Pese a la distancia temporal entre dos hechos históricos, sus memorias en ocasiones se cruzan. Se traslapan. Y esto ocurre, en parte, porque el ejercicio de memoria no es refractario al anacronismo. En la pasada columna escribí sobre las conexiones entre la Masacre de las Bananeras y el Bogotazo expresadas en el tratamiento literario de dos autores como Gabriel García Márquez y Manuel Zapata Olivella, la hipérbole como característica de sus referencias narrativas y la condición esquiva de sus muertos cuando la historia documentada –no la...
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