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Escenarios políticos

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Jorge Iván Cuervo R.
25 de marzo de 2022 - 05:00 a. m.
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El resultado de las elecciones para Congreso de la República y para definir los candidatos de las coaliciones cambió el mapa político de cara a las elecciones presidenciales y el escenario de gobernabilidad del próximo gobierno, cualquiera sea el ganador.

En el caso del Congreso, el avance del bloque de partidos y movimientos de la izquierda agrupados en el Pacto Histórico puede considerarse un hito, aunque no constituyen mayoría para adelantar las reformas estructurales que traería una agenda de un gobierno en cabeza de Gustavo Petro, quien hoy lidera todas las encuestas de intención de voto. Esto plantearía un contrapeso institucional para desactivar temores de saltos al vacío. El partido liberal sería el partido bisagra para los acuerdos, bien en favor o en contra de las reformas.

La mayoría en el Congreso la siguen conservando los llamados partidos tradicionales que pueden considerarse de centroderecha (Conservador, Cambio Radical, la U y Centro Democrático, más los partidos cristianos), pero en caso de un gobierno de Federico Gutiérrez, el candidato del bloque de la derecha, son mayorías frágiles e inestables para continuar con un agenda como la del gobierno Duque, lo cual obligaría a alianzas y acuerdos con el partido liberal y otros partidos o coaliciones como el Verde Alianza Centro. La gobernabilidad en cada uno de los escenarios no está asegurada y exigirá del Ejecutivo mucha conducción política en ese propósito.

No es un dato menor que el partido liberal, el conservador, Cambio Radical, la U y el Centro Democrático no tendrán candidato a la Presidencia de la República, los partidos que han puesto presidente – de una manera u otra- en la Colombia contemporánea. Petro, quien surge de los procesos de negociación del Estado con el grupo M-19, ha logrado aglutinar la mayoría de las expresiones de la izquierda, y ha capitalizado bien el desgaste del sistema tradicional de partidos y el descontento social con el establecimiento que se reflejó en las protestas sociales y que se agudizó durante la pandemia del Covid-19 en la que la mayoría de ciudadanos comprendieron de manera dramática que no estaban igualmente protegidos por el Estado. Esa propuesta de cambio que Petro representa —más en la retórica que en las propuestas concretas— es la emoción predominante en estas elecciones.

Federico Gutiérrez se decanta en medio del declive del uribismo y del Centro Democrático en el escenario político, lo que llevó al sacrificio indigno de la candidatura de Óscar Iván Zuluaga, en medio de la incapacidad de los otros partidos de la centro- derecha de impulsar su propio candidato. Fico carga con el lastre del gobierno de Duque y con el desafío de crecer por fuera de Antioquia y de aglutinar todas las fuerzas de la derecha en torno del miedo que produce Petro, una fórmula que ya no aplica con la misma eficacia pues el país ha cambiado desde 2018, y el riesgo de volvernos como Venezuela suena a proclama gastada ante la ausencia de una propuesta orientada a restablecer el orden y la normalidad institucional, que es lo que se esperaría de un candidato que aspira a suceder a este mediocre gobierno.

Sergio Fajardo tenía una oportunidad de hacer del centro político una alternativa de cambio, pero prefirió atarse de nuevo al debate de los extremos. Su apuesta es no ser como Petro ni como Fico, pero no dice con claridad qué es, más allá de unas ideas generales que no logran emocionar, en un escenario que se debate entre cambios estructurales y continuidad del orden establecido. Viendo las imágenes de campaña, el lenguaje, la narrativa, todo indica que en el centro político no lograron descifrar el escenario actual y quedaron atrapados en su propio discurso de los extremos sin constituirse en una verdadera alternativa.

Petro estará en segunda vuelta y, al día de hoy, se enfrentará a un candidato insustancial que la derecha impulsa a regañadientes porque se quedó sin más opciones ante el declive del uribismo ¿Podrá ocupar ese lugar Sergio Fajardo? Cesar Gaviria y Vargas Lleras todavía tienen algunas cartas en un juego que parece estar decidido.

@cuervoji

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Claudio(58980)26 de marzo de 2022 - 02:40 p. m.
Insisto en mi propuesta para las directivas de el espectador en el sentido de permitir sólo un comentario por artículo a cada suscriptor. Gracias
Amauri(ne615)26 de marzo de 2022 - 12:45 a. m.
Qué mamada con este Cayon
PEDRO(90741)25 de marzo de 2022 - 11:49 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 135 días para que termine este corrupto ñeñegobierno. Necesitamos un nuevo gobierno que nos rescate del naufragio en el que nos dejan estos cuatro años de ineptitud, infortunios y masacres.
José(64187)25 de marzo de 2022 - 07:43 p. m.
Qué jartera tipejos como cayon(04164) que torpemente se copia muchas veces y se expresa a los gritos (en mayúsculas) con la pretención de ser leído, grosero, patán e insulso pierde su tiempo pero ocupa demasiado espacio, ¡Así no es!!
Atenas(06773)25 de marzo de 2022 - 12:59 p. m.
Grazna el cuervo, y en su graznido como q’ está advertido de los idus de la próxima elección presidencial: q’ ya va teniendo nombre propio. Con DUQUE el escenario era más espinoso: el reciente indigno acuerdo, Santos manipulando, de la Calle ahí caminando, la izq. enfebrecida y Petro altisonante, y lo subimos. Con FICO, y el desprecio q’ se le tiene al maléfico, hacen más expedito el camino.
  • José(64187)25 de marzo de 2022 - 07:40 p. m.
    "Apestas" con el invariable refrito paranoico del uribismo. Irreflexivo y a la vez genuflexo frente al poder.
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