¿Qué va a hacer usted por su ciudad?

Se posesionaron los alcaldes y los gobernadores del país, de quienes esperamos gobiernos con pulcritud y eficacia orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en los distintos municipios y departamentos.

El modelo de descentralización del Estado colombiano indica que los alcaldes son los responsables de las políticas sociales, de suerte que una buena gestión local tiene impacto en el bienestar de un importante número de personas, entre los que se destacan los grupos poblacionales más vulnerables, tales como habitantes de calle, adultos mayores, personas en condición de discapacidad, entre otros sujetos de especial protección constitucional, en el lenguaje de la Corte Constitucional.

El departamento por su parte también tiene responsabilidades en materia de promover el desarrollo económico regional, algo que es necesario dinamizar ante los pronósticos de bajo crecimiento económico a partir de las variables de control del gobierno nacional y el Banco de la República. Por otra parte, concejos, asambleas y juntas administradoras locales - donde las haya - deben dedicar sus esfuerzos a ejercer un control político técnico y riguroso para que los ciudadanos podamos estar tranquilos de que los recursos públicos – nuestros impuestos- se están usando de manera adecuada y en clave de interés público.

Sé que es mucho pedir, dado el entramado de redes políticas, precariedad institucioinal, intereses económicos y actores ilegales alrededor de las administraciones locales, pero en realidad es lo mínimo. No solo de Estado nacional vive un país tan diverso regionalmente como Colombia.

Pero eso no es suficiente, no basta con votar y refugiarnos en la indiferencia o la indignación durante estos cuatro años. Se precisa de ciudadanos activos que contribuyan con el cuidado y desarrollo de lo público. Por más que un alcalde o un gobernador hagan bien las cosas, sin el concurso de los ciudadanos es difícil sacar una ciudad adelante.

Entonces ciudadano ¿Va a asistir a las reuniones del Consejo Territorial de su municipio donde se discute el plan de desarrollo para proponer temas que lo afectan, o solo se va a quejar de que nunca lo toman en cuenta? ¿Va a pagar sus impuestos cumplidamente, incluida valorización y sobretasas, porque entiende que solo los países con alta tributación pueden alcanzar el desarrollo, o va a seguir con la disculpa de para qué si todo se lo roban?

¿Va a seguir parqueando en la calle en cualquier parte como si con esa imprudencia no fuera una de las principales causas de los trancones? ¿Va a procurar ser más tolerante y a no reaccionar con violencia, verbal o física ante situaciones que no son de su agrado mientras conduce o en general en el espacio público? ¿Va a seguir ignorando al peatón y no dándole prioridad? ¿Va a seguir abriéndose paso en la vía a punta de pito? Usted señor peatón ¿Por qué mejor no cruza por las zonas demarcadas y deja de tirarse a la calle para que los carros paren?

¿Va a seguir botando basura en la calle como si nada? ¿Va a contribuir con el ambiente, reciclando en su casa y sacando la basura solo los días que corresponde? ¿Va a usar menos el carro particular y a usar más el transporte público, y de ser posible, la bicicleta?

Este es un solo un ejemplo de pequeñas acciones que no demandan mucho esfuerzo y harían de nuestras ciudades un mejor espacio. El déficit democrático no solo es un problema de indebida representación, también es de ciudadanía activa. Si no asumimos nuestra responsabilidad como ciudadanos, después no bastará con quejarnos de los malos gobiernos y políticos corruptos

@cuervoji