Anualmente, la revista Dinero presenta, en forma legible, los resultados de las pruebas Saber 11, en las cuales la evaluación de los colegios oficiales es decepcionante y la brecha entre los estudiantes de los colegios privados y los oficiales se aumenta en cada medición. Entre 2018 y 2021 se hizo evidente cómo la pandemia afectó más a los estudiantes de los colegios oficiales y, contrario a la intuición, los colegios estatales de las grandes capitales fueron los que más redujeron su posición en la clasificación, a pesar de que teóricamente deberían tener mejor acceso a la educación en línea.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Anualmente, la revista Dinero presenta, en forma legible, los resultados de las pruebas Saber 11, en las cuales la evaluación de los colegios oficiales es decepcionante y la brecha entre los estudiantes de los colegios privados y los oficiales se aumenta en cada medición. Entre 2018 y 2021 se hizo evidente cómo la pandemia afectó más a los estudiantes de los colegios oficiales y, contrario a la intuición, los colegios estatales de las grandes capitales fueron los que más redujeron su posición en la clasificación, a pesar de que teóricamente deberían tener mejor acceso a la educación en línea.
Con todos los sesgos que pueden tener estas evaluaciones, hay una alta correlación entre el puntaje, la admisión en las universidades públicas de más alta calidad y la reducción de la deserción. A los estudiantes de estratos bajos se les está cerrando la posibilidad de movilidad social a través de la educación; el sistema está perpetuando la desigualdad.
De acuerdo con J. O. Melo, la evaluación de la política pública de educación debe medirse por los resultados obtenidos en las instituciones oficiales. Los colegios privados en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali se sitúan en los primeros lugares. Tienen valores de matrícula y otros aderezos que pueden superar el costo de los países del primer mundo, y triplican el valor medio de las matrículas de universidades privadas colombianas; esto les permite ofrecer una educación media con calidad comparable a la de los países desarrollados. Hay excepciones como el Liceo Campo David, localizado en Tunjuelito, que permanentemente aparece entre los tres o cuatro primeros lugares, más del 95 % de sus egresados son admitidos en la Universidad Nacional.
En Colombia hay 23.931 colegios de bachillerato, de estos 18.675 son oficiales y 5.256 privados. Las pruebas del 2022 evaluaron 14.000. Entre los 100 colegios con mejores resultados no hay ninguno oficial. En los primeros 300 lugares hay cuatro oficiales en Bogotá, Yopal, Villavicencio y Barranquilla. En las primeras 1.000 posiciones solo hay 52 colegios oficiales.
En Bogotá hay 1.443 colegios públicos. Los que obtuvieron el mayor puntaje están en las posiciones 249, 323, 1.051, 1.073 y 1.111. En Medellín, que tiene 329 establecimientos públicos que ofrecen bachillerato, el mejor evaluado ocupa la posición 1.194. Mejores resultados se observan en Yopal, Barranquilla, Santa Marta, Villavicencio, Pitalito y en los municipios de Boyacá, Santander y Nariño. Los resultados parecen confirmar la hipótesis de que la mejor educación básica es la enseñada por profesores cercanos social y geográficamente a sus alumnos. Es bien conocida la baja calidad de la enseñanza media cuando se compara internacionalmente; la calidad de la pública es peor. La política educativa no está cumpliendo uno de sus objetivos: dar igualdad de oportunidades. Los colegios públicos, que para la mayoría de los colombianos son la única opción de estudiar, más que promover la movilidad social perpetúan la inequidad.
Fecode, como sindicato, ha sido firme en reclamar los derechos justos de los profesores, pero tal vez debería añadir una dimensión a sus objetivos: formar a los jóvenes que la sociedad y la familia les confiaron para su educación.
Nota: esta columna autoplagia partes de las columnas de años anteriores en las cuales se analizan los resultados del Saber 11. Se han modificado en desmedro de la educación oficial.