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En lo corrido del año la economía mundial ha tenido como locomotoras de su crecimiento a las llamadas economías emergentes de América Latina y Asia, mientras que Estados Unidos y Europa aún patinan en su camino a la recuperación.
Colombia ha crecido por encima de lo esperado y según el gerente general del Banco de la República, José Darío Uribe, el año cerrará con un incremento del PIB real por encima del 4%, pero sin generar presiones inflacionarias, ya que todavía existe una brecha negativa del producto, es decir, crecemos por una senda todavía inferior a la que el aparato productivo estaría en capacidad de hacerlo.
En materia inflacionaria el Emisor no evidencia preocupación, pues además de estar registrándose la variación anual más baja en 55 años, todas las medidas técnicas de precios, como IPC total, IPC sin alimentos e IPC núcleo, se encuentran en el rango bajo de las metas para el año.
Según el propio gerente, “el resultado de la inflación en junio está en línea con las proyecciones, con un alto grado de confianza, de que la inflación se situará dentro del rango meta de largo plazo en 2010 y 2011, esto es, entre 2% y 4%”. La señal para los mercados es que la holgada política monetaria continuará y la liquidez observada en los mercados seguirá.
En definitiva, en cuanto a estabilidad la tarea está hecha, en cuanto a crecimiento ya empieza a verse luz al final del túnel, lo que queda pendiente es definitivamente el tema de equidad que, a pesar de las cifras de pobreza presentadas esta semana por Planeación Nacional con la nueva metodología, siguen siendo deplorables y una deuda social que desde hace mucho se ha prometido pagar sin que se hayan realizado grandes adelantes al respecto.
Buen viento y buena mar encontrará el nuevo Ministro de Hacienda, lo que lo compromete a enfocar esfuerzos en lo que no se han visto resultados: la lucha contra la pobreza, y no con asistencialismos de corto plazo, sino con una política que no sólo busque consentir al inversionista, sino también al trabajador y consumidor.
