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SEA CUAL FUERE EL PRÓXIMO PRESIdente, volverá a hacerse presente la amplia mayoría del liberalismo que desde 1930 ha sido fundamental para el progreso de Colombia y especialmente de Bogotá.
El excelente debate con seis candidatos, que moderaron los frentenacionalistas Casas y Pombo, demostró la vigencia de esa mayoría. De un lado estaban tres notables jefes liberales con corbata roja, que ocasionalmente están divididos, con dos disidencias como antes fueron las de Gaitán y López Michelsen. El jefe y principal candidato liberal es hoy Rafael Pardo, reducido en las encuestas a uno de los últimos lugares. Juan Manuel Santos es la carta del uribismo, pero viene del fuerte liberalismo de su casa y su familia como principales sostenedores. Gustavo Petro viene de la izquierda guerrillera, de un Polo más teñido de rojo que de azul.
A los seis candidatos los unió su oposición al intervencionismo de un presidente extranjero que busca imponer su fogoso estilo dictatorial sobre el sistema democrático que hasta ahora ha ganado en América las guerras frías y calientes.
El próximo presidente de seguro buscará la cooperación de varios acompañantes en el actual debate, que se ve muy reñido pero puede terminar reagrupando las fuerzas decisorias en los últimos ochenta años, que se han basado en el rechazo a los extremismos de izquierda y derecha.
Un consejo de ministros no muy lejano podrá parecerse al debate que moderaron Casas y Pombo. Un frentenacionalismo, con mayoría de lo mejor del partido reagrupado y el apoyo de sus principales órganos de opinión.
Coletilla.- Un arco iris político con predominio de un rojo suave y muestras de verde y azul.
