Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
“Archivo de baúl” fue la noción que Orlando Fals Borda acuñó para referirse a las fotografías, cartas, escrituras, partidas de bautismo, dibujos y objetos que las familias atesoraban en sus casas sobre la historia de sus miembros. Esa clase de legajos fue fundamental para la inauguración en 2016 del Museo Nacional Smithsoniano de la Historia y la Cultura Afroamericana, situado en el National Mall de Washington. El historiador Lonnie Bunch se responsabilizó de esa iniciativa como secretario de la Institución Smithsoniana que incluye 21 museos, 21 bibliotecas y el Zoológico nacional. La respuesta a la convocatoria a favor de una museografía de la gente negra fue entusiasta. Por ejemplo, el curador Charles Blockson de Filadelfia, se dio el gusto de entregarle a Bunch un cofrecito que contenía fotografías desconocidas del funeral de Harriet Tubman, heroína del Ferrocarril Subterráneo, como se conoció esa red clandestina de abolicionistas que se extendió desde el sur hasta el norte de los Estados Unidos y Canadá para facilitar la huida de las personas esclavizadas hacia la libertad. En el estuche también reposaban las hojas con el garrapateo de los himnos que ella cantaba en su iglesia
Ese enraizamiento del museo con los archivos de baúl ha consistido en un estímulo para el muy relevante número de gente que recorre sus galerías, dentro de las cuales, además, son frecuentes las conversaciones sobre las sorpresas que guardan crónicas hasta entonces desconocidas, pero fundamentales para la identidad negra. Bunch rememora el día cuando, frente a la fotografía de Medgard Evers, una madre le hablaba a su hija sobre la trayectoria de ese líder en la lucha por los derechos civiles que había librado desde el Consejo Regional del Liderazgo Negro en Misisipi, entre otras organizaciones. El 12 de junio de 1963, un supremacista blanco abaleó a Evers frente a su casa en Jackson, Misisipi. Una mujer que oía el relato felicitó a la narradora, quien le preguntó por su interés. “Soy la hija de Evans”, respondió.
Bunch sostiene que la pedagogía sobre los horrores de la trata y la esclavización, así como los relatos sobre la búsqueda de igualdad y autonomía han consistido en cohesionadores excepcionales de las comunidades africano-americanas. En buena parte, esa metamorfosis explica que el 27 de marzo de 2025, el presidente Donald Trump reaccionara con el decreto titulado Restitución de la Verdad y la Sensatez en la Historia Americana. Ese mandato pasa por encima de la autonomía que —por decisión del Congreso— ha regido el funcionamiento de ese conjunto de museos. El presidente se propone cancelar tanto los hallazgos que vinculan a la raza con el ejercicio del poder, el privilegio y la supresión de derechos, como las exhibiciones acerca de la irrefutable invención humana de la noción de raza, para posicionar la tesis contraria acerca de su determinación genética. Propone acciones para “contrarrestar [lo que la ultraderecha cataloga como] …adoctrinamiento ideológico [por parte de los museos, debido a …] que distorsiona nuestra historia”, y así restaurarle “…a la Institución Smithsoniana el lugar que le corresponde como símbolo de inspiración y grandeza Americana”.
Luego de medio año de aplicar el Proyecto 2025, se traslucen pasos para crear un Ministerio de la Verdad como el que Orwell describió en la novela 1984, con la diferencia de que hoy las redes sociales contribuyen a extender por el mundo la añoranza autoritaria mendaz y aterradora. Aquí esa opción tiene devotos como lo atestigua la foto con el genocida Benjamín Netanyahu que Iván Duque ha divulgado con orgullo, entre los estímulos al odio social que de manera sistemática emite el Centro Democrático. Si en Colombia llegara al poder, la derecha reforzaría un supremacismo blanco y patriarcal que abortaría la representación de la gente LGBTIQ+, afro, indígena y rom que se ha logrado en el Museo Nacional de Colombia a lo largo de los últimos tres lustros. Del mismo modo, podría quedar en entredicho el Proyecto Museo Afro que por ley deberá desembocar en una convocatoria nacional alrededor de las identidades de los pueblos negros mediante su construcción, montaje y apertura en Cali.
