ACABAN DE PASAR LOS DÍAS DEL AÑO más largos para quienes viven soñando con el momento de no hacer nada o los que terminan haciendo demasiado.
Después de la Navidad y el Año Nuevo el estar en Semana Santa parece indicar que comienza a cavarse el 2010. La juventud deja estudios y trabajos y los cambia por esfuerzos para subir el Everest o estrenar el nuevo camino a Monserrate. O por diversiones agotadoras en playas o discotecas.
Para los de mayor edad, las soluciones para los días de ocio son sentarse a leer, a aprender a usar el minicelular o encontrar algo nuevo en internet o televisión. Lo que más llama hoy es la abundancia de artículos contra el sedentarismo y la inactividad. En Semana aluden indirectamente a lema de “Trabajar, trabajar y trabajar” en los ocho años que se le están agotando al presidente Uribe, y destacan las investigaciones internacionales según las cuales alcanzan más larga vida los que se mantienen ocupados. Los que más pronto se mueren son lo que dedican su retiro a no hacer nada.
Según médicos especialistas, la mente no se atrofia con la vejez y el cuerpo se conserva mejor cuando hay actividad diaria adecuada.
La Bogotá actual es desesperante por las obras en las calles y los trancones en el tránsito. No puede haber sedentarismo para quienes se entusiasman con el Festival de Teatro o con los programas diversos de celebraciones religiosas o de agitación política preelectoral. Actividad y tensión es lo que ofrece la Alcaldía.
O sea que están llamados a vivir más tiempo los que desafían con debidas precauciones los desórdenes, multitudes y peligros de toda ciudad, que aquellos dedicados a no hacer nada distinto a esperar el regreso de los secuestrados y a leer libros que cada uno de ellos ha preparado durante años.
Coletilla. Una enfermedad de moda a la que hay que tener cuidado es alpiste, que combina Alzheimer con despiste.
ACABAN DE PASAR LOS DÍAS DEL AÑO más largos para quienes viven soñando con el momento de no hacer nada o los que terminan haciendo demasiado.
Después de la Navidad y el Año Nuevo el estar en Semana Santa parece indicar que comienza a cavarse el 2010. La juventud deja estudios y trabajos y los cambia por esfuerzos para subir el Everest o estrenar el nuevo camino a Monserrate. O por diversiones agotadoras en playas o discotecas.
Para los de mayor edad, las soluciones para los días de ocio son sentarse a leer, a aprender a usar el minicelular o encontrar algo nuevo en internet o televisión. Lo que más llama hoy es la abundancia de artículos contra el sedentarismo y la inactividad. En Semana aluden indirectamente a lema de “Trabajar, trabajar y trabajar” en los ocho años que se le están agotando al presidente Uribe, y destacan las investigaciones internacionales según las cuales alcanzan más larga vida los que se mantienen ocupados. Los que más pronto se mueren son lo que dedican su retiro a no hacer nada.
Según médicos especialistas, la mente no se atrofia con la vejez y el cuerpo se conserva mejor cuando hay actividad diaria adecuada.
La Bogotá actual es desesperante por las obras en las calles y los trancones en el tránsito. No puede haber sedentarismo para quienes se entusiasman con el Festival de Teatro o con los programas diversos de celebraciones religiosas o de agitación política preelectoral. Actividad y tensión es lo que ofrece la Alcaldía.
O sea que están llamados a vivir más tiempo los que desafían con debidas precauciones los desórdenes, multitudes y peligros de toda ciudad, que aquellos dedicados a no hacer nada distinto a esperar el regreso de los secuestrados y a leer libros que cada uno de ellos ha preparado durante años.
Coletilla. Una enfermedad de moda a la que hay que tener cuidado es alpiste, que combina Alzheimer con despiste.