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Escribo acongojado por la muerte de doña Alicia Dussán Maldonado a sus 102 años. Ocurrió en Cali, el pasado 17 de mayo. A ella y a su esposo, el profesor Gerardo Reichel-Dolmatoff, les debo la pasión por la antropología y la lucha incesante y cotidiana contra ese racismo, el cual, al ser inoculado por la educación temprana, adquiere su carácter estructural.
Por esa misma fecha aprendimos que más de la mitad de los colombianos rechazaron el viaje de la vicepresidenta Francia Márquez Mina y su comitiva a Sudáfrica, Kenia y Etiopía. Datexco, ¿le preguntó a sus entrevistados qué sabían de África? ¿Averiguó si eran prejuiciosos o albergaban estereotipos raciales? ¿Hizo indagaciones comparables en octubre de 2021, cuando Marta Lucía Ramírez y su comitiva viajaron a India? Parecería que esa encuesta hace parte de la vergüenza nacional caracterizada por la persistente inferiorización de las personas de ascendencia africana y el odio hacia ellas.
Uno de los hitos del periplo vicepresidencial fue la visita con el vicepresidente sudafricano Paul Mashatile al Freedom Park situado en Pretoria. Así la doctora Márquez les rindió tributo a las víctimas del Apartheid2. Entonces, recordé que ya hace diez años el poeta, dramaturgo y sociólogo Ari Sitas expuso en la Universidad Nacional cómo el Ministerio de Educación Superior y Entrenamiento de ese país aplicaba una reforma educativa centrada en las humanidades y las ciencias sociales hacia una la metamorfosis cultural para superar lo que aquí hemos llamado modo guerra y que allá fue propio del período del Apartheid.
Como para ese entonces se iniciaban los diálogos de paz con las FARC-EP, considerábamos que su éxito dependería de un remezón como el que describía Sitas. Sin embargo, los trámites para el visado frustraron ver ese experimento. Por fortuna, la delegación vicepresidencial regresó con un convenio de intercambio educativo con Sudáfrica, enmarcado, además, por los compromisos suscritos para que a ambos países los unan relaciones diplomáticas, rutas aéreas y visados expeditos.
A este acuerdo lo complementan los que alcanzaron con Kenia y Etiopía a propósito de la salvaguardia de la naturaleza, la igualdad de género, la profundización democrática y los futuros aprendizajes sobre las respectivas sociedades. Este logro en la diplomacia mundial, ¿acallará críticas como las de la W por el tamaño de la comitiva de la vicepresidenta? La emisora buscó la opinión del especialista en África, profesor Jerónimo Delgado Caicedo de la Universidad Externado de Colombia. En vez de ratificar el rechazo añorado por los radio periodistas, el experto sostuvo que la delegación habría debido ser más numerosa para responder a los retos económicos y comerciales que implicaría relacionarnos con un continente de 1.200 millones de habitantes. Que tampoco habrían sobrado investigadores sobre la abolición de 51 dictaduras de las 54 que existieron en el decenio de 1980, así como acerca de la reducción a tres de los 30 conflictos armados a lo largo del mismo período.
Será un hito en nuestras relaciones sur-sur la inauguración de embajadas en Sudáfrica y Kenia; y la reapertura de las de Etiopía y Costa de Marfil, uno de cuyos embajadores fue el africanista Nicolás del Castillo Mathieu, quien identificó los orígenes étnicos de las personas esclavizadas en la Nueva Granada3. Hoy en día sus etnonaciones hacen parte de Mali, Senegal, las Guineas, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Togo, Benín, Camerún, República Democrática del Congo y Angola. Alcancé a imaginar a la vicepresidenta haciendo una ofrenda en la ciudad de Elmina, Ghana, con el fin de honrar a su ancestras. Desde el castillo de San Jorge, portugueses, ingleses y holandeses embarcaban a Ashanties, Fanties, o Añis, entre otros hablantes de lenguas Akán, a quienes bautizaban antes de subirlos a los galeones. Les remplazaban nombres como Nkruma o Esi por Juan o María y les daban el apellido Mina, correspondiente al nombre del fuerte. Ojalá que la apropiación de genealogías como las de la vicepresidenta actúe como ese antídoto contra el racismo tan necesario para darle permanencia al modo paz.
PS. Adhiero a las peticiones que Gonzalo Sánchez y Guillermo González Uribe formularon en la carta que le dirigieron al presidente Gustavo Petro
* Grupo de Estudios Afrocolombianos, Universidad Nacional; Patronato Colombiano de Artes y Ciencias
1 Francia Márquez pone a repensar los liderazgos en África.
2 Sistema institucionalizado de segregación racial que existió en Sudáfrica y Namibia ente 1948 y los inicios del decenio de 1990, el cual le ofrecía garantías de dominio a las minorías blancas, apelando a la violencia (ver https://en.wikipedia.org/wiki/Apartheid)
3 1982. Esclavos negros en Cartagena y sus aportes léxicos. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo
