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Elecciones, COVID y estallido social

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Jorge Iván Cuervo R.
10 de diciembre de 2021 - 05:00 a. m.
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Gustavo Petro sigue liderando la intención de voto para las elecciones presidenciales de 2022, sin que en el horizonte cercano se pueda ver algún cambio en esta tendencia. Todos los demás apuestan por meterse a segunda vuelta contra el candidato de la izquierda del espectro político.

En realidad, esto no es difícil de entender si se mira con cuidado la realidad del país y la dinámica de las múltiples precandidaturas, y vemos la política más como un espacio de representación que como uno para tramitar demandas en un sistema político fallido como el nuestro. A esto se suma el hecho de que Petro parece el único candidato en campaña, pues lo demás están concentrados en hacer ver que el candidato de Colombia Humana solo dice disparates – que los dice-, pero ninguno ha logrado encontrar y consolidar una narrativa por fuera de ello.

Lo otro tiene que ver con la representación: un concepto que define preferencias más que las buenas ideas, sobre todo en tiempos de emociones y miedos. Es ahí donde tiene sentido todo lo que pasó en el tiempo de las protestas sociales y durante la pandemia del COVID-19.

Las protestas sociales -que derivaron en estallido social y en represión violenta y desproporcionada por parte del Estado- reflejan un malestar profundo en la sociedad colombiana, relacionado con la inequidad y la exclusión en medio de logros significativos en términos sociales e institucionales sobre los cuales es necesario seguir avanzando. Esas demandas no han sido siquiera reconocidas como legítimas por el gobierno de turno y buena parte del establecimiento político.

Esto se da en un contexto en el que la clase política ha hecho de lo público un sistema de privilegios en contra de la cultura de derechos que propone la Constitución, y la gente no aguantó más. La pandemia no hizo sino poner el reflector sobre esta situación de vulnerabilidad permanente del ciudadano ante los poderes públicos.

Petro ha logrado que mucha gente vea en él la persona que representa todo ese descontento, incluso más allá de si comparten o no las propuestas de solución que plantea, él es visto como la alternativa al sistema, el líder del cambio que se necesita para restablecer la lealtad a la Constitución que su movimiento político impulsó luego de la desmovilización.

Sus contradictores le recuerdan su pasado guerrillero, su gobierno de balcón en Bogotá - con pocos resultados significativos en términos de mejorar las condiciones de vida de los bogotanos, en parte por su incapacidad de transformar los enunciados de política en políticas públicas y acciones de gobierno-, su apoyo a la protesta social y sus diatribas contra el modelo económico, de donde deducen su animadversión hacia el capitalismo y la libre empresa.

En la derecha no creen en la necesidad de un cambio como no sea el de reforzar el sistema de privilegios, con más represión institucionalizada incluida, y en el centro no parecen haberse dado cuenta de la ocurrencia del estallido social; sus candidatos, bajo la premisa de la moderación, no hablan de los grandes problemas del país, para no polarizar, para no caer en los extremos, para no parecerse a Petro o a quien diga Uribe, pero poco ofrecen por fuera de esa fórmula.

Si bien en las encuestas, a la hora de hablar de la identidad política, la mayoría se identifica con el centro, esto no implica que estas mayorías se sientan representadas por lo candidatos que dicen ocupar ese ambiguo e insípido espacio.

Cambios estructurales versus restablecimiento del orden es lo que está en juego. Petro representa lo primero. Todavía está en discusión quien va a representar lo segundo.

@cuervoji

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javier(96673)10 de diciembre de 2021 - 07:30 p. m.
El día que el llamado centro defina y defienda las propuestas de reformas profundas que ellos mismos predican que necesita el país, ese día dejará de ser centro.
Ana(q2pty)10 de diciembre de 2021 - 04:42 p. m.
Da tristeza ver al nieto de Turbay Ayala, con su perorata antipetro, No da soluciones, no propone nada; solo se dedica a atacar al candidato de colombia humana,.
Felipe(94028)10 de diciembre de 2021 - 03:21 p. m.
Cuando Petro dice que no respetará la institucionalidad democrática se hace un flaco favor a sí mismo. Cuando apoya la violencia y extorsión de los bloqueos del lumpen contra la gente que los sufre en los barrios, se equivoca. Cuando anuncia medidas económicas extravagantes genera desconfianza y miedo, sin necesidad de que la godarria uribista lo haga. El peor contradictor de Petro es Petro mismo.
WILSON(19257)10 de diciembre de 2021 - 02:57 p. m.
Se equivoca señor columnista. Gustavo Petro hará los cambios estructurales y ello implica el restablecimiento del orden. Lo uno y lo otro en este hombre ejemplar, es inescindible. No se sume al PACTO HISTÉRICO desde El Espectador, para atacarlo, tergiversándolo.
George(98053)10 de diciembre de 2021 - 12:53 p. m.
Mientras Petro hace propuestas, asi a muchos no les guste o no las crea, los otros candidatos solo se limitan a criticar o atacar a Petro. Mientras Petro propone un cambio, los del tal "centro" proponen que todo cambie, sin que nada cambie, es decir, que haya cambio pero que todo siga igual.
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