Hay una gran diferencia entre ser y parecer, y si algo caracteriza al gobierno de Iván Duque es su obsesión por parecer y su desinterés casi criminal por ser. Es decir, hay un esfuerzo diario y sostenido, de parte del presidente, por aparentar fuerza, eficacia, intransigencia con la corrupción, apoyo a la paz y tolerancia con la oposición. Pero la triste verdad es que hay poco interés de ser cualquiera de esas cosas.
La farsa de Iván Duque
07 de enero de 2022 - 05:30 a. m.