Estamos viviendo en la era del espectáculo, donde la vida privada de la gente (su ropa, comida, viajes, diversiones, peleas) está en vitrina permanente. Antes no había acceso a lo que sucedía en la privacidad del hogar, y por eso lo que se hacía en público, que era lo único visible, era examinado con lupa. Pero en este tiempo de cámaras en celulares, mensajes instantáneos y redes sociales, todo eso ha cambiado y donde más se nota es en la política.
En ningún país la clase política es un modelo de ética y honradez. Pero antes había cosas intocables. Sagradas. No se permitía cruzar ciertas líneas. Cuando la prensa pilló en una...
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