Un distinguido lobista entra al Congreso con grandes maletas llenas de dinero. Se está tramitando la usual reforma tributaria. Se acerca a cada uno de los congresistas y le ofrece un suculento fajo de billetes o un generoso cheque, aclarando, esto es para su próxima campaña o para alguna organización sin ánimo de lucro que usted apoye. El aporte no está condicionado a incluir en la ley ningún artículo que pueda favorecer a la empresa que represento. El escándalo sería mayúsculo: “Corrupción en el Congreso”, “se trató de comprar el voto de los egregios representantes del pueblo”, “el país pide sanciones ejemplarizantes ante el...
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