Publicidad

Bizarro

José Fernando Isaza
16 de febrero de 2023 - 02:05 a. m.

En 1958, el creador de Supermán inventó un universo que llamó mundo Bizarro, donde todo es diferente al nuestro: los planetas no son de forma esférica sino cúbica, los habitantes tienen comportamientos excéntricos y no muy amistosos. En 1980, el físico teórico Hugh Everett postuló la existencia de universos paralelos, los cuales se están creando permanentemente, buscando conciliar la teoría cuántica de múltiples estados simultáneos con el único que se obtiene al medirlos, los otros se localizan en universos paralelos con los cuales no hay comunicación. Es una teoría especulativa y como no es posible contrastarla no puede catalogarse aún como científica. No viola ningún principio de la teoría de la relatividad ni de la cuántica. La película “Todo en todas partes al mismo tiempo”, nominada a varios premios Óscar en 2023, utiliza esta idea.

Esto permite dar una hipótesis sobre el metro de Bogotá. No es políticamente correcto afirmar que Atenea, la diosa de la razón, se aleja del despacho de los alcaldes, ni que Veritas, la diosa de la verdad, les sea esquiva. En 1942, el alcalde Carlos Sanz de Santamaría anunció la construcción de la primera línea del metro. En 1980, Hernando Durán dio el primer palazo para la excavación del subterráneo. En 1987, el alcalde Julio César Sánchez anunció, a ocho columnas en El Tiempo, que “Bogotá tendrá metro en tres años”. En épocas más recientes, Samuel Moreno afirmó que tenía listo el diseño de un metro subterráneo; parece que a su sucesor, Gustavo Petro, no le gustó totalmente el trazado, ordenó otro estudio y terminó su administración sin contratar las obras. Su sucesor, Enrique Peñalosa, dijo que no iba a ejecutar algo diferente a Transmilenio, el metro elevado no era de su predilección y algunos tuits lo confirman: “Todo lo elevado deteriora terrible el entorno”, “en muchos sitios del mundo se han tumbado autopistas y metros elevados”, “metros y trenes elevados deterioran alrededores. Este en Berlín”, “Metros hicieron 50 años (sic) que hubiera buses y 100 que TM, NY y Londres hoy están invirtiendo más en buses que en metro”, también trinaba en inglés para que no hubiera duda de que iba a desechar un metro elevado: “Elevated subway (sic) in Chicago is also ugly and noisy, darkness and deterioreid street and surroundings”. Sin embargo, logró obtener la financiación y los estudios que le permitieron adjudicar la licitación para construir el metro elevado.

Es extraño que siendo alcalde el hoy presidente, conociendo las ventajas del metro subterráneo sobre el sistema de buses y del metro elevado, contando con estudios previos del metro subterráneo hechos en la administración anterior y finalizados en la suya, en los cuatro años de su gobierno no hubiera financiando, licitado y contratado su construcción.

La hipótesis que puede plantearse es que todos los alcaldes han dicho la verdad y todos han iniciado y construido el metro de Bogotá, pero por el carácter aleatorio del universo cuántico esos metros se hicieron en universos paralelos y no en el que vivimos la realidad. Hay que reconocer que, si bien en el mundo real de Bogotá no hay metro, todos los alcaldes han dejado unos hermosos legados de renders que hacen envidiable vivir en esa utopía.

La gran inquietud es si el actual sistema de transporte masivo que se está construyendo correrá la misma suerte: se realizará en un universo paralelo o en una dimensión desconocida.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar