Un chiste malo permite explicar una de las razones que dificultan acordar y especialmente cumplir los compromisos que permitan limitar en 1,4ºC el aumento de la temperatura atmosférica, medida en relación con el inicio de la revolución industrial; el aumento actual es de 1,1ºC: un conductor va con la esposa de un amigo a un motel, al entrar reconoce el carro de su amigo, quien va coincidencialmente con la esposa del primero, quien conduce el carro que sale y dice “arreglemos esto civilizadamente, actuemos como si nada hubiera pasado y continuemos nuestra vida y amistad”. El conductor del carro que se disponía a ingresar le dice “de acuerdo, pero usted está saliendo y yo entrando, cuando yo salga acepto la propuesta”.
El aumento de concentración de CO2 en la atmósfera, que pasa de 280 a 417 partes por millón entre el inicio de la revolución industrial y el año 2020, se atribuye principalmente a la actividad humana. En el periodo 1750-2019, se estima (The Economist - 30/10/21) que EE.UU. ha enviado a la atmósfera 410.000 millones de toneladas de CO2 por su parte América Latina ha emitido 77.000 millones de toneladas de CO2, la comparación por habitante es más desigual. EE.UU. tiene 329 millones y América Latina 652 millones de habitantes. La India ha emitido la octava parte de las emisiones de EE.UU. y su población es 4,2 veces superior. Con razón en Glasgow la delegación hindú aplazó hasta 2070 el compromiso de emisión cero de CO2. Se acepta la hipótesis de que el uso de combustibles fósiles fue, o es, determinante para modernizar la estructura económica. China, con una población de 1.402 millones, ha aportado al aumento del CO2 atmosférico 220.000 millones de toneladas. La presión de los productores de carbón de EE.UU. y las restricciones al cambio de la generación eléctrica en la India y China impidieron un acuerdo sobre el cierre total de la minería de carbón, se cambió la expresión “suprimir el carbón”, con “eliminarlo gradualmente”. La situación en 2020 se ha modificado, el principal emisor de CO2 es China con 14.000 millones de toneladas, EE.UU. emite 5.700 millones. Por habitante las cifras son EE.UU. 17 toneladas y China diez toneladas. El promedio mundial en el año 2020 fue de 6,5 toneladas por habitante.
Antes de la firma del Protocolo de Kioto (1997) los países menos desarrollados, con argumentos de equidad y justicia, han demandado que los industrializados, que han logrado altos niveles de desarrollo utilizando sin restricción los combustibles fósiles, contribuyan financiera y tecnológicamente para que la transición energética en el mundo en desarrollo pueda llevarse a cabo con menos costos sociales y económicos. En las cumbres climáticas abundan las promesas de financiar los organismos de Naciones Unidas que se encargarían de aliviar los costos en los países de menor desarrollo. De los US$100.000 millones anuales prometidos, se estima un cumplimiento del orden del 20%. Algunos resultados positivos de la conferencia de Glasgow: el llamado de limitar el aumento de temperatura de 1,5ºC, la meta anterior 2ºC no es suficiente, de acuerdo con los científicos, para evitar la catástrofe planetaria; se hace más explícito el concepto de CO2 equivalente, al incluir el compromiso de limitar la emisión de CH4, que es un gas que por unidad de volumen es 100 veces más potente que el CO2 como gas de invernadero.
Un chiste malo permite explicar una de las razones que dificultan acordar y especialmente cumplir los compromisos que permitan limitar en 1,4ºC el aumento de la temperatura atmosférica, medida en relación con el inicio de la revolución industrial; el aumento actual es de 1,1ºC: un conductor va con la esposa de un amigo a un motel, al entrar reconoce el carro de su amigo, quien va coincidencialmente con la esposa del primero, quien conduce el carro que sale y dice “arreglemos esto civilizadamente, actuemos como si nada hubiera pasado y continuemos nuestra vida y amistad”. El conductor del carro que se disponía a ingresar le dice “de acuerdo, pero usted está saliendo y yo entrando, cuando yo salga acepto la propuesta”.
El aumento de concentración de CO2 en la atmósfera, que pasa de 280 a 417 partes por millón entre el inicio de la revolución industrial y el año 2020, se atribuye principalmente a la actividad humana. En el periodo 1750-2019, se estima (The Economist - 30/10/21) que EE.UU. ha enviado a la atmósfera 410.000 millones de toneladas de CO2 por su parte América Latina ha emitido 77.000 millones de toneladas de CO2, la comparación por habitante es más desigual. EE.UU. tiene 329 millones y América Latina 652 millones de habitantes. La India ha emitido la octava parte de las emisiones de EE.UU. y su población es 4,2 veces superior. Con razón en Glasgow la delegación hindú aplazó hasta 2070 el compromiso de emisión cero de CO2. Se acepta la hipótesis de que el uso de combustibles fósiles fue, o es, determinante para modernizar la estructura económica. China, con una población de 1.402 millones, ha aportado al aumento del CO2 atmosférico 220.000 millones de toneladas. La presión de los productores de carbón de EE.UU. y las restricciones al cambio de la generación eléctrica en la India y China impidieron un acuerdo sobre el cierre total de la minería de carbón, se cambió la expresión “suprimir el carbón”, con “eliminarlo gradualmente”. La situación en 2020 se ha modificado, el principal emisor de CO2 es China con 14.000 millones de toneladas, EE.UU. emite 5.700 millones. Por habitante las cifras son EE.UU. 17 toneladas y China diez toneladas. El promedio mundial en el año 2020 fue de 6,5 toneladas por habitante.
Antes de la firma del Protocolo de Kioto (1997) los países menos desarrollados, con argumentos de equidad y justicia, han demandado que los industrializados, que han logrado altos niveles de desarrollo utilizando sin restricción los combustibles fósiles, contribuyan financiera y tecnológicamente para que la transición energética en el mundo en desarrollo pueda llevarse a cabo con menos costos sociales y económicos. En las cumbres climáticas abundan las promesas de financiar los organismos de Naciones Unidas que se encargarían de aliviar los costos en los países de menor desarrollo. De los US$100.000 millones anuales prometidos, se estima un cumplimiento del orden del 20%. Algunos resultados positivos de la conferencia de Glasgow: el llamado de limitar el aumento de temperatura de 1,5ºC, la meta anterior 2ºC no es suficiente, de acuerdo con los científicos, para evitar la catástrofe planetaria; se hace más explícito el concepto de CO2 equivalente, al incluir el compromiso de limitar la emisión de CH4, que es un gas que por unidad de volumen es 100 veces más potente que el CO2 como gas de invernadero.