SOY BUEN MADRUGADOR Y CONSERVO la costumbre de leer los diarios antes de que salga el sol.
Ese hábito es ahora más divertido, porque en la reunión a la que asistí en la Casa de América en Madrid, uno de los temas fue el de la supuesta pérdida del buen humor en los periódicos. Llegó a decirse que “en humor, todo tiempo pasado fue mejor”, lo cual es inexacto porque a cada momento y con cada nueva noticia la situación es distinta.
En España subsiste el gran Mingote y con él los descendientes de La Codorniz, la gran revista que tuvo como temas de fondo nada menos que a un Dictador y a un Rey. Y nada ha hecho cambiar la gracia madrileña o la picardía andaluza.
En Colombia puede haber decaído el buen humor cachaco, que tuvo grandes exponentes como la revista Fantoches y luego Klim, Fray Lejón y Alfonso Castillo, con sucesores como Daniel Samper. En cuanto a caricaturistas, el muy recordado Rendón ha tenido reemplazos como Osuna, Caballero y Vladdo. El gran humor del momento es el antioqueño, con Tola y Maruja, y al fondo como tema un personaje como Uribe.
En un claro y tibio amanecer en Europa fue muy grato examinar la excelente edición de El Espectador del domingo pasado y ver, por ejemplo, que en materia de caricaturas la calidad no ha decaído, con el Osuna de siempre y a su lado la Negrita Nieves, Mico, Garzón y Betto. Y en cuanto a secciones, la de chismorreo Alto Turmequé.
Otro grande avance ha sido el del buen humor en el teatro, con una figura tan interesante como es Andrés López, el innovador bogotano del stand up, que ha hecho célebre la consigna de “deje ahí”. Y a propósito, pocos saben que Andrés es nieto de nuestro compañero Mike Forero Nougués.
~~~
COLETILLA.- Quién iba a creer que la mejor fuente del mejor buen humor negro terminó siendo Tirofijo.
