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Petro es lo de menos

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Jorge Iván Cuervo R.
16 de mayo de 2025 - 05:05 a. m.
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Casi todas las conversaciones en el debate público en Colombia giran alrededor de la figura de Gustavo Petro. Esto no solo tiene que ver con un país hiperpresidencializado –con Uribe fue similar–, sino porque el presidente ha entendido que el control de la agenda es también el control de la gobernabilidad, aún en medio de la tensión política e institucional que ha caracterizado su mandato.

Ese control de la agenda pública le ha permitido capotear los escándalos de corrupción y los evidentes problemas de gestión, y el rechazo más o menos generalizado del establecimiento político y mediático que entendió muy rápidamente que oponerse a sus iniciativas traería réditos políticos, y dejar que las instituciones, unas reglas de juego que limitan la discrecionalidad presidencial –para bien y para mal–, hicieran lo suyo.

Este control de la agenda le permitirá sobrevivir, terminar su período con más estridencia que efectividad y renovar su capital político para hacer del petrismo una fuerza política relevante hacia el futuro, un poco como el uribismo, pero en la izquierda.

Pero para 2026, Petro es lo de menos, lo que importa es el tipo de conversaciones que tendremos como sociedad luego de este primer gobierno de izquierda de pocas transformaciones significativas, pero que sirvió de revulsivo frente a la conversación de temas sobre los cuales el establecimiento político ha guardado silencio o ha enmascarado con cifras complacientes.

Si, como se advierte, la narrativa predominante será la de reconstruir el país y sacarlo de las garras del progresismo, significa que no han entendido nada, que no registraron el estallido social ni las razones que llevaron a la elección de Gustavo Petro, y por qué un 35 % lo sigue apoyando y apoyaría a su candidato/a para llegar a segunda vuelta, lo cual obligaría a todas las fuerzas políticas a escoger una persona para enfrentar ese escenario.

Un Rodolfo ya no es posible, y un candidato de centro sin vasos comunicantes hacia la izquierda no es una apuesta ganadora. A Fajardo no le creen en ningún lado del espectro ideológico. Si la derecha se inclina por Dávila –y parece no tener hoy a nadie más competitivo que ella– nos devolverían a 2002, un retroceso del cual no nos podemos dar el lujo, pero también es cierto que la situación de seguridad que una improvisada política de paz total no ha logrado corregir, nos pone de nuevo en esa conversación que creíamos haber dejado atrás.

Que entre todos los candidatos y candidatas conocidos y por conocer no haya una figura predominante, es una buena oportunidad para dejar de pensar solo en nombres y hablar de temas. Hablar del tipo de Estado que necesitamos, de si seguimos aceptando esta relación clientelista entre Ejecutivo y Legislativo que Petro creyó evitar sin lograrlo; sobre el tipo de Estado que necesitamos en lo local, si uno capaz de proveer bienes públicos de calidad o uno que está al servicio de élites locales y es funcional al crimen organizado; sobre cómo vamos a abordar hacia el futuro el crecimiento de la economía, con qué grado de responsabilidad ambiental lo vamos a hacer, cómo vamos a enfrentar la desigualdad en sus distintas manifestaciones y, sobre todo, la vulnerabilidad de millones de colombianos que no conocen una vida digna.

Cómo vamos a resolver las brechas de equidad en la educación, tanto básica, media como superior, el manejo del riesgo social en salud: Seguimos trasladando el riesgo a privados (EPS) o hacemos el tránsito hacia un modelo de manejo de riesgo público (tipo España o Reino Unido) con una transición que no afecte el acceso y la calidad de los servicios. Cómo generar empleo formal, cómo vamos a financiar las pensiones en un escenario de pirámide poblacional invertida. También tenemos que conversar sobre la eficacia de la justicia, en un contexto institucional donde la rama judicial no responde ante la sociedad por la impunidad y la congestión, y de la seguridad en las ciudades, y de hasta cuándo vamos a seguir en conflicto armado, y si nos tenemos que resignar con la presencia de los narcos y otras formas de criminalidad. Qué vamos a hacer con la corrupción.

El gobierno de Petro no tuvo una respuesta clara para todos estos temas. La izquierda se gastó todo en el libreto para llegar al poder, pero al parecer no tenía uno para gobernar. Podría decirse que es el costo de una exclusión política histórica, y que cuando Petro pasó por Bogotá, no tomó nota de cómo pasar de la política al gobierno.

Pero los problemas siguen ahí, y ninguno se resuelve si se sigue creyendo que el problema es Petro.

@cuervoji

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Jorge Martin(66526)30 de mayo de 2025 - 06:49 p. m.
Un poco más de objetividad con la responsabilidad del legislativo y con el "jefe de la banda", son responsables que los cambios no se den, que no hayan habido avances durante este cuatrienio, tal como los manifestó el Presidente en su campaña. Si mejora la objetividad, su ecuanimidad, con seguridad puede mejorar!!
Eduardo Guerrero Benavides(igqv8)20 de mayo de 2025 - 10:27 p. m.
Será que al Sr Petro le está yendo mal? O será que el desorden que provoca en el congreso le está sirviendo para lograr su cometido perverso de acabar con toda la institucionalidad del estado
Alejandro Arevalo(06897)20 de mayo de 2025 - 06:06 p. m.
Habla de la relación clientelista entre el Ejecutivo y el Legislativo que Petró creyó evitar... cuando en lugar de evitar lo que ha hecho es exacerbarla con Benedetti dedicado a la repartija, junto a Velasco untado de escándalos. Es el gobierno cleptócrata por excelencia; tratan de pasar por ineptos cuando lo que son es lo más selecto de la corrupción nacional. Si se quejaban de que Duque había dejado raspada la olla, después de este gobierno ni olla va a quedar.
Jesus Barrera(25812)18 de mayo de 2025 - 04:43 p. m.
Interesante lo planteado pero pareciera que ud ha estado ausente, pues nada menciona respecto a que el congreso se dedicó a echar para abajo toda iniciativa del gbno sin importar que los perjudicados sean los más vulnerables
Myriam Flechas Avella(35204)18 de mayo de 2025 - 04:27 p. m.
Excelente columna, temas pendientes que se deben solucionar, pero quien es el gallo?
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