Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Segundo tiempo


Jorge Iván Cuervo R.

05 de julio de 2024 - 12:05 a. m.

El gobierno de Gustavo Petro logró, al final del primer tiempo, un empate con sabor a victoria. Al final de la legislatura logró hacer los ajustes necesarios, hacer aprobar la reforma pensional —que puede ser tumbada en el “VAR” de la Corte Constitucional— y dejó listas otras reformas importantes que seguirán su trámite después del 20 de julio.

PUBLICIDAD

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

En condiciones adversas y con una estrategia equivocada, el Gobierno parecía irse goleado, pero logró hacer los cambios necesarios y sacar ese empate que lo deja con aire político para lo que queda de partido.

En el segundo tiempo, debe continuar la estrategia que aplicó al final de la legislatura: los acuerdos políticos, el diálogo, la concertación. La llegada de Juan Fernando Cristo al Gobierno, de la vieja generación de entrenadores, indica que esa será la línea de juego.

Son muchos los que quieren un cambio de técnico o al menos crearle un clima político tan adverso que le sea imposible dirigir. Unos agitadores proponen un juicio que no existe en la Constitución; otros consideran que el juego de esta Colombia constituye un retroceso inaceptable y que hemos retrocedido décadas, que vamos rumbo a convertirnos Corea del Norte o, en términos futbolísticos, en Luxemburgo o Gibraltar.

El primer tiempo de este Gobierno deja varias lecciones. Los ataques por el costado izquierdo siempre serán rechazados por un establecimiento acostumbrado a jugar por el centro o la derecha, pero la dinámica de juego en una democracia exige variantes, como lo exige el fútbol mismo. Esta selección de Lorenzo controla el juego desde la posesión de la pelota, pero con profundidad. No es la sosa y aburrida selección de Maturana que, en su momento, de esa manera obtuvo resultados importantes. Hoy vemos a James en una suerte de resurrección -¿Cómo Cristo?-, más tirado a la izquierda, y desde ahí Colombia tiene otra amplitud de juego que nos ilusiona.

Nos hemos tirado un poco a la izquierda con este Gobierno, no mucho, con cierto complejo, pero es un cambio necesario para reformas que no dan más espera. No es precisamente para derogar la propiedad ni volvernos un régimen de partido único, como Cuba o China, no; insisto, reformas necesarias, ajustes que se demoraron mucho en hacerse con técnicos que encontraron rápidamente su zona de confort. Cambios inocuos en el minuto 88. Recuerdo un cambio de Rueda en el minuto 90 con el que perdimos un partido contra Brasil; esos eran los cambios a los que estábamos acostumbrados. Lorenzo no hace muchos cambios, casi siempre son los mismos y en los últimos 20 minutos, pero le han permitido conservar un invicto histórico y crear una nueva identidad de juego.

Read more!

El gobierno de Petro propone algunos cambios al minuto 70 para nivelar la cancha en la tenencia y posesión de derechos, algo elemental que parece una herejía plantear. Quizá no logre más que eso, que las élites políticas entiendan la necesidad de equilibrar la cancha, más y mejores oportunidades para todos, no morirse con la nevera llena, en un país con tantas posibilidades de un desarrollo más equilibrado, donde todos puedan jugar y no solo los que pertenecen a la rosca. La rosca paisa en el fútbol alguna vez funcionó, pero esta selección, y la femenina, nos representan bien en cuanto a diversidad regional, étnica y social.

Read more!

Si este Gobierno logra sacar en el segundo tiempo unas buenas reformas a la salud, la educación, la descentralización, la justicia y la política social, puede ganar el partido, no por goleada, como creyó alguna vez Javier Álvarez al equipo que cogiera mal parado, tal vez con un marcador ajustado, sin alargues y sin dejar por el camino heridas que impidan que siga el juego democrático.

Una constituyente sería innecesaria porque sería reconocer que no se puede jugar con las actuales reglas de juego; mejor refrescar la nómina, bajar la tensión con las críticas del periodismo -carlosantoniovelez hay en todo lado- y pensar en dejar un estilo de juego que otro cuerpo técnico pueda interpretar mejor y en el que la mayoría se sienta representada.

El partido de este Gobierno termina en 2026, y el estilo de juego que hemos visto llegó para quedarse. Hay resistencias, claro, pero estoy seguro de que Lorenzo nos puede llevar al mundial y lograr el cambio generacional que necesita la selección, aunque algunos se resistan y deseen volver a la época en que se pasaban la pelota entre los mismos, sin profundidad, y ponían a James por la derecha.

No ad for you

¡Vamos Colombia, se puede!

@cuervoji

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.