilan vestidos con elegantes sacolevas y las mujeres de largo y con turbantes, estampados de los colores y diseños que modistos como Esteban África, el de la vicepresidenta Francia Márquez, han popularizado a partir de la propagación de la moda africana. Edna Rueda Abrahams ilustró esa apropiación creativa mediante su cuento “El niño y el sol”. Como batutero de la banda de su colegio, a ese niño lo ilusionaba desfilar el 20 de julio, de modo que alistó con tiempo sus zapatos, embadurnándoles harto griffith. Soñó con la línea perfecta de sus pantalones blancos y con el recorrido por las calles haciendo que, por los aires, lanzada con maestría, su batuta ejecutara cabriolas inconcebibles. En su marcha, él se imaginaba que atenuaría la marcialidad de su banda de guerra, con pasos de los bailes de moda. Pese a que la pandemia significó encierro, de todos modos, solito y vestido de gala, desfiló hasta el estadio y allá lanzó su bastón plateado para que alcanzara el sol.

La revista es preciosa. Rompió con la tradición de ilustrarla mediate láminas de los pintores de la Comisión Corográfica. Utiliza acuarelas y tintillas de la maestra brasileña Aurea María Oliveira, quien ha residido por años en el archipiélago y cuya representación del optimismo isleño es como un bálsamo para hacerle frente a nuestra actual perplejidad.

Nota: la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia es otra ofensa ratificadora de la institucionalización de la insensibilidad social y la crueldad, consecuentes, además, con ese llamado “saneamiento de la historia” que inhibió conmemorar en Estados Unidos el Juneteenth, la fiesta que el presidente Biden había introducido para celebrar la abolición definitiva de la esclavitud. Significativa la contribución que el New York Times realiza para darle legitimidad a la creciente derechización norteamericana. Por ejemplo, Ross Douthat sostiene que ese giro es una nueva revolución cultural y para demostrarlo entrevista a figuras de extrema derecha como Peter Thiel. La conversación del pasado 26 de junio aproximó las ideas de Thiel sobre el estancamiento mundial que —para él— han ocasionado los movimientos pro-derechos humanos y la diversidad, sobre su visión del Anticristo y acerca de la posible redención mediante la tecnología de la IA. Sin embargo, el entrevistador guardó silencio con respecto la manera como Palantir, compañía de Thiel, constituye una base de datos centralizada que apoya la labor de su colega neonazi Elon Musk para identificar empleados gubernamentales desleales a Trump y expulsarlos, estatus migratorio para aceitar deportaciones, e inteligencia artificial con fines militares, entre otras prácticas de extremo autoritarismo (ver Democracy now del 27 de marzo sobre la familia Musk en Sudáfrica, 5 de mayo sobre neofascismo y 3 de junio sobre Palantir).

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Daga(46837)01 de julio de 2025 - 10:02 p. m.
Todo lo escrito ha sido una lección para mí. Gracias, profe
Atenas (06773)01 de julio de 2025 - 07:05 p. m.
Eh, qué cambio tan súpito el de Arocha, al pasar de hacer alardes de una revista q’ recoge fragmentaria/ pasajes de la bella historia de las negritudes, a un giro de 180º al entrar a despotricar xq’ un hombre muy rico se casa con su amada en Venecia, asunto q’ visto con objetividad no tiene nada de raro; por el contrario, esa boda tiene algo más admirable, se casaron legal/ y no se amancebaron en relación breve y tóxica. Y de lo de USA no lo comparto, es su eterna bronca. Atenas.
Lares(24179)01 de julio de 2025 - 02:57 p. m.
Muy bueno, Jaime. Aprendí mucho. Gracias
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